XVII marcha antinuclear contra la central nuclear más antigua del Estado
La Coordinadora contra Garoña, Ecologistas en Acción, Iniciativa Ciudadana por el Cierre de Garoña y la recientemente creada Plataforma “Garoña no más prórrogas” de Miranda de Ebro, convocan para el sábado 5 de agosto una jornada antinuclear que se desarrollará a lo largo del día en Frías y que culminará con la manifestación anual desde la localidad de Barcina del Barco hasta las puertas de la central nuclear para pedir su cierre inmediato.
XVII marcha antinuclear contra la central nuclear más antigua del Estado

La Coordinadora contra Garoña, Ecologistas en Acción, Iniciativa Ciudadana por el Cierre de Garoña y la recientemente creada Plataforma “Garoña no más prórrogas” de Miranda de Ebro, convocan para el sábado 5 de agosto una jornada antinuclear que se desarrollará a lo largo del día en Frías y que culminará con la manifestación anual desde la localidad de Barcina del Barco hasta las puertas de la central nuclear para pedir su cierre inmediato.

Prorrogar el permiso de explotación de Garoña es una imprudencia grave

La central nuclear de Santa María de Garoña, conocida como la central de las mil y una grietas, es en la actualidad la más vieja del parque nuclear español. Con una potencia de 466 Mw (la mitad que el resto de centrales nucleares españolas) fue conectada a la red eléctrica el 2 de marzo de 1971, e inaugurada por Franco el 22 de septiembre del mismo año. Su antiguo diseño no pudo incluir las mejoras propuestas después de los graves accidentes nucleares de Three Mile Island (28 de marzo de 1979) y Chernobil (26 de abril de 1986). En 1982 el CSN y Nuclenor reconocieron la existencia de grietas en el reactor, un grave problema que habían mantenido oculto. Con una vida prevista de 25 años (tiene 35 en la actualidad) está sobradamente amortizada por la empresa propietaria Nuclenor (50% Iberdrola y 50% Endesa) que recientemente ha presentado una solicitud de prórroga de una década (de 2009 hasta 2019, lo que la situaría en los 48 años). A pesar de sus fisuras y su lamentable estado de degradación intergranular bajo presión debido a las grandes presiones a la que están sometidas partes fundamentales para su funcionamiento y seguridad, sorprendentemente sus propietarios mantienen que “se encuentra en un excelente estado”.

Durante el pasado año Garoña produjo 3.680 Gwh de los 292.920 Gwh totales que se produjeron en el estado español, lo que supone el 1,25% de la producción eléctrica del estado, cuando mediante la energía eólica en el mismo periodo se produjeron 20.616 Ghw (7% del total). Para completar estos datos indicar que la provincia de Burgos (donde se ubica Garoña) tiene con sus 31 centrales eólicas una potencia instalada de 646 Mw, y que los más de 2.000 Mw eólicos de Castilla León superan desde hace tiempo la producción de energía nuclear de Santa Maria de Garoña.

Apostar por las centrales nucleares es tremendamente irresponsable

La energía nuclear en una tecnología inmadura que no sabido resolver en su más de medio siglo de vida el grave problema de sus residuos radiactivos, ni los problemas de seguridad, ni los de proliferación nuclear, ni ha internalizado sus costes reales a pesar de ser la energía más subvencionada. Apostar por la energía nuclear es por tanto irresponsable, como lo es producir unos peligrosos residuos que permanecen activos durante miles de años y para los que no existe un tratamiento satisfactorio. Este peligroso legado es la irresponsable herencia que tendrán que ser gestionar las generaciones venideras a pesar de no ser responsables de su producción. Recientemente el gobierno ha creado una Comisión Interministerial para sacar adelante el Almacén Temporal Centralizado donde almacenar los residuos radiactivos de las 8 plantas atómicas en funcionamiento más las clausuradas de Vandellos 1 y Zorita.

Defender la energía nuclear también es irresponsable ya que los recursos de uranio son finitos, y se estima que al actual ritmo de consumo el uranio puede agotarse en unos 60 años, lo que hace inviable apostar por esta peligrosa fuente de energía.

Los propietarios de las centrales nucleares muestran también su irresponsabilidad al no asumir la totalidad de los gastos en caso de un grave accidente, estando exculpados y siendo el Estado el responsable civil subsidiario.

La industria nuclear es también antidemocrática al imponer sus centrales nucleares en contra de la opinión mayoritaria de la sociedad, como demuestra un reciente Euro barómetro donde la energía nuclear es apoyada por solo un 4% de la sociedad española.

Mantener el actual sistema energético insostenible es insensato

El actual consumo de energía es insostenible y debe de reconducirse para asegurar su estabilidad futura. A nivel mundial indicar que aproximadamente el 20% de la población consume el 80% de los recursos energéticos del planeta, donde nos encontramos la minoría de países llamados desarrollados. Además de ser tremendamente injusta esta situación también es tremendamente insostenible, ya que según nuestra huella ecológica necesitaríamos dos planetas y medio para cubrir nuestro actual ritmo de consumo de energía, lo que nos sitúa claramente en la insostenibilidad. Otro factor clave es la intensidad energética (el cociente de nuestro consumo energético y el PIB), que desvela que cada vez necesitamos más energía para hacer lo mismo, mientras en Europa esa proporción se reduce. Concretamente el consumo de energía eléctrica se ha duplicado en España en dos décadas creciendo a un ritmo medio del 4% anual. Todos estos datos revelan que el sistema energético español es gravemente ineficiente y derrochador, además de lo anteriormente citado de injusto e insostenible.

En la actualidad hay medios a nuestro alcance para reducir nuestro consumo energético. Para ilustrarlo con ejemplos comprensibles : en la actualidad podemos encontrar en las tiendas bombillas que consumen 5 veces más que otras (incandescentes frente a fluorescentes compactas), electrodomésticos que consumen el doble que otros con idénticas prestaciones (modelo energético “G” frente a modelo “A”), podemos usar la electricidad para procesos térmicos -cocinar, calentar agua, calefacción,…- consumiendo más del doble de energía que usando directamente gas para conseguir ese calor (la eficiencia de las centrales termoeléctricas es del 50% en las más modernas), se sigue ignorando la arquitectura bioclimática en la construcción de edificios (que consigue ahorros superiores al 50%), los precios benefician a los más derrochadores (la energía es más barata cuanto más se consume), y así un largo etcétera.

Mantener este sistema energético insostenible basado en combustibles fósiles y nucleares es insensato, y resulta por tanto utópico defender su permanencia al estar basado en el agotamiento de unos recursos limitados e insustituibles. Recientemente Greenpeace presentaba su informe “Renovables 2050” que desvela que podríamos cubrir más de 50 veces nuestro consumo energético para el año 2050 solo con energías renovables.

Es urgente un cambio en el modelo energético

Las organizaciones convocantes abogamos por una nueva cultura energética : un nuevo modelo energético que satisfaga las necesidades de las generaciones presentes sin hipotecar las necesidades de las generaciones futuras. Donde la sociedad esté informada de los métodos de producción de energía y de los impactos medioambientales que estos procesos acarrean, y pueda participar en la elección de estos métodos. Un sistema energético basado en el ahorro, la eficiencia energética, y las energía renovables, para que no se agoten los limitados recursos del planeta ni se produzcan peligrosos residuos. Es perfectamente constatable que en la actualidad hay medios para este cambio de modelo energético, y es la falta de voluntad política y la presión de las poderosas empresas energéticas (que se benefician de la actual situación de insostenibilidad) los principales obstáculos para que este cambio sea posible. Por ello la Coordinadora contra Garoña considera necesario que la sociedad se movilice para exigir a los políticos el cambio del modelo energético y el abandono de la energía nuclear empezando por la más vieja y peligrosa de las centrales nucleares.


Par : Comunicacion CGT Burgos



Fuente: Comunicacion CGT Burgos