Los familiares de los tres prisioneros que aparecieron muertos el 10 de junio en Guantánamo denunciaron que los cuerpos presentan marcas de golpizas y torturas y que los forenses estadounidenses les sacaron varios organos.
Mohammed Al Oteibi, tío del saudita Manea Al Oteibi, afirmó que el cadáver de su sobrino presenta «manchas negras en los brazos» y hematomas en diversas partes.
Además declaró que los forenses norteamericanos le quitaron el corazón, el cerebro y otros órganos «para que nadie pueda averiguar la verdadera causa de la muerte».
El padre del otro preso saudita que apareció muerto, Yassir Al Sahrani, también señaló que descubrió hematomas en la cabeza de su hijo.
En tanto, el padre del otro detenido muerto, oriundo de Yemen, denunció que los restos de su hijo tampoco llegaron «completos» a su país, y destacó que el suicidio va en contra de los principios del Islam.
Fuente: http://www.webislam.com