Activistas de todo el mundo se han unido este sábado 12 de diciembre para reclamar un acuerdo justo, ambicioso y vinculante en la cumbre climática de Copenhague. Con ellos, miles de socios y simpatizantes de Ecologistas en Acción y otras organizaciones sociales han salido a la calle en muchos lugares del Estado español. Frenar el cambio climático era su objetivo.
El Día de Acción Global contra el Cambio Climático ha sido un acontecimiento en todo el globo. A mitad de la Cumbre de Copenhague (7-18 diciembre 2009) los ciudadanos han hecho ver a sus gobernantes que consideran el cambio climático como un problema urgente. Han exigido a los gobiernos de los países enriquecidos que asuman sus responsabilidades y que de Copenhague salga un acuerdo para limitar el aumento de temperatura de la superficie del planeta por debajo de los 2ºC y para responder tanto a los impactos que se están produciendo como los que lamentablemente nos aguardan.
Los grupos de Ecologistas en Acción junto con diversas organizaciones sociales han realizado concentraciones en las plazas y calles de Cáceres, Madrid, La Vall d’Uixó, Murcia e incluso en el Puente de Triana de Sevilla. En Asturias el escenario de la concentración fue precisamente una playa, la de Otur en el concejo de Valdés, una zona donde la acción del mar puede hacerlas desaparecer.
Hubo manifestaciones en Bilbao y Córdoba, pero en Las Palmas de Gran Canaria la acción fue una auténtica “bicifestación” hasta la sede de Presidencia del Gobierno. En Barcelona se organizaron casi seis horas de actividades bajo el lema “350 minuts contra el camvi climàtic” haciendo referencia al nivel de concentración de CO2 que debería alcanzarse para estabilizar el clima (350 ppm). Zaragoza a las 12:00 h. se hizo oir con una cacerolada, y cerraron el Da internacional las vigilias con velas en Santander y Almería.
Queda una semana para lograr un acuerdo cuyos elementos fundamentales son los nuevos objetivos de reducción para 2020 de los países enriquecidos, la financiación de la adaptación a los impactos del cambio climático de los países no industrializados o empobrecidos, la transferencia de tecnología eficiente y renovable a esos países y el freno a la deforestación.
Es evidente que las negociaciones van mal, los países causantes del problema no están abordando la reducción de emisiones con la convicción necesaria y parecen querer dejarlo para más adelante. En correspondencia los nuevos grandes emisores (China, India…) tampoco quieren aceptan compromisos. La semana próxima quedará grabada en la historia del siglo 21 como un gran fracaso o el comienzo de la solución al problema del cambio climático. Las gentes que han salido este sábado a las calles quieren que sus gobiernos empujen de una vez hacia esa solución.