Dos mujeres murieron a consecuencia de la violencia de género en apenas cuatro horas. Los crímenes ocurrieron a 650 kilómetros de distancia, a última hora de la noche el jueves y ayer, entrada ya la madrugada. La primera tragedia sucedió en el centro de Tarragona. La víctima, una joven de 27 años de origen marroquí había rechazado mantener una relación sentimental con susupuesto agresor, un hombre de unos 26 años, también
nacido en Marruecos, que huyó a pie tras el ataque.
A última hora de ayer, Policía, Mossos d’Esquadra y Guardia Civil seguían buscando al joven que se encuentra en paradero desconocido. Fuentes de la investigación reconocieron que será “difícil” dar con él, ya que entre los ciudadanos extranjeros se produce “una gran movilidad”, si bien yase le está buscando en algunas viviendas de barrios de Tarragona por si pudiera estarescondido allí.
Acoso continuo
Las autoridades también confirmaron que tanto la víctima como su familia estaban hartos del acoso protagonizado por el presunto agresor, que
se había obsesionado por la chica. El apuñalamiento se produjo cuando ella salía del locutorio donde trabajaba.
El Ayuntamiento de Tarragona convocó ayer a una manifestación silenciosa de repulsa por el asesinato de la joven, a la que acudieron 150 personas. Además, la consellera de Acció Social de la Generalitat, Carme Capdevila, y la presidenta del Institut Català de les Dones, Marta Selva, expresaron su rechazo por el crimen. Se da la circunstancia de que, además, la provincia de Tarragona ocupa el primer lugar en número de denuncias por malos tratos por índice de población en Catalunya. Hasta 1.644 mujeres denunciaron casos de presunto maltrato en 2007 en tierras tarraconenses, lo que supone una media de 120 mensuales. Hasta el 70 % de ellas terminó con una sentencia condenatoria o con una orden de alejamiento. Sólo en un 10 % de los casos se retiró la denuncia, o bien no se encontraron pruebas suficientes.
Crimen en Albox
Sólo cuatro horas después de este suceso, un hombre mató en Albox, en la provincia de Almería, supuestamente a su mujer con una escopeta de caza, con la que poco después se suicidó, según informó ayer la Guardia Civil. Una hija del matrimonio encontró a sus padres tendidos en la cochera de la casa familiar, a las afueras del pueblo, y dio la voz de alarma a las autoridades casi a las tres de la madrugada. Cuando llegaron
los servicios médicos, la mujer ya había fallecido. Su marido, de 61 años, murió sólo una hora después en el hospital comarcal La Inmaculada, de Huércal-Overa.
Según la subdelegación del Gobierno, el presunto agresor era policía local y llevaba año y medio de baja por depresión. El hombre, policía desde hacía más de 30 años, iba a jubilarse anticipadamente este verano.
La coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Adela Segura, instó a los profesionales que atienden a personas con este tipo de problemas psicológicos a vigilar la “peligrosidad” de los pacientes, aunque pidió “prudencia” ante los hechos y se declaró a la expectativa de los informes forenses y de la Policía Judicial de la Guardia Civil.
En un comunicado, el Ayuntamiento de la localidad condenó “cualquier acto de violencia” y expresó su “apoyo y solidaridad a las familias”.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Huércal-Overa se ha hecho cargo del caso. En lo que va de año, las mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas asciende a cuatro en Andalucía, según datos del IAM.
Trece años de cárcel
Por su parte, la Audiencia Provincial de Albacete condenó ayer a 13 años de prisión a un hombre, de origen marroquí, que agredió, amenazó de muerte y violó en repetidas ocasiones a su ex mujer, enAlbacete el 2 de junio de 2007. El tribunal ha determinado que Mustapha B. es autor de un delito de maltrato en el ámbito familiar. Por ello, le prohibe aproximarse y comunicarse con la víctima por un periodo de 13 años. Asimismo, deberá indemnizarla con 12.000 euros. La sentencia prueba que el hombre ya fue condenado en 2006 por lesiones en el ámbito familiar a nueve meses de prisión e incomunicación con su ex pareja.
La mujer vivía con su hermana y con sus dos hijas en el mismo domicilio, aunque en el momento de la agresión se encontraba sola en la casa. Tras agredirla y violarla varias veces, el agresor huyó con unas llaves de la vivienda. Desde entonces, la víctima sufre un trastorno por el que está en tratamiento psicológico.
Fuente: J. SIRÉ/ O. CARBALLAR | Público.es