… Los Privilegios de Banqueros, Empresarios y Especuladores de lo ajeno, garantizados.
Los controladores aéreos, con relación salarial y laboral con AENA (empresa pública), desde siempre se han considerado un colectivo “laboral” especial y corporativo. Defendían lo suyo, que no era poco, debido a su alta cualificación y especialización, donde su capacidad contractual (fuerza, contrapoder), llevó a conseguir un Convenio donde la organización del trabajo : contratación, tiempo de trabajo y precio por el trabajo, era controlado en gran parte por los propios trabajadores.
… Los Privilegios de Banqueros, Empresarios y Especuladores de lo ajeno, garantizados.
Los controladores aéreos, con relación salarial y laboral con AENA (empresa pública), desde siempre se han considerado un colectivo “laboral” especial y corporativo. Defendían lo suyo, que no era poco, debido a su alta cualificación y especialización, donde su capacidad contractual (fuerza, contrapoder), llevó a conseguir un Convenio donde la organización del trabajo : contratación, tiempo de trabajo y precio por el trabajo, era controlado en gran parte por los propios trabajadores.
La patronal pública (AENA), negoció y firmó este Convenio, y, no está demás recordar que los convenios colectivos tienen fuerza de ley y la Negociación Colectiva a la vez que la Libertad Sindical, son derechos fundamentales. Los distintos gobiernos, bien del PSOE, bien del PP, a través del Ministerio De Fomento, son los firmantes del Convenio Colectivo y están obligados por ley, a respetar y aplicar los mismos.
Los Controladores aéreos, en toda su práctica laboral, jamás se han sentido parte integrada y solidaria de las relaciones laborales de los miles de trabajadores de AENA. No han peleado (y eso que su contrapoder y fuerza es impresionante) solidariamente con el resto de trabajadores de la Empresa Pública AENA. Son sencillamente, corporativistas y se mueven exclusivamente por sus intereses y derechos. Su ética sindical es inmediatista y su defensa de una causa justa, se convierte en una sentencia de muerte del mundo que uno quiere defender.
Esta lógica corporativa y antisolidaria, supone colocarse enfrente de los derechos de sus semejantes (trabajadores/as como ellos y ellas), supone, a la vez, entrar en el segmento de los “elegidos” y “poderosos” y al lado de los mismos y supone que el resto del personal, trabajadores/as en general y las personas que utilizan el transporte aéreo, cuando pelean por sus derechos (y tienen todo el derecho a hacerlo), cuando deciden enfrentarse con el poder que les ningunea y viola sus condiciones contractuales, es decir su Convenio Colectivo, estas personas viajeras y trabajadores/as consideran que “ya era hora que se les quitara sus privilegios y ya era hora que el gobierno utilizara mano dura (militar en este caso) para terminar con esta situación.
La indignación que sentimos con las actuaciones del Patrón José Blanco (Ministro de Fomento) en sus políticas de movilidad y concepción del transporte público, derivando cientos de miles de millones públicos a las grandes empresas constructoras y privatizando todo lo público para seguir metiéndoles en el bolsillo de Banqueros y Empresarios más y más millones, ha supuesto rabia y asco, cuando este “patrón blanco”, por medio de un decretazo se cargo el Convenio Colectivo de los Controladores Aéreos y, no contento con eso, firma otro decreto que dice cuantas horas tienen que trabajar y, además que son horas efectivas, según el Ministerio y todo el Gobierno del PSOE.
El Gobierno en pleno, toda la clase política de este país, por supuesto Banqueros, Empresarios tienen no sólo una doble moral (la mal denominada ética de la responsabilidad), sino una Ley suprema (Constitución) y, una Ley Laboral (Estatuto de los Trabajadores), donde los artículos de los derechos fundamentales cuando se trata de aplicarlos a ciertos colectivos de trabajadores (funcionarios, empleados públicos y trabajadores de servicios esenciales, etc.), en lo que respeta a Negociación Colectiva y Libertad Sindical, se los cepillan, bien por decreto, bien mano militar.
El atentado perpetrado la noche del 4 de diciembre de 2010 contra los derechos laborales y las libertades civiles de los trabajadores, no ha sido dirigido solamente contra los controladores aéreos, no, es un atentado en toda regla contra la Negociación Colectiva y la Libertad Sindical.
Cualesquiera de los millones de trabajadores y trabajadoras que trabajamos en servicios esenciales : transporte, energía, sanidad, etc., podemos ser militarizados si empresarios, banqueros y su Gobierno de turno, así lo consideran, cuando nos encontremos en una huelga legítima en la defensa de los derechos laborales y sociales.
Cualquier empresario (privado o público), habrá tomado buena nota de cómo de la noche a la mañana, la Ley que es igual para todos, es cambiada a gusto del gobierno y sólo afecta a quien ellos dicen. El hecho de que las horas de trabajo efectivas vengan definidas por ley, no ha sido óbice para que el gobierno decida lo contrario. El hecho de que por Ley venga definido el derecho de huelga efectivo, no es óbice para que a diario, en los servicios esenciales, el Gobierno y las Administraciones Públicas, dicten decretos (según les redactan los patronos), que dejan en agua de borrajas el derecho a la huelga en servicios como RENFE, AENA, METRO, AUTOBUSES, ENERGIA, etc.
Resulta indecente, inmoral y nauseabundo, que se exijan responsabilidades a los trabajadores que hacen huelga efectiva en defensa de sus derechos y su dignidad y encima se lance carnaza a la “opinión pública”, diciendo que son unos privilegiados.
La “opinión pública” primero tenía que tener memoria : en este país los 500 miembros de los Consejos de Administración de las 35 Empresas más poderosas (Santander, BBVA, ACS, Corte Inglés, FCC, Acciona, Endesa, Gas Natural FENOSA, etc.) ganan de media un millón de euros cada uno. Los Presidentes y Consejeros Delegados de esas Empresas (35), suelen tener salarios de más de 2,5 millones de euros y planes de pensiones de más de 20 Millones de Euros.
La “opinión pública” tenía que tener memoria y tan poco tanta, para saber y recordar que la crisis financiera es responsabilidad única de banqueros y empresarios, que con sus bonos basura, sus especulaciones inmobiliarias, sus especulaciones sobre materias primas, alimentos, etc., han arrastrado a la economía productiva y, están “robando” dinero público a espuertas (se cifra en más de 7 billones de euros a niveles mundiales) que los gobiernos nos quitan de los salarios, de las pensiones, de las prestaciones de desempleo, de las necesidades sociales, para pagarles a ellos intereses de más del 7% de una deuda contraída con ellos, banqueros y empresarios (mercados), pues los dineros que les dieron los Bancos Centrales al 1,75% para que reactivaran la economía, son los mismos dineros que prestan a los gobiernos y les cobran el 7%.
La “opinión pública” debiéramos tener un mucho de dignidad y vergüenza y exigir responsabilidades a los verdaderos privilegiados y responsables de la barbarie en la que nos encontramos (banqueros, empresarios, jefes de gobierno y políticos) y exigir un Decreto Civil (nunca militar) para meter en la cárcel de por vida a quienes condenan a casi 5 millones de personas al paro y a la pobreza. A quienes obligan a trabajar por menos de 1.000 euros al mes y ya somos casi 11,6 millones de asalariados. A quienes acaparan más del 70% de la riqueza de este país y no representan ni el 2,6% de la población.
No sólo los derechos laborales y sociales han sido arrebatados por Decretos o Leyes : Decretazos de Recortes en salarios, pensiones, empleos, ayuda a la dependencia, etc., Reformas Laborales, Privatizaciones de Empresas Públicas, Privatizaciones de las Pensiones, de la sanidad, de la educación, desahucios de las viviendas donde las personas habitan, etc.), sino que nos han arrebatado la capacidad de tener un pensamiento libre, de ser críticos, de no doblegarnos ante el poder, los poderosos y sus construcciones falsas de la realidad.
Este es el problema más significativo y de no variar la construcción del pensamiento hacia la libertad, cada vez nos encontraremos no sólo más domesticados y doblegados, sino que nos encontraremos “compitiendo unos contra otros” por lo cada vez más escaso, a la vez que nos orientamos hacia una ética de la irresponsabilidad que acepta un capitalismo suicida en el terreno ecológico (cambio climático, modelo productivo insostenible) y en el terreno político, entierra la soberanía popular y la democracia social.
Desiderio Martín Corral