yakarta. Indonesia ejecutó ayer a tres cristianos condenados a muerte por incitar a la violencia sectaria en la isla de Célebes, desoyendo las peticiones de clemencia y provocando disturbios.
Fabianus Tibo, de 61 años, Dominggus da Silva, de 39, y Marinus Riwu, de 49, condenados a muerte por liderar la milicia cristiana que mató a unos 200 musulmanes en 2000, entre ellos 70 estudiantes de un internado islámico, fueron fusilados en las cercanías de la ciudad de Palu. Horas después de la ejecución, centenares de manifestantes lanzaron piedras e incendiaron coches y puestos de Policía en varios pueblos.
Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional han denunciado que su juicio no cumplió con los estándares de imparcialidad internacionales.
El caso ha levantado interrogantes sobre el papel que jugó la religión en los juicios contra los acusados de la violencia sectaria que dejó más de mil muertos en Poso entre 2000 y 2001.
Pocos musulmanes han sido condenados por los enfrentamientos interreligiosos, todos ellos a penas inferiores a 15 años. El 90 por ciento de los 240 millones de indonesios profesa la fe islámica, pero en la provincia de Poso el número es equitativo.
Fuente: MAR CENTENERA (EFE)