En la tarde de hoy, 24 de noviembre, cientos de personas han secundado la convocatoria de la Coordinadora Antifascista de Madrid en homenaje al compañero Carlos Javier Palomino, asesinado por un militar fascista el 11 de este mismo mes.
Desde primeras horas de la tarde, grupos dispersos de militantes intentaban concentrarse en la Glorieta del Emperador Carlos V, punto de inicio de la manifestación convocada para las 17:00 horas. Al llegar a la glorieta se han encontrado con un fuerte dispositivo policial (más de 30 lecheras) que, en una actitud abiertamente agresiva, han intentado impedir el acceso de muchos de estos grupos, identificando a bastantes personas. Los puntos más calientes se han situado en los accesos de Delicias, estación de Atocha-Renfe, y Ronda de Atocha, donde se han juntado grupos de varias decenas de activistas retenid@s.
Según iban pasando los minutos, se podían ver más y más grupos de manifestantes. La policía, muy provocadora, ha comenzado a desviar al grupo más nutrido hacia la Ronda de Valencia, mientras separaba a otros sectores en distintas zonas de la glorieta, «encajonando» a l@s activistas. Cuando l@s concentrad@s en la Ronda iniciaban una marcha-manifestación, se ha producido una primera carga en el acceso desde la calle de Atocha, reteniendo e identificando a, al menos, un grupo de un@s 20 activistas. Mientras tanto, el bloque separado hacia el museo Reina Sofía continuaba la manifestación, con una fuerte presión policial. Al llegar a la altura del número 5 de la calle, han desplegado una pancarta, en la que se podía leer «Carlos, no te olvidamos» y «Contra la impunidad y la violencia de la extrema derecha», firmada por el Patio Maravillas.
La situación se ha precipitado al llegar a la Glorieta de Embajadores, donde la policia ha desviado a l@s manifestantes hacia el margen derecho y, allí, han sido nuevamente dividid@s en grupos, repartiéndose entre los accesos desde calle Embajadores, Miguel Servet y Ronda de Valencia. En este escenario se han producido diversas cargas policiales, registrándose la más dura de ellas en la calle Miguel Servet, donde los antidisturbios han disparado pelotas de goma.
Cabe destacar que, pese a la desorganización incial de la marcha, propiciada en gran medida por las órdenes impartidas a la policía por Delegación del Gobierno, la actitud de las personas concentradas en la glorieta ha reflejado una gran madurez colectiva ; sin caer en las sucesivas provocaciones de los antidisturbios, ni escapar atropelladamente de las cargas, el bloque se ha mantenido compacto y unido en un escenario de enorme tensión y pocas opciones. Tras ser arrinconad@s hacia la calle Embajadores, gran parte de l@s manifestantes ha conseguido avanzar por ella hacia la Plaza de Cascorro, y de ahí hacia Latina. Luego de nuevos momentos de confusión, en la que la marcha se ha dividido en varios bloques (uno central, que se movió hacia la Puerta de Toledo, y pequeños grupos dispersados por la policía), ha empezado a circular una convocatoria por SMS y boca a boca para reconcentrar esfuerzos en Legazpi, y proceder al homenaje previsto en memoria de Carlos.
Nuevas cargas han tenido lugar en los accesos a Legazpi, que han acabado encerrando a l@s activistas entre dos glorietas, pese a lo cual se ha conseguido llegar a la parada de metro donde fue asesinado Carlos Javier Palomino. En una tensa situación, no exenta de solemnidad y emoción, dos personas han subido por una escalera al número 132 de la calle Delicias y han colocado una placa de granito, donde se puede leer : «Aquí fue asesinado Carlos Javier Palomino Muñoz el 11 de noviembre de 2007, a la edad de 16 años, luchando contra el racismo y el fascismo. Carlos, hermano, nosotr@s no olvidamos. El mejor homenaje, continuar la lucha». Después de desplegar una pancarta, con el lema «Carlos, no olvidamos», la manifestación se ha dado por finalizada.
En estos momentos seguimos pendientes de confirmar el número total de detenid@s, tras tener conocimiento de varias cargas policiales en la zona de Legazpi y una nueva agresión nazi en las inmediaciones.
Fuente: Rompamos el Silencio
