Diez ONG han denunciado ante el Defensor del Pueblo que en la Comunidad de Madrid se vulneran los derechos de los inmigrantes menores no acompañados, en su mayoría marroquíes, durante los procesos de repatriación. Responsabilizan a la Administración, entre otras cosas, de no tener en cuenta las circunstancias personales de cada menor. La Delegación del Gobierno asegura que se estudia cada expediente con detenimiento antes de decidir la reagrupación. Los menores están escapando de los centros. Prefieren vivir en la calle ante el temor de que los encuentre la policía.
Menores marroquíes alojados en centros públicos o privados de la Comunidad de Madrid han empezado a escaparse y a vivir en la calle ante la amenaza de su repatriación. Han comenzado a cambiar sus hábitos para evitar que la policía los sorprenda de madrugada. Los jóvenes hacen turnos por la noche para dar la voz de alarma si llegan los agentes. Atan sábanas a las ventanas de los centros para descolgarse y huir cuando llega la policía, un sistema que estuvo a punto de costarle la vida a un chaval marroquí en un centro de acogida en la Comunidad de Madrid. Fue hace un mes, el 9 de marzo.
«Como en otras ocasiones, nos avisaron un día antes de que el chico iba a ser repatriado», comenta uno de los educadores del menor. «A las seis de la mañana llegaron los agentes. Cuatro policías se presentaron en la habitación del chaval, situada en un noveno piso, mientras otros dos esperaban abajo. Nos dieron la resolución de repatriación y llamaron a la puerta».
El educador relata que los agentes trataron bien al menor en todo momento, intentando convencerle para que saliera. «Él amenazó con matarse. Estaba muy nervioso». Los policías usaron la fuerza para abrir la puerta. En ese momento el chico salió por la ventana y se agarró a una sábana que había colgado. Uno de los policías lo rescató desde el octavo piso cuando el chico estaba a punto de precipitarse al vacío. «Estaba inconsciente, en estado de shock», relata el educador. «Así se lo llevaron al aeropuerto. Al día siguiente hablamos con él. Está bien, pero dice que ya está intentando regresar a España».
Las autoridades y las ONG que trabajan con los menores tienen puntos de vista muy distintos de esta situación. Las 10 asociaciones firmantes del escrito ante el Defensor del Pueblo, presentado el pasado 7 de abril por, entre otras, SOS Racismo, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) o Save the Children, denuncian que se cometen numerosas irregularidades con los menores inmigrantes no acompañados.
Se ratifican en quejas anteriores presentadas por SOS Racismo y CEAR, y afirman que no se están dando permisos de residencia a los chicos, como exige le ley cuando ya llevan nueve meses tutelados en España por una institución competente. Pilar Gallego, subdelegada del Gobierno de la Comunidad de Madrid, afirma que esta acusación es «absolutamente incierta» y que los permisos de residencia solicitados «se están tramitando con normalidad».
Respetar la legislación
En las quejas presentadas con anterioridad ante el Defensor del Pueblo, SOS Racismo y CEAR afirman que las repatriaciones no respetan las garantías previstas en la legislación estatal e internacional. Aseguran que muchas veces no se deja al menor con su familia, sino en ciudades de Marruecos alejadas de su lugar de origen. Indican, también, que según la Ley de Protección Jurídica del Menor, los chicos tienen derecho a ser oídos en cualquier procedimiento administrativo y a tener información de su caso. «Y sin embargo estos chicos no se enteran de nada hasta que entra la policía a por ellos», aseguran desde la asociación Coordinadora de Barrios.
La subdelegada del Gobierno lo desmiente : «Tanto la fiscalía como la Comunidad de Madrid tienen entrevistas con ellos cuando llegan». Afirma que, en ningún caso se puede hablar de repatriaciones masivas. «De casi 500 menores tutelados en Madrid, en lo que va de año hemos repatriado a 24, así que las cifras hablan por sí solas».
Las ONG, sin embargo, aseguran que las repatriaciones son generales. Que se llevan a dos menores a la semana porque es lo único que acepta Iberia y que no se estudia cada caso con detenimiento para ver si es conveniente para el menor volver o no a Marruecos.
Fuente: M. C. BELAZA / A. DE CÓZAR - EL PAIS