Hoy, 17 de mayo de 2019, con motivo de la conmemoración de la eliminación de la homosexualidad del listado de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud en 1990, la Confederación General del Trabajo ratifica su compromiso para denunciar y acabar con la LGTBIQ+fobia en todos los órdenes de la vida.

Mientras que las grandes organizaciones internacionales siguen constatando en sus informes la realidad que la clase obrera vivimos cada día, las personas organizadas salimos a la calle para señalar la discriminación y denunciar que sigue beneficiando a la economía capitalista así como a los Gobiernos que sustenta. #Siguepasando

Mientras que las grandes organizaciones internacionales siguen constatando en sus informes la realidad que la clase obrera vivimos cada día, las personas organizadas salimos a la calle para señalar la discriminación y denunciar que sigue beneficiando a la economía capitalista así como a los Gobiernos que sustenta. #Siguepasando

La OIT señala cómo a pesar de las garantías legales a favor de la igualdad, la mayoría de las personas LGTBIQ+ siguen sintiéndose vulnerables y discriminadas en los puestos de trabajo monitorizados. Para evitarlo, en la mayoría de los casos se opta por el silencio, renunciando a la denuncia o relegándose a sectores y puestos de trabajo “gayfriendly” que refuerzan los estereotipos. Vivir en un sistema capitalista que necesita de la heteronormatividad para sostenerse hace que no se respete la libertad de expresión ni la diversidad sexual.

Nuestra disidencia es nuestra resistencia

Mientras que los gobiernos han desarrollado leyes que condenan los delitos de odio y la discriminación LGTBIQ+ al no  dotarse de medios para su cumplimiento, las agresiones,  los asesinatos y el acoso se siguen produciendo cada día en nuestras calles, escuelas y centros de trabajo. El año pasado, se registraron más de 345 agresiones LGTBIQ+fóbicas sólo en la Comunidad de Madrid, y se estima que sólo representan entre un 2-5% de lo que se produce realmente. Un ejemplo de ello es la hipocresía que supone que con esta protección jurídica, en el Estado Español tampoco se sancione a ninguna de las clínicas, terapias o actuaciones para “curar la homosexualidad”, teniendo que soportar declaraciones públicas por ejemplo de la  Iglesia católica descalificando y patologizando a las personas heterodivergentes mientras que no condena ni separa a los curas pederastas.

En la actualidad, las personas LGTBIQ+ más vulnerables desafían al capitalismo binario y su legislación discriminatoria que se reproduce en los puestos de trabajo, recordándonos que las personas trans, tengan penes o vaginas, tienen los mismos derechos que el resto.

Desde la CGT nos seguiremos manifestando contra la moral y la violencia de estado LGTBIQ+fóbica, cada día, en nuestra acción sindical y junto a los colectivos sociales.

Queda mucho por defender hasta llegar a una igualdad real y efectiva para todxs Por la libertad real, contra las violencias LGTBIQ+


Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT