Tras el accidente, uno de los detenidos, M.R.L. huyó sin prestar auxilio al herido. El delito de coacciones se les achaca porque el hermano del fallecido denunció que cuando Carlos Óscar se encontraba en la UVI el otro arrestado, M.A.S.M., se presentó en el hospital y le amenazó con que le harían « la vida imposible y le echarían de España si denunciaba el caso ».
La Guardia Civil ha detenido a los propietarios de Robles y Construcciones, empresa para la que trabajaba el joven argentino que murió tras sufrir un accidente laboral, por los presuntos delitos de omisión de socorro, coacciones y contra el derecho de los trabajadores.
El albañil, Carlos Óscar Romero Guzmán, falleció en la madrugada del martes en el Hospital de Traumatología de Granada, donde ingresó el lunes tras caer desde ocho metros cuando trabajaba en la colocación de un ascensor en un edificio de Maracena (Granada). Inicialmente, los empresarios negaron que trabajara para ellos y explicaron que había ido a la obra a pedir trabajo, pero el hermano del fallecido dice que era su empleado desde hacía meses y le habían retenido el pasaporte.
La Policía Judicial del Instituto Armado parece confirmar la hipótesis de que, en el momento del siniestro, « las medidas de seguridad no eran las adecuadas » y que las que había en el momento de la inspección se colocaron tras el suceso. Además, el joven trabajaba allí desde hacía más de dos semanas y los dos propietarios de la empresa lo estaban empleando « a sabiendas de su situación irregular en España ».