La máxima del capitalismo, socialización de las pérdidas, privatización de los beneficios, desarrollada e implantada de manera universal en todos los países del planeta tierra, se ha convertido, en los principios del cuarto año de sus crisis sistémicas, en el paradigma y modelo de gobernantes, empresarios de cualquier actividad económica, medios de comunicación, periodistas especializados, profesores de cualquier creencia política y, lo más terrible, (sucede cómo en el bolero), las víctimas o “quienes pagan las facturas” -trabajadores/as, pensionistas, parados/as, mujeres, jóvenes, migrantes-, hacen gala de una desmemoria de tal tamaño, que interpretan el lamento de la situación, como si ellos y ellas, fueran ajenos a lo que sucede.

El
mercado laboral, lleva tiempo pareciéndose (en términos políticos
y materiales hablando), al mercadillo de saldos, donde todo se
liquida y donde todo vale para esa recuperación de la tasa de
ganancia del capital, revestida de “recuperación de la economía”.


El
mercado laboral, lleva tiempo pareciéndose (en términos políticos
y materiales hablando), al mercadillo de saldos, donde todo se
liquida y donde todo vale para esa recuperación de la tasa de
ganancia del capital, revestida de “recuperación de la economía”.

Este
mercado, depende de quien sea el “auditor” de su situación, bien
Ministerio de Trabajo, bien el Instituto Nacional de Estadística
(INE), bien Empresarios (CEOE), bien Sindicatos “oficiales”, no
digamos ya los “expertos”, un día se reforma, otro también, al
siguiente se abarata, al posteriori se salda y ni por esas, deja de
arrojar cifras y más cifras de “socialización de pérdidas y
privatización de los beneficios”.

A
estas alturas, que el Mº de Trabajo diga que a marzo 2011, las
personas paradas eran 4,33 millones y, que el 29 de Abril el INE, nos
corrija las cuentas y asegure que ya en el primer trimestre del 2011
llegaremos a los 5 millones de personas paradas oficiales, y la CEOE
insista que lo que “
hace
falta para crear empleo es una reforma laboral mucho más ambiciosa y
una buena, pero buena reforma de la negociación colectiva”
y
que los sindicatos “oficiales” sigan ere que ere en las mesas de
concertación…a estas alturas da lo mismo, lo que se diga, porque
quien tendría que hablar, mejor gritar y aún mucho mejor, cabrearse
mucho y generar desorden social o dicho “correctamente” conflicto
social, parece que a lo más que aspiramos y esperamos es que llegue
el puente de mayo y las vacaciones, y luego…

Las
consecuencias lógicas de esta socialización de las pérdidas, son
:

Los
beneficios de las grandes empresas (esas 40 que hacen y dicen al
gobierno la política) han crecido un 4,3% en el 2010, su empleo
disminuyó un 3,1% y su productividad se incremento. Los salarios de
los directivos y consejeros de esas 40 empresas, superan de media 1,5
millones de euros. Los salarios de los 2 millones de trabajadores/as
que ocupan y generan más del 40% de la riqueza social, no lograron
frenar la pérdida de poder adquisitivo, es decir se incrementaron
menos que la inflación y, eso, que es donde se encuentran los
salarios más altos.

La
cobertura del desempleo, ha descendido 7 puntos del 2009 al 2010. El
descenso se ha dado tanto en el segmento contributivo, como en el
asistencial (subsidio de desempleo), así como en el de
“beneficencia” (el de los 426 euros). A la vez los
desempleados/as aumentan en términos absolutos y aumentan las
personas que cada vez llevan más tiempo paradas (más de 1 millón
de ellas lleva más de dos años) y aumentan los hogares (!,3
millones) donde todos sus miembros activos están parados.

Las
coberturas del desempleo, en sus cuantías, también han disminuído
y así, el desempleo contributivo se ha colocado en 902 euros de
media, frente a los 927 del 2010 o los 1.057 del 2009. El desempleo
de “beneficencia” hha bajado, también en 26 euros y ahora son
400.

Un
dato que es de “bolero”, de enero a febrero, los servicios
públicos de empleo han abonado 5.323 millones de euros en concepto
de prestaciones y subsidios, es decir 500 millones de euros menos que
en el mismo período del año 2010, pues bien, ahora se paga menos y
eso que ahora hay 170.000 parados/as más.

Las
contrataciones no crecen ni así regalen tres por el precio de una y,
eso que tienen, reforma laboral, decreto de políticas activas de
empleo y costes laborales en franco retroceso, pues bien, vuelven a
disminuir dichas contrataciones un 2,89%. Flojean hasta las
contrataciones temporales y, no digamos las fijas que vuelven a
perder peso en su porcentaje final sobre todas las contrataciones,
sólo representan el 9,62% y, todo esto, cuando los empresarios se
encuentran “
haciendo
el agosto adelantado”
con
los “
nuevos
contratos temporales o fijos a tiempo parcial”
que
desde febrero el Gobierno de el “social demócrata” ministro de
Trabajo (Valeriano Gómez), les regala con exenciones 100% en sus
cotizaciones sociales. Otra muestra palpable de “socialización de
pérdidas y arrapiña de beneficios.

Como
dice el
“bolero
de la Secretaría de Estado de Empleo, Dª Marí Luz, del jefe del
PP, D. Mariano y desde el Jefe Sindical, D. Toxo”, es, son, datos
terribles”.

A
ver si la CGT, al menos, no equivocamos la canción y entonamos en la
práctica social y laboral “A LAS BARRICADAS”, en todas sus
versiones, la antigua y la moderna. Salud

DMC