La tarde del viernes 19 de diciembre de 2014 transcurría pacíficamente en la plaza de Pío XII de Alicante, con gente que aprovechaba el buen tiempo para pasear, charlar y tomar unas cañas en la calle, hasta que un grupo de 7 policías nacionales irrumpió en la plaza y procedió a identificar y cachear a 16 personas que se hallaban charlando en diferentes grupos.

Los hechos se desarrollaron de la siguiente manera: mientras estaba charlando con unos amigos, se me acercó el que pudiera ser el jefe del operativo policial y me requirio para que me identificara. Cuando le pregunté por qué razon o criterio pretendía identificarme, me contestó que por el criterio de “identificación aleatoria”, así de sencillo.

Los hechos se desarrollaron de la siguiente manera: mientras estaba charlando con unos amigos, se me acercó el que pudiera ser el jefe del operativo policial y me requirio para que me identificara. Cuando le pregunté por qué razon o criterio pretendía identificarme, me contestó que por el criterio de “identificación aleatoria”, así de sencillo.

Y tan aleatorio era el criterio que con eso bastó para que 16 personas, de edades, cabellos y vestimenta muy diferentes, jóvenes y viejas, algunas de ellas que ni se conocían previamente, se vieran sometidas a un verdadero atropello en plena vía pública, al ser obligadas a identificarse sin motivo alguno, excepto el de la citada “identificación aleatoria”, así como a tener que soportar un cacheo de cuerpo y pertenencias, como si fuéramos delincuentes.

Menos mal que alguno de nosotros entonó el “Le llaman democracia y no lo es” y todos lo coreamos mientras terminaban de identificar al resto: “Es una dictadura y lo sabéis”. Pues eso, que nadie se llame a engaño, porque la escena era surrealista, como muestran las imágenes de un reportero gráfico que se hallaba en el lugar de los hechos.

Secció sindical CGT Ajuntament de Monòver


Fuente: CGT Ajuntament de Monòver