Comunicado del Secretariado Permanente de la CGT de Catalunya

Desde hace décadas la empresa minera Iberpotash (actualmente propiedad de la multinacional israelí ICL) explota las minas de potasa de Sallent y Súria. Y también desde hace décadas ha ido deshaciéndose de los residuos en la conocida montaña del Cogulló de Sallent, causando perjuicios a los acuíferos y al propio río Llobregat. Durante este tiempo, los vertidos han contado con el silencio cómplice de gobiernos de diferente color que no han presionado cómo hacía falta a la multinacional para que cumpliera con la responsabilidad del territorio donde estaba instalada.

Desde hace décadas la empresa minera Iberpotash (actualmente propiedad de la multinacional israelí ICL) explota las minas de potasa de Sallent y Súria. Y también desde hace décadas ha ido deshaciéndose de los residuos en la conocida montaña del Cogulló de Sallent, causando perjuicios a los acuíferos y al propio río Llobregat. Durante este tiempo, los vertidos han contado con el silencio cómplice de gobiernos de diferente color que no han presionado cómo hacía falta a la multinacional para que cumpliera con la responsabilidad del territorio donde estaba instalada. Así pues, el resultado es que se embolsan decenas de millones de euros anuales y nos dejan los residuos.

La lucha del pueblo de Sallent permitió ganar una batalla judicial para que dejaran de hacerse los vertidos en el Cogulló, estableciéndose el 1 de julio de 2017 como fin de esta práctica. Mientras no llegara esta fecha, Iberpotash tendría que haber acondicionado la mina de Súria, que cuenta con una planta de tratamiento de residuos, para absorber la producción y plantilla de la mina de Sallent. Era el llamado Plan Phoenix, que lleva años de atraso. A fecha de hoy, este cambio no se ha realizado, lo que significa que 1.000 puestos de trabajo directos y hasta 4.000 contando los indirectos están pendientes de un hilo, una amenaza de primer nivel para las familias de mineros y mineras directamente afectadas y al conjunto del Bages y comarcas cercanas.

Estamos a 3 meses de esta fecha y la empresa no aporta ninguna solución. Estamos a 3 meses de esta fecha y el gobierno no aporta ninguna solución. Estamos a 3 meses de esta fecha y se nos acaba la paciencia.

Aquellos que hacían la vista gorda con la multinacional, ahora están silbando, disimulando, como si no pasara nada, abandonando a los y las trabajadoras a su suerte, pues si no hay trabajo hay ERE, ERTE y despidos generalizados. No es nada descartable que la empresa, además, aproveche la ocasión para chantajear sobre las condiciones de la plantilla directa y de subcontratas. Esto, para una comarca ya bastante castigada por varias crisis industriales, textiles y mineras, es un golpe demoledor.

Los mineros y mineras de Súria y Sallent quieren trabajar y exigen que este trabajo sea respetuoso con el territorio. Es un insulto a la inteligencia que la empresa multinacional y el gobierno pretendan hacernos creer que a tres meses vista no tienen previsto el escenario que habrá, hecho que nos hace suponer que no lo comunican porque será negativo para los mineros.

Creemos que ante la pasividad existente, es hora de iniciar la defensa activa de los puestos de trabajo y el territorio. En una lucha que no es sólo de los y las trabajadoras de la mina, sino también de sus familias. También de las comarcas del Bages y Berguedà. También de toda la clase trabajadora.

Hacemos un llamamiento a estar atentas y preparar la solidaridad de clase que haga falta. Si no hay solución, los mineros y mineras subirán desde el kilómetro de profundidad donde están trabajando, saldrán a la calle y harán sentir de forma nítida su voz en defensa de sus derechos, puestos de trabajo y el respecto al territorio, frente al deseo de beneficios de la multinacional. La CGT de Catalunya estará, como siempre, a su lado, preparada.

Contactos:

Rubén Noe Melero

Manuel García

Atentamente,

Secretaría de Comunicación CGT Catalunya


Fuente: Secretariat Permanent de la CGT de Catalunya