El viernes, día 15 de Abril, en el marco de la III Semana Estatal de Lucha Contra los Transgénicos, grupos de afinidad antitransgénicos, de forma coordinada han llevado a cabo multitud de acciones frente a las sedes provinciales del gobierno central para protestar por la política protransgénica del gobierno y exigir la inmediata prohibición del cultivo, la importación y la experimentación a cielo abierto con transgénicos.
Esta mañana, en la ciudad de Cáceres, decenas de personas equipadas con mascarillas, han acudido a la Subdelegación del Gobierno y han arrojado en su puerta más de media tonelada de maíz transgénico a la vez que desplegaban pancartas con los mensajes “¡Peligro transgénicos!”, “Defendamos la Soberanía Alimentaria de los pueblos”y“No a los transgénicos. No sembremos servidumbre”.
Esta mañana, en la ciudad de Cáceres, decenas de personas equipadas con mascarillas, han acudido a la Subdelegación del Gobierno y han arrojado en su puerta más de media tonelada de maíz transgénico a la vez que desplegaban pancartas con los mensajes “¡Peligro transgénicos!”, “Defendamos la Soberanía Alimentaria de los pueblos”y“No a los transgénicos. No sembremos servidumbre”.
El nutrido grupo ha leído y repartido entre las personas que se han unido a la manifestación, un comunicado expresando su preocupación y su rechazo a los transgénicos y exigiendo, además de la inmediata prohibición de los mismos, una investigación independiente que clarifique las responsabilidades en cuanto a la falta de control y seguimiento de los cultivos transgénicos y la ocultación de información pública. Además, han resaltado la necesidad de que exista un apoyo público y decidido por la producción ecológica.
En Sevilla, un grupo de afinidad anti-transgénico, ataviado con disfraces, pancartas y panfletos informativos, se ha concentrado esta mañana en la sede de la Delegación del Gobierno de Andalucía, situada en la plaza de España en Sevilla, en protesta por la política pro-transgénica del Gobierno Español.
A las 8,00h de la mañana 6 personas se han encadenado en las rejas de la sede de la Delegación del Gobierno Central en Barcelona en el marco de la III Semana Estatal de Lucha Contra los Transgénicos y por la Soberanía Alimentaria. Cerca de las 10h de la mañana un destacamento de los Mossos d’Escuadra ha procedido a cortar las cadenas de los activistas, han identificado y las han dejado en libertad junto con una cuarentena de personas que se han concentrado en la acción de protesta dando total apoyo y solidaridad a las encadenadas y exigiendo la Prohibición de los Transgènicos ya!
En Alicante, un grupo de personas desplegó una pancarta en la que se podía leer: “Transgénics prohibició ja!”. A continuación se vertieron semillas de maíz transgénico.
La acción se desarrolló sin ningún incidente.
Desde hace más de una década el Gobierno de España ha defendido prácticamente en solitario el cultivo de transgénicos en la UE, y es el único país que ha tolerado su cultivo a gran escala. Las grandes potencias agrícolas europeas como Francia y Alemania y junto a otros siete países europeos han prohibido ya su cultivo dentro de sus fronteras debido a los impactos sociales y ambientales de los cultivos trangénicos, la imposibilidad de coexistencia entre una agricultura transgénica y una agricultura convencional o ecológica, y por sus efectos para la salud. Según datos del propio ministerio, se cultivan en nuestro país en torno a 60 000 hectáreas de maíz modificado genéticamante. Además, el Estado Español acogió en 2010 el 42% de los experimentos con transgénicos al aire libre de la UE.
La información revelada por Wikileaks a finales de 2010 confirmó la existencia de una estrategia conjunta a favor de los transgénicos de los gobiernos de España y EEUU. Lo que explica por qué se ha permitido que campen a sus anchas las multinacionales del sector, a pesar de los innumerables casos de contaminación genética y los daños sociales y económicos que estos cultivos han ocasionado.
El Gobierno hace recaer la responsabilidad de sus decisiones en la Comisión Nacional de Bioseguridad, un organo en el que sólo hay 7 representantes científicos (de un total de 46 miembros), la mayoría de ellos públicamente defensores de los transgénicos, con relaciones muy cercanas a la industria de las semillas modificadas, a sus fundaciones y lobbies. El máximo exponente de esta frecuente connivencia lo encontramos en el propio Ministerio de Ciencia e Innovación cuya titular Cristina Garmendia fue presidente de ASEBIO (Asociación Española de Bioempresas) uno de los principales lobbies protransgénicos en el Estado Español.
El gobierno español mantiene esta situación a pesar del claro rechazo y la preocupación de la ciudadanía frente al cultivo y el consumo de transgénicos. Según la última encuesta publicada por la Unión Europea , el rechazo de la ciudadanía a los transgénicos sigue aumentando. A nivel europeo, el 61% de los europeos rechaza los transgénicos. En el Estado español, el 53% de la población se opone a introducir genes de otras especies en los alimentos mientras que tan sólo el 27% se muestra de acuerdo.
Desde que se introdujeron los transgénicos en Europa, en el Estado español la sociedad civil se ha ido organizando en plataformas y grupos antitransgénicas en todos los territorios. Sindicatos agrarios, organizaciones ecologistas, grupos de consumo, padres y madres y otros grupos de afinidad hemos salido numerosas veces a las calles para denunciar la política del gobierno español en materia de transgénicos.
Firman: GRUPOS DE AFINIDAD ANTITRANSGÉNICOS.
Fuente: Ecologistas en Acción