Terminó el año de 2007 en Oaxaca, un largo y doloroso año de injusticia, represión, desapariciones forzadas, elecciones de estado y muerte, pero tambien un año de resistencia digna y heroica de muchos hombres y mujeres. Mientras los poderosos y los politicos que se benefician del estado de cosas actual, se regodean en el discurso de la vuelta a la paz y la tranquilidad en Oaxaca y de una reconciliación entre sus habitantes, por debajo de ese discurso, en sus acciones desconfiadas, cautelosas y temerosas y sobre todo represivas y violentas dan a notar su verdadera percepción, que en Oaxaca existe una polarizacion social y una agudizacion de las contradicciones sociales mas cruda y grave que nunca. Mientras sus discursos hablan de paz sus armas, escudos y toletes ladran guerra.
En 2006 el gobierno mexicano le nego la posibilidad a los pueblos de Oaxaca de un victoria superficial, que no afectaba el sistema de explotación miseria y muerte que nos malgobierna. La salida de Ulises Ruiz del gobierno de Oaxaca no afectaba las bases economicas, políticas e ideológicas en que se sostiene este estado de cosas. Con convocar a nuevas elecciones, la clase politica que gobierna el pais hubiera salvado la creencia en la legitimidad de su democracia oligarca y orden costitucional. Al hacer esto, algunos de los y las lideres del consejo de la APPO, políticos tradicionales, hubieran gustosamente levantado la mano para insertarse en el sistema y el movimiento de los pueblos de Oaxaca habria devenido seguramente, como aspira el compañero preso político Flavio Sosa, en un movimiento humanista y democratico, eufemismos de electorero y perredista.
Al negarse a conceder la demanda de la salida de Ulises Ruiz y en su lugar reprimir salvajemente a nuestros pueblos, el sistema se desnudo completo y mostro la fuente de donde emana su injusticia, violencia y discriminacion. Al correrse el telon de la farsa electoral democratica que se representa absurdamente en nuestro pais se develaron tras de el como enormes columnas que sotienen la cabeza de Ulises Ruiz, el sistema de producción capitalista, la falsa democracia representativa y la ideología occidental de los poderosos. De esta manera y como tantas veces en la historia, son los mismos poderosos, quienes con su represión, necedad y crimen han provocado que las aspiraciones de los hombres y mujeres de Oaxaca levantados se eleven mas alla de la sola renuncia del tirano represor Ulises Ruiz.
El curso y las características de esta lucha ya han rebasado los canales que propone el sistema de gobierno que nos oprime. El descontento se ha dispersado en muchos caminos diferentes, principalmente por el proceso de toma de conciencia de sus participantes, pero tambien por la desesperación que provoca la lentitud de los cambios y las limitaciones que muestran los organos de lucha principales en la primera etapa del movimiento, esto lo demuestra la nula confianza que obtuvieron la clase política de todos los partidos, de derecha y de supuesta izquierda en las elecciones del año pasado, cuando los hombres y mujeres de Oaxaca les propinaron una gran lección con el abstencionismo mas grande que se ha visto en Oaxaca y el pais en muchos años, el cual fue un rotundo ¡no les creemos mas ! A todos esos y esas políticos tradicionales que viven de la esperanza de la gente sencilla de abajo. En el ambito de la lucha pacifica de los pueblos de Oaxaca, ahora ya no es solo considerada la via institucional y falsamente democratica que propone la clase política y tampoco es suficiente con la salida de Ulises Ruiz.
En este entorno, la lucha por la autonomia que desde hace mas de 500 años llevan acabo los pueblos indios de México y que cada vez mas es comprendida y reconocida por los habitante de la ciudades como una alternativa real para mejorar sus vidas, cobra un papel protagonico en la lucha de nuestros pueblos de Oaxaca. Lejos de los afanes autoritarios y hegemónicos de algunas propuestas de izquierda y lejos tambien de la mediocridad del camino electoral, plagado de trampas y recovecos inútiles, ambas propuestas aparentemente distantes pero que en la practica muchas veces se funden y toman formas quimericas irreconocibles teóricamente, aunque bastante reconocidas en la practica política tradicional, bajo el nombre de oportunismo político, la lucha por la autonomia conjunta los elementos de dignidad, honestidad, radicalidad y sabiduría que la han hecho ser la bandera de los movimientos sociales mas dignos y honestos ademas de poderosos en la ultima decada entre los paises latinoamericanos, desde el levantamiento zapatista en Chiapas en 1994 hasta el movimiento quechua y aymara de Bolivia, se ondean en lo alto la bandera de la autonomía.
En Oaxaca, un estado donde en sus regiones habitan diez y seis naciones indias, dispersas en diez mil comunidades y donde los y las que vivimos en las ciudades somos descendientes y herederos de esa civilización mesoamericana, la autonomia es una realidad en muchos pueblos en la forma del regimen de autogobierno de los usos y costumbres y aunque acotada y agredida por el gobierno y los partidos politicos, la practica autonomica que es posible observar en muchas comunidades indias y mestizas, es ejemplo para prever su viabilidad en toda nuestra sociedad.
Mientras tanto miles de hombres y mujeres por todo el estado siguen participando activamente pero sobre todo honestamente en el movimiento social, son como aquellos indispensables que habla el che guevara y que mantienen amorosa y abnegadamente la llama de la rebeldia emancipatoria viva, por todos aquellos y aquellas que en este momento atemorizados, decepcionados y desesperanzados, tratan de volver la mirada de la injusticia cotidiana a los miles de placeres inmediatos que ofrece el sistema para mantener ocupados y sometidos a los pueblos. Las telenovelas han recuperado paulatinamente su audiencia, el futbol a sus porras y la catedral sus misas de domingo llenas, mientras los aurreras y demas tiendas extranjeras recuperan sus largas colas en las cajas registradoras en la febril e intensa actividad navideña, de fin de año y reyes magos de gastar, consumir, necesitar y enriquecer las bolsas de los poderosos. Es verdad, todo parece como antes, o casi todo, pero las apariencias engañan, pues la experiencia unica y maravillosa de libertad que vivimos los y las oaxaqueños hace ya mas de un año en el momento de mayor combatividad del movimiento es imborrable. Mas de una generación han quedado marcadas con esta experiencia y las consecuencias de esta toma de conciencia de los oaxaqueños y las oaxaqueñas apenas empiezan a observarse. El trabajo de los y las indispensables parte de la premisa magnifica de un pueblo que es consciente de su dura e injusta realidad pero sobre todo de su fortaleza inmensa cuando se decide a actuar.
Este 2008 se inagura con una nueva oleada de reformas y agresiones a la vida de los trabajadores y campesinos de todo México, la liberación total a las importaciones de maiz, frijol, leche y azucar de Estados Unidos, el incremento al precio de la gasolina y del transporte publico, la aprobación de la reforma judicial que legaliza la represión de toda inconformidad y protesta social, el peligro del reinicio de la guerra en Chiapas por nuevas agresiones del ejercito y grupos paramilitares a las comunidades zapatistas y el despojo de las tierras recuperadas en el levantamiento de 1994, la necedad del gobierno mexicano de construir la presa de la parota en Guerrero en contra de la voluntad de los 42 pueblos afectados, son solo algunos ejemplos del inicio de esta nueva andanada de agresiones de los poderosos al derecho de vivir dignamente de los hombres y mujeres de nuestro pais. Pero a pesar del clima permanente de amenzas de represión y violencia por parte del gobierno de Felipe Calderon, el México de abajo, trabajador y paciente pero tambien valiente, rebelde y bronco habra de despertar del letargo en que lo tienen sumido las promesas nunca satisfechas de una democracia que funciona, unos partidos políticos que representan al pueblo y un desarrollo que produzca bienestar para todos y todas y este México de abajo, habra de ofrecer las batallas necesarias para erradicar a injusticia, explotación y miseria que nos oprimen.
Al iniciar este año 2008, es de fundamental importancia el mirarnos, reconocernos y reencontrarnos en la lucha que emprendimos los y las oaxaqueñas y oaxaqueños hace ya mas de un año. Mientras Ulises Ruiz siga como gobernador, mientras los causantes de nuestro sufrimiento sigan presentes ahí tan cínica e impunemente y profundizando su corrupción, violencia y mentiras, mientras las bases economica, política e ideológica en que se sostiene este sistema de explotación miseria y muerte que nos malgobierna sigan ordenando nuestras vidas, mientras nuestros 24 asesinados y asesinadas no obtengan justicia, nuestros desaparecidos no sean presentados con vida y los presos y presas políticos de todo el estado, de San Agustin Loxicha, de San Blas Atempa, de Santiago Xanica, de Guevea de Humboldt, de San Isidro Aloapan, de la APPO, no obtengamos libertad inmediata e incondicional y sean castigados los responsables del sufrimiento de nuestra gente, solo entonces podremos decir que en Oaxaca hay paz verdadera con justicia y dignidad. Hasta entonces, es responsabilidad moral de todos y todas quienes sientan en su corazon la flama de la rebeldia y el amor por la justicia, la dignidad y la paz el seguir luchando de manera digna, valiente, y combativa. En momentos de debilidad o desesperanza recordemos que somos muchos y muchas, que somos la inmensa mayoria, que ya una vez, hace no mucho tiempo nos vimos a la cara y nos reconocimos iguales en nuestro sufrimiento pero tambien en nuestra rebeldia e hicimos posible la fiesta mas grande de libertad que ha ocurrido en nuestro pais en los ultimos años, en la comuna de Oaxaca. Con su necedad, ceguera y autoritarismo, los poderosos estan abonando a una nueva y mas poderosa insurreccion, la cual seguramente habra de ser definitiva.
Arrancaron nuestros frutos, trozaron nuestras ramas, quemaron nuestros troncos pero no pudieron arrancar nuestras raíces
Fuente: David Venegas Reyes “Alebrije”
Penitenciaria Central de Santa Maria Ixcotel.