Tras una huelga indefinida de limpieza en la multinacional Ford, 50 trabajadoras de la entonces subcontrata de la contrata de Ford,Ramel-Acciona, fueron absorbidas para trabajar directamente en Acciona Facility Services. Tres meses después, Dapesa S.L. continúa adeudando entre 1.700 y 2.000 euros a casi todos sus ex empleados

Tras una huelga indefinida de limpieza en la multinacional Ford, 50 trabajadoras de la entonces subcontrata de la contrata de Ford,Ramel-Acciona, fueron absorbidas para trabajar directamente en Acciona Facility Services. Tres meses después, Dapesa S.L. continúa adeudando entre 1.700 y 2.000 euros a casi todos sus ex empleados

A raíz de aquella lucha laboral, los antiguos empleados de Dapesa S.L. vieron cómo sus condiciones de trabajo mejoraban al pasar a formar parte de la plantilla de Acciona, contrata de la limpieza de Ford España. Sin embargo, la lucha por que Dapesa cumpla con los derechos, tres meses después de finalizada la relación laboral, no ha acabado : Dativo Pérez, dueño de la empresa Dapesa S.L., que cuenta además con negocios de alquiler de maquinaria de limpieza para grandes superficies como Carrefour, sigue sin pagar los salarios que adeuda a sus 50 ex trabajadoras.

Tras la denuncia presentada por la Confederació General del Treball, la Inspección Provincial de Trabajo procederá a requerir el abono de los salarios a las ex trabajadoras así como, si lo considera pertinente, a sancionar a Dapesa S.L.

En este sentido, las antiguas empleadas critican la impunidad con que determinados empresarios incumplen lo mínimo en cuanto a normativa laboral. “En Dapesa han estado haciendo cosas que no se pueden hacer según el convenio, como prorratear pagas, retrasar por sistema la liquidación de las nóminas, no proporcionar los equipos de trabajo…” afirma Remedios Máñez, una de las ex trabajadoras y militante de CGT. “Lo peor es que este clima de tolerancia con prácticas abusivas, ilegales, irresponsables y codiciosas de los empresarios está cada vez más extendido”, reflexiona. “Además, nos debe entre 1.700 y 2.000 euros a cada una, una cifra muy importante para trabajadoras cuyo salario medio es de 700 euros. Trabajamos duro y en condiciones muy precarias… no olvidemos que nuestro convenio colectivo es de los peores del mercado laboral. Sólo nos falta que, encima, traten de escaquearse de pagarnos la miseria que ganamos”.

CGT-PV denuncia públicamente este tipo de prácticas empresariales y lucha contra el silencio, la ocultación y por tanto la complicidad con los explotadores sin escrúpulos.


Fuente: Gabinete de Prensa CGT-PV