Para entender por qué hay dos manifestaciones el 23 de noviembre en Madrid
Desde el pasado mes de septiembre de 2011 con el nacimiento de la Marea Verde, la posición de los sindicatos CCOO y UGT con respecto a las movilizaciones ha sido ambivalente, cuando no directamente reactiva.
Desde el pasado mes de septiembre de 2011 con el nacimiento de la Marea Verde, la posición de los sindicatos CCOO y UGT con respecto a las movilizaciones ha sido ambivalente, cuando no directamente reactiva. La Marea Verde nació como una superación de forma y tono de las mediaciones sindicales que habían venido rigiendo los conflictos educativos en los últimos años: superó el discurso corporativista centrado exclusivamente en los salarios y los derechos de los trabajadores, y emplazó a la movilización por un derecho de todos, el derecho a la educación, que también afectaba y defendían padres, madres, alumnos y muchos otros. Se impuso una forma de funcionamiento mucho más abierta que entraba en tensión con la propia estructura sindical; dicha tensión se vió reflejada principalmente en la negativa a convocar una huelga indefinida en el sector educativo. Sin embargo, la cualidad y la potencia de la Marea, aún con sus problemas internos desbordó las movilizaciones, tomó colegios, hizo huelgas de toda la comunidad educativa, incluyendo a la Ampas, y devolvió al conflicto educativo al centro de la lucha política por los derechos colectivos.
Meses después, con el nacimiento de la Marea Blanca, esa posición del sindicalismo tradicional estuvo ya ampliamente superada por una estructura hiper-compleja de asambleas de hospital y centros de salud, colectivos, asociaciones gremiales, sindicatos más variados y con más capacidad de conflicto, etc. Sin tener la batuta del tempo político, en Sanidad se ha dado la paradoja de que esa “debilidad del sindicalismo” ha abierto la movilización en el tiempo y el espacio. La Marea Blanca sigue teniendo hoy una potencia enorme.
Tras esos desplazamientos, CCOO y UGT necesitaban un mecanismo de legitimación social que se pareciera a las Mareas sin llegar a serlo del todo. Demostrando que van un paso por detrás en imaginación política lanzaron la “Cumbre Social”, una imitación de los Foros Sociales convocados desde 2001 por el movimiento alterglobalización. Es este caso, un espacio aglutinador de sindicatos, organizaciones sociales, ONGs e Izquierda Unida. Bajo ese paraguas se convocaron dos huelgas generales.
El pasado 23 de febrero, un pequeño grupo de distintos espacios ligados a las Mareas en Madrid convocó una Marea Ciudadana siguiendo el mito de la “Unidad” y apelando a que una convergencia de las distintas Mareas supondría un crecimiento en la lógica de conflicto. La movilización fue un éxito espectacular que dejó de nuevo a las cúpulas sindicales fuera de cuadro mientras sus bases se dedicaban a mover de forma autónoma la convocatoria. No parece que las hayan escuchado.
Esta experiencia se iba a reeditar este sábado en una manifestación convocada en primer lugar por el grupo Tribunal Ciudadano (que ha recogido y analizado miles de hipotecas para poner un querella por sobretasaciones y cláusulas abusivas a los directivos bancarios) que había invitado a sumarse a Mareas Ciudadanas, asambleas de barrio y otros espacios. La Cumbre Social entonces, inició un acercamiento a dicho espacio para, siguiendo con la retórica de la unidad, tener más fuerza; querían retirar de los lemas de la manifestación “Juico a la Banca” y dejar solo “Salvemos lo público” y “Salvemos las personas”, como si se pudiera salvar lo público y a las personas sin un juicio a la banca. Este intento de retirar a la banca de la agenda pública muestra con quién están los sindicatos. El Tribunal y las Mareas rechazaron la integración de los sindicatos como tales (podían acudir como individuos a apoyar la manifestación) y fueron a legalizar la manifestación; su sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron que los sindicatos ya habían legalizado una manifestación para ese día. Esa es la forma de colaborar y cooperar de CCOO y UGT con los movimientos: restar fuerzas convocando el mismo día y rebajar los contenidos sacando a la banca de la ecuación.
El resultado es que el sábado habrá en Madrid dos movilizaciones. Una, convocada desde abajo, por Mareas, asambleas del 15M y el Tribunal Ciudadano, saldrá el sábado 23 a las 12 horas de Plaza de España hasta Sol, con los lemas de “Juicio a la banca”, “Salvemos lo público”, “Salvemos las pensiones” y “Salvemos a las personas”
La otra (Atocha-Alcalá a la misma hora con los mismos lemas copiados excepto el de la banca) solo sirve para que las cúpulas de CCOO y UGT salven mínimamente la cara tras meses de absoluto silencio y, sobre todo, para intentar redibujar el mapa de la situación del eje Abajo-Arriba (no somos mercancía en manos de banqueros y políticos) al eje Izquierda-Derecha (la derecha recorta los servicios públicos y es mala -aunque la “izquierda” también lo haría); han intentado convertir la convergencia que se produjo a partir de una ilusión colectiva, la del mito de las Mareas Unidas, en un mecanismo de aparatos institucionales buscando recuperar hegemonías, poniéndose delante de miles de personas que luchan día a día y de forma horizontal en sus barrios y lugares de trabajo. Ponerse delante para presentarse como los interlocutores con el gobierno, negociar en nuestro nombre y seguir cobrando por representarnos. Por su parte, IU ha convocado también esta movilización con el lema “2 años de Gobierno del PP”. En agosto, cuando ya se había convocado la manifestación del 5 de octubre por la dimisión del Gobierno de Rajoy, Cayo Lara añadió confusión al anunciar que para ese mes IU preparaba una movilización “unitaria” por la retirada del Ejecutivo, sin que en ningún momento se haya hecho público quién estaba participando en ese espacio unitario. Ahora vemos lo que había detrás: nada.
No necesitamos que nos representen, gracias. Los sindicatos mayoritarios son una sombra de lo que fueron los sindicatos de los siglos XIX y XX. Desde que estalló la crisis no se han plantado ni una sola vez de forma completa y firme. Tienen miedo de perder la legitimidad frente al poder. No han entendido que el poder es la gente y a ella deberían responder. Pero claro, la sorpresa es pequeña. Es difícil no recordar el papel que jugaron CCOO y UGT (e IU) aceptardo y manteniendo en el modelo financiero de las Cajas de Ahorros, con Bankia a la cabeza; es dificil olvidar que entre los 33 de Bankia hay cargos de dichas organizaciones o que el congreso de administración de Bankia era una de las monedas de cambio y pacificación de la ciudad.
La Unidad no es buena per se, depende de la materialidad que construya. Quizás por eso el 15M se protegió tanto y tan bien declarando de forma continua su apartidismo. Lo que algunos vieron como indefinición o como hacerle el “juego a las derechas” ha resultado ser el mejor mecanismo contra la manipulación.
Madrilonia
http://madrilonia.org/2013/11/donde-la-cumbre-social-intenta-pescar-las-mareas-ciudadanas-desbordan/
Fuente: Madrilonia