MADRID.- Este martes ha resultado trágico en cuanto a accidentes laborales. Cuatro hombres han perdido la vida en accidentes de trabajo en varias ciudades.
En Sevilla, un obrero ha muerto y otro ha resultado herido grave en una explosión en un tanque de aceite de orujo de la empresa Actividades Oleícolas S.A., ubicada en el municipio de Dos Hermanas (Sevilla).
Según fuentes del servicio de emergencias 112, el suceso se produjo sobre las 9.50 horas, cuando los dos operarios se encontraban soldando un tanque de aceite de orujo en el interior de la nave de la empresa y se produjo una detonación por causas desconocidas.
Uno de los trabajadores murió de forma inmediata y el que resultó herido de gravedad estaba siendo atendido sobre las 10.30 horas en el mismo lugar de los hechos por una UVI móvil del 061, que acudió a auxiliar a los accidentados junto a los Bomberos de la Diputación, la Policía Local, la Guardia Civil y los asesores del 112.
Tragedia en el puerto
También en Andalucía, en Cádiz, un operario que realizaba las labores de avituallamiento a un barco pesquero en el muelle de La Cabezuela, en el término municipal de Puerto Real, falleció tras golpearse con la grúa con la que estaba cargando un bidón de aceite en la cubierta del buque.
Según fuentes de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, los hechos ocurrieron alrededor de las 14.30 horas, cuando J.G.S., del que se desconoce la edad, se encontraba cargando un bidón de aceite para el suministro privado del barco «Río Bravo» desde el muelle, cuando por causas que aún se desconocen la grúa le golpeó y le causó la muerte.
Además, este lunes, un hombre de 61 años falleció al ser aplastado durante una maniobra por una máquina elevadora, que conducía otra persona, en la empresa en la que trabajaba, en una de las zonas logísticas del Puerto de Sevilla.
Posibles irregularidades en otros accidentes
Asimismo, en Lezo (Guipúzcoa), un trabajador de 56 años falleció en la empresa Kopsal tras quedar atrapado en una mandrinadora de eje horizontal que «no estaba adecuada a la normativa» para ese tipo de herramientas, según ha podido constatar un técnico del Instituto Vasco de Salud Laboral, Osalan.
El fallecido, Francisco Javier I.A., trabajaba habitualmente con la mandrinadora y la fresadora de esta empresa, ubicada en el Polígono Industrial de Lezo y dedicada al mecanizado de grandes piezas.
Según el informe previo realizado por el técnico de Osalan, el accidente se produjo sobre las ocho de la mañana, cuando el fallecido trabajaba con una mandrinadora de eje horizontal de unos cuarenta años de antigüedad. Al parecer, el trabajador fue «atrapado por la caña donde va la herramienta», que le arrastró.
Cuando sucedió el siniestro, «el eje de la mandrinadora giraba a unas 300 ó 400 revoluciones por minuto, y la viruta que estaba enrollada en la caña le atrapó el jersey, volteándole y originándole la muerte», explicaron las mismas fuentes. Tan pronto como un compañero vio lo sucedido, paró la máquina desconectando el interruptor general.
El técnico de Osalan pudo comprobar que la máquina mandrinadora «no estaba adecuada a la normativa al uso para este tipo de herramientas, el Real Decreto 1.215». Tras realizar un análisis más profundo, la Inspección de Trabajo tendrá que determinar «por qué no se ha cumplido toda esa normativa» y, en su caso, elevar una sanción.
Se hunde una zanja
En Barcelona, un operario de 22 años ha muerto y otro de 34 ha resultado herido leve al venirse abajo parte de la zanja en la que estaban trabajando en la calle Llull de Barcelona, donde hace menos de un año murieron cinco trabajadores en un accidente ocurrido en circunstancias similares.
El siniestro se ha producido sobre las 09.00 horas a la altura del número 66 de esta vía, cuando un desprendimiento de tierras ha sorprendido a los dos trabajadores, de nacionalidad marroquí, en el interior de una zanja, de unos 2,5 metros de profundidad por 1,5 de ancho, que habían abierto para instalar un punto de recogida neumática de basura.
El terreno, principalmente arenoso, ha cedido debido a la ausencia de refuerzos laterales y ha sepultado parcialmente a los trabajadores, que en el momento del suceso realizaban, acompañados de un operario que manejaba una retroexcavadora, tareas de entibado, es decir, apuntalaban los laterales de la zanja para evitar el riesgo de hundimiento.
Los sindicatos CCOO y UGT, que han denunciado las «insuficientes medidas de seguridad empleadas» en estos trabajos de canalización, han señalado que, según las primeras hipótesis, la víctima mortal no ha fallecido ahogado por el derrumbe de tierras, sino por un fuerte golpe en la cabeza, extremo que han confirmado también fuentes del departamento de Trabajo.
En la imagen : Compañeros de los trabajadores accidentados en Sevilla. (Foto : EFE)
Fuente: Agencias