Ascó y Vandellòs acumulan el 80% de los percances desde diciembre - Seguridad Nuclear impone que sus técnicos decidan cuándo reiniciar la planta de Ascó
Un incidente tras otro. Cuatro de los ocho reactores nucleares españoles han registrado sendos percances en menos de 72 horas. Por distintos motivos y sin riesgo para la salud ni el medio ambiente, desde el pasado sábado hasta ayer. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo que vela por la seguridad atómica, atribuyó este hecho inédito a una "mala casualidad". Pero las organizaciones ecologistas lo achacan a la pésima cultura de seguridad con que Iberdrola y Endesa, propietarias de las cuatro nucleares afectadas, gestionan las plantas. "Además, el parque nuclear español es muy viejo y cada vez fallará más", auguró un portavoz de Greenpeace. Las propietarias de las nucleares restaron importancia a las averías y destacaron que la seguridad de las instalaciones no se vio afectada.
Ascó y Vandellòs acumulan el 80% de los percances desde diciembre – Seguridad Nuclear impone que sus técnicos decidan cuándo reiniciar la planta de Ascó

Un incidente tras otro. Cuatro de los ocho reactores nucleares españoles han registrado sendos percances en menos de 72 horas. Por distintos motivos y sin riesgo para la salud ni el medio ambiente, desde el pasado sábado hasta ayer. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo que vela por la seguridad atómica, atribuyó este hecho inédito a una «mala casualidad». Pero las organizaciones ecologistas lo achacan a la pésima cultura de seguridad con que Iberdrola y Endesa, propietarias de las cuatro nucleares afectadas, gestionan las plantas. «Además, el parque nuclear español es muy viejo y cada vez fallará más», auguró un portavoz de Greenpeace. Las propietarias de las nucleares restaron importancia a las averías y destacaron que la seguridad de las instalaciones no se vio afectada.

Tres de los incidentes se han sucedido en los tres reactores instalados en Tarragona, que gestiona la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (ANAV), propiedad de Iberdrola y Endesa. Estos lances, que se solaparon en las 48 horas que van del sábado al lunes, calan sobre una gestión plagada de desajustes. Las nucleares de ANAV, entre las que se incluye Ascó I -responsable de la fuga radiactiva del pasado noviembre ocultada durante meses-, protagonizan 24 de las últimas 30 anomalías del parque nuclear español.

Precisamente, una de las válvulas encargadas de refrigerar esta planta quedó bloqueada tras abrirse el pasado sábado, cuando ANAV ensayaba la conexión del reactor a la red eléctrica. Los responsables accedieron a parar la central el 10 de junio debido al escape radiactivo. Su puesta en marcha estaba prevista para el lunes, pero seguirá parada indefinidamente. La anomalía hizo que el CSN enviara ayer mismo cinco técnicos a la central. Su cometido, pese a que ANAV ya da por resuelto el incidente, consiste en indagar qué motivó el fallo.

ANAV deberá aguardar a que el CSN concluya sus propias pesquisas antes de conectar Ascó I a la red. Las dos entidades coinciden en no fijar una fecha para la puesta en marcha de la central ; pero las diferencias entre ambas cúpulas, alentada por el silencio que durante meses ocultó la fuga de Ascó, se concretó en una reunión celebrada mediante videoconferencia el pasado lunes.

Según fuentes próximas a ese encuentro, ANAV pretendía poner en marcha la planta una vez recibido el dictamen de la empresa estadounidense que le proporciona las válvulas. Tuvo que ceder a las imposiciones del CSN, cuyos técnicos decidirán, tras examinar tanta válvula como consideren oportuno -Ascó posee cerca de un millón de ellas, pero sólo unas decenas pertenecen a la misma clase de la que se bloqueó-, en qué momento se reinicia el reactor.

Cada día que la nuclear está inactiva supone dejar de facturar cerca de un millón de euros para Endesa e Iberdrola, las dueñas de la central. Pese a que ninguno de los dos procedimientos debería comprometer la seguridad de la nuclear, la diferencia de calendarios pone de relieve el malestar del CSN ante la cascada de incidentes.

El pasado lunes Ascó II sufrió una bajada de potencia del 30% durante ocho horas tras dañarse el interruptor de una de las bombas de agua. Ésta impulsa agua al generador de vapor para que accione la turbina central ; sin este vapor, no puede operar a pleno rendimiento.

Poco más de una hora después, se rompía en Vandellòs II un circuito de aceite de la bomba que controla las condiciones químicas del agua que pasa por el reactor. El escape disparó el sistema de detección de incendios, pero no llegó a causar fuego.

Los problemas con Ascó y Vandellòs no son nuevos, ya que la central tiene fama de chapucera dentro del CSN. En mayo de 2007, la presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten, ya llamó a los directivos de Endesa para pedirles explicaciones sobre el parque nuclear catalán, que ya entonces triplicaba en incidentes la media de las nucleares españolas. En 2005, el CSN acusó a Vandellòs de «primar la producción sobre la seguridad» y de ocultarle información.

El diputado de ICV, Joan Herrera, insistió ayer en pedir al Gobierno y al CSN que estudien retirarle a ANAV la titularidad de la Ascó y Vandellòs.

A los problemas en Cataluña se sumó la nuclear de Cofrentes (en Valencia), gestionada por Iberdrola, que sufrió a las 11.17 horas de ayer una bajada de potencia a consecuencia de un desajuste en el circuito de aceite de una turbina de agua. El sistema de la central redujo la potencia al 59,6%, informa Sara Velert. Cofrentes suma tres paradas forzosas en lo que va de año.


Fuente: FERRAN BALSELLS | EL PAIS