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Estando como están, sufriendo una crisis económica importante, toda la
población árabe, tanto musulamna como cristiana, ha cerrado hoy sus negocios
como señal de duelo y de protesta por el nuevo crimen de guerra cometido
ayer por Israel contra la población libanesa.
Es increíble y me gustaría resaltar la fuerza de esta gente, su
convencimiento y determinación que les refuerza el sentimiento de
pertenencia a su tierra y su derecho a defenderla.
Es impresionante cómo mucha gente y sobre todo en Gaza, nos paraba por la
calle para contarnos lo que les estaba haciendo Israel, para después acabar
con una oda a la resistencia y una soflama sobre la victoria final, que
tardará pero finalmente les llegará.
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Crónica 8, 31 de julio de 2006
Kaixo compas,
Hoy este pueblo nos ha dado una vez más una lección de dignidad y
solidaridad.
Es alucinante ese discurso, tan coherente, pero tan duro y difícil a la vez :
«podrán masacrarnos con sus armas, pero nosotros nunca nos iremos. Nunca más
otra Al Naqba» y es que realmente mantienen vivas y reales las palabras que
Mahmoud Darwish escribe en uno de sus poemas : «Palestina, ásta es nuestra
tierra y en ella persistiremos».
La estancia en Gaza ha sido de lo más intensa y la verdad es que hemos
tenido dificultades para poder conectarnos a internet. Unas veces por falta
de ordenadores, otras por falta de tiempo y otras veces por falta de
electricidad.
Como medida de seguridad no pasamos las notas sobre la información que
habíamos recibido allí por lo que probablemente olvidaré algunos momentos de
nuestra estancia allí. Lo que desde luego tengo claro es que ni aunque
quisiera, podría transmitiros todo lo que allí sentí.
La primera noche tras hacer la valoración del día que todas definimos como
muy intenso, impactante y duro nos repartimos por los apartamentos donde nos
había alojado la gente del centro de derechos humanos (y por los que, por
cierto, finalmente no nos hicieron pagar nada). En ese momento se fue la
luz.
Al cabo de unos minutos empezamos a oír el sonido inconfundible de los
helicópteros apache. La noche estaba despejada, pero resultaba imposible ver
nada, aunque el sonido nos indicara que estaba sobrevolando nuestro
edificio. Tres compañeros nos quedamos agazapados en la terraza con las
luces del piso apagadas. Al cabo de unos minutos vimos una luz que como una
bengala caía hacia el suelo y se iba apagando, al instante la detonación de
una bomba rompió el silencio de la noche. Acto seguido una rafaga de color
rojo aparecia en la oscuridad de la noche y despues le seguia el sonido
pertinente. Despues otra luz amarilla grande cayendo lento hasta desaparecer
y otra explosion.
Estabamos alucinados, eran las tipicas escenas de guerra «aseptica», como de
ficcion, que nos muestran las pantallas de nuestros televisores mientras
estamos acabando de comernos la manzana de la cena. Pero en esta ocasion
teniamos la certeza de que era tan real como nuestra presencia alli y que de
aseptica tenia lo mismo que la mas inmunda de las cloacas, nada. Al rato las ambulancias. Despues silencio. Al dia siguiente, fuimos a recorrer la parte central y sur de Gaza. Empezamos yendo a ver las instalaciones de la central electrica que habia
sido atacada y destruida por Israel dejandoles sin el 80% de su fluido
electrico. Y es que ese es uno de los principales objetivos de estas guerras
sucias contra los pueblos, la destruccion de las infraestructuras. Lo
hicieron en Iraq, lo hacen en Palestina, lo vemos en Libano, una destruccion
de las infraestructuras para dejar a su poblacion sumida en el caos y
dejarla durante meses y anyos en condiciones infrahumanas, sin luz, sin
agua, sin combustible (hace dos dias que cerraron el paso fronterizo por el
que entra la gasolina, lo que enpocos dias puede suponer un caos total) Despues fuimos al campo de refugiados de Al Magasi,donde habian tenido lugar
los ataques mortiferos de los ultimos dias.
Alli nos estuvieron explicando como tanto la poblacion local, curtida en mil
batallas (O mejor dicho, ataques)como los medico que les atienden en los
hospitales constataban que algo diferente y terrible tenian las nuevas
bombas y que desde luego no se trataba de armas convencionales. Nos mostraron orificios de bombas que tras explotar pentraban varios metros
bajo la tierra, como el recorrido de un gusano. Nos decian que eso no lo
habian visto nunca y que pensaban que igual las cabezas de esas bombas
podian tener algun tipo de material radioactivo o quimico prohibido. Tambien nos comentaban como la parte posterior de las bombas en el momento
de expltar soltaban una catidad de piezas afiladas que actuaban como
cuhillos cortando y despedazando todo lo que encontraran a su paso, actuando
en forma de trituradora.
En otra casa en la que estuvimos el hijo del duenyo de la casa salio a
recibirnos. Nos conto que dos dias antes estaban su padre sentado en una
hamaca y su madre y su hermana sentadas en otra zona del jardin ceca de un
olivo, cuando de repente se oyo un sonido terrible. Al levantarse la
humareda que la bomba provoco el hombre herido descubrio a su mujer y a su
hija tumbadas boca abajo y totalmente destrozadas, con trozos de su cuerpo
por todo el jardin,la mujer sin las piernas y algo sorprendente y para esta
cultura doblemente doloroso, descubrio que las ropas de su mujer y su hija
habian desaparecido, dejando los cuerpos despedazados al desnudo. Desde luego nosotros pudimos comprobar en el hospital Shifa como los heridos
tenian sus cuerpos repletos de heridas que no acababan de cicatrizar, algo
que tenia sorprendidos a los medicos.
Y tambien pudimos constatar la cantidad de personas a las que se les habia
tenido que practicar una amputacion o una doble amputacion de sus miembros
debido a la gravedad de las heridas que esas nuevas y desconcidas bombas
causaban.
No soy una experta en heridas de guerra, pero para estas personas a las que
desgraciadamente no les hace falta un master para saber mas que cualquiera
de nuestros cientificos, tenian plena certeza de que Israel estaba
utilizando armamento no convencional.
Volvimos al bus y seguimos bajando hacia Rafah, alli pudimos ver como la
destruccion de casas sigue siendo una practica habitual del ejercito
israeli. Anyo tras anyo, cuando llego alli, soy incapaz de reconocer
ninguna casa, ni de ubicarme y es que el escenario cambia completamente, es
como si cada anyo Rafah fuera empequenyeciendo y es que de alguna forma asi
es, por lo menos la cantidad de casas si es reducida.
En nuestro recorrido entramos tambien a la excolonia de Gush Qatif. Indignante comprobar como los colonos vivian en un paraiso al lado del mar,
lleno de agua dulce y palmeras, con el 35% del territorio solo para 8.000
colonos, dejando el 65% de los 365 Km2 que tiene Gaza para 1.300.000
palestinos viviendo hacinados, sin el control de sus pozos de agua, con las
carreteras cortadas, para que los colonos pudieran entrar y salir de la
colonia cuando les pareciera, robandoles todos sus recursos, destrozandoles
sus escasas infraestructuras y disparandoles cuando les apetecia. Y la gente, en occidente, todavía sentia sentía lástima de estos monstruos
cuando eran trasladados (que no expulsados) de sus casas. ¡Que asco de
gente !
Después llegamos a Khan Younis, allí estuvimos visitando más casas
destruidas y estuvimos con el dueño de una fábrica textil al que le habían
destruido completamente la fábrica, la maquinaria, la mercancía,
absolutamente todo, miles y miles de dólares convertidos en basura, en
escombros. Sin indemnización, sin ayudas, perderlo todo en un segundo. Por
nada. O sí, por ser palestino y estar en tu tierra….
Al acabar el recorrido subimos hacia el paso de Erez pues seis compañeros
tenían que coger sus vuelos en uno y dos días, así que decidimos partir la
brigada y quedarnos tres personas unos días más en Gaza y el resto salir ya. Por la mañana preguntamos al consulado cuándo estaría abierto el paso y nos
dijeron que hasta las 17,30 h. Llegamos a las 16,50 h y cual fue nuestra
sorpresa al oír que ya no podíamos pasar que habían cerrado el paso.
Estuvimos discutiendo por teléfono con ellos, llamamos al consulado, éstos a
su vez llamaron a Erez, pero no sirvió de nada, así que nos volvimos al
apartamento a ver cómo podíamos arreglar aquello.
Tras múltiples llamadas conseguimos que, por lo menos, nos dieran el horario
del dia siguiente : 9 a 12 h.
Al día siguiente, los compañeros y compañeras salieron a las 8,30 h., al
llegar allí les dijeron que estaba cerrado, nos llamaron a los que nos
habíamos quedado en Gaza city y empezamos a hacer llamadas y contactos desde
la oficina de derechos humanos. Primero nos pedían el número de personas
para pasar, después nos dijeron que no. Otra llamada del consulado
y entonces nos pedían los datos de la gente. Se los damos. Otra vez que no.
Otra llamada al consulado y de éstos a Erez, ahora que sólo pueden pasar
diplomáticos. Seguir esperando, llamando.
A las 11,30 h. les dicen que como cierran a las 12 ya no da tiempo a hacer
ninguna coordinación de paso. ¡Ahí queda eso ! Sin embargo, les comentan que
a la tarde probablemente lo volverán a abrir.
Mientras, nosotros tres, entre llamada y llamada estamos conversando
animadamente con Raji, quien nos presta toda la ayuda que necesitamos y más. A la tarde nos vamos con un compañero de los HWC (la contraparte) a visitar
la zona Este de Gaza y la zona norte, nuevamente.
A la tarde los compañeros vuelven al checkpoint. Allí aparecen un par de
coches de la ONU y un par de periodistas, tras estar todo el día
«toreándoles» los soldados deciden disolver a los compañeros disparándoles
unas cuantas ráfagas. Probablemente no tiraban a dar, pero el susto no se lo
quitó nadie.
Mencionar que los primeros que salieron corriendo, como casi siempre, fueron
los dos coches de la ONU y después y como pudieron salieron los demás. Mientras tanto nosotros seguíamos visitando casas y recorriendo campos de
cultivos ubicados en la frontera con Israel, recientemente destruidos con
bulldozers y tanques. En algunas ocasiones sonaban disparos y vimos la
silueta de algún tanque, los vecinos nos dijeron que los soldados estaban al
acecho así que decidimos salir de la zona.
De allí nos fuimos a una reunión con compañeros del Frente Popular en Gaza y
más tarde se reunieron con nosotros los compañeros que habían perdido su
día, bajo un sol de justicia,en el checkpoint.
Y es que esa es la política de la «única democracia de Oriente Medio», la
política de la mentira, del engaño, de la prepotencia, del control de tu
vida o del intento de control de tu vida, la política del desgaste, la
política de la asfixia sutil y permanente, para todo aquel que se oponga de
una u otra forma a sus planes expansionistas e imperialistas. Volvimos a casa, en todo momento la gente nos paraba para contarnos cosas,
para explicarnos cómo les obligaban a vivir, para que entendiéramos que
ellos no eran unos terroristas, que sólo querían vivir en paz. Todo sin
saber que nosotros ya sabemos, ya tenemos muy claro que aquí el único que
practica terrorismo es el fascista estado de Israel.
Al llegar al apartamento hubo otro corte de luz y mientras encendíamos las
velas oímos un bombazo, no sonaban muy lejos, pero tampoco muy cerca, al
rato otro. Y otro más. Me puse a mirar el reloj cada 3,30 min. sonaba un
bombazo. De repente hubo uno muy fuerte todos salimos de nuestras camas sin
saber si debíamos vestirnos por lo que pudiera pasar, esperamos un rato en
el comedor todas juntas, volvieron a oírse bombas pero esta vez más lejos,
así que volvimos a la cama.
Al día siguiente nos despertaron diciéndonos que habían abierto el
chekpoint, así que nos fuimos hacia allí.
Llegamos a las 9 h. conseguimos pasarlo a las 12,30 h.
Además de todos los controles que ya conocía y que hacen de ese chekpoint un
laberinto de tortura, en esta ocasión pude constatar lo que tantas veces
había leído como denuncia de los centros de derechos humanos, la utilización
de aparatos de rayos X para la población civil.
Efectivamente, después de sortear múltiples pasillos, tormos rotatorios y
vallas, nos metieron, uno a uno, en una especie de tubo transparente con
doble capa, parecido a los de las películas de ciencia ficción en los que
teletransportan al protagonista a otra galaxia, con la diferencia que en
esta ocasión recibimos una dosis de radiaciones ionizantes con todo el
peligro que ello conlleva, algo totalmente prohibido por la legalidad
internacional, legalidad internacional que Israel una vez más constatamos
que se pasa por donde le apetece, legalidad internacional que una vez más
constatamos que la comunidad internacional no obliga a cumplir
convirtiéndose en cómplices y por tanto culpables de todos los crímenes
contra la humanidad que Israel comete en Palestina y actualmente también en
el Líbano.
Ayer y hoy hemos acudido a manifestaciones en Ramnallah y Jerusalen en
protesta por lo que está ocurriendo en Palestina y Líbano y el grito más
coreado era «Hizbola !!!»
Y es que efectivamente son los únicos que le están plantando cara al gran
monstruo que es el dueto Israel-USA
Así que unimos nuestras voces a las del resto de palestinos y palestinas y
gritamos : «Hizbola !!!!»
Salud, amor y fuerza,
Par : rr.ii.
Fuente: Li