Crónica 10, 14 de agosto de 2006
Israel 0- Hezbola 1

Hoy lunes 14 comienza, o debería comenzar el alto el fuego aceptado por Israel y Hezbola. El otro día nos reunimos un grupo de amigos en la casa de Jerusalén en la que me quedo y estuvimos hablando del tema, y es que aquí en Palestina la política es como el pan nuestro de cada día, está presente en absolutamente todos los rincones del país las 24h del día.

Crónica 10, 14 de agosto de 2006

Israel 0- Hezbola 1

Hoy lunes 14 comienza, o debería comenzar el alto el fuego aceptado por Israel y Hezbola. El otro día nos reunimos un grupo de amigos en la casa de Jerusalén en la que me quedo y estuvimos hablando del tema, y es que aquí en Palestina la política es como el pan nuestro de cada día, está presente en absolutamente todos los rincones del país las 24h del día.

Algunos de ellos eran palestinos de los teritorios del 48, es decir, pertenecen a ese 20% de árabes que viven en Israel en condición de ciudadanos de segunda o tercera.

Y es que, como nos explicaban, las políticas racistas que aplica el estado de Israel sobre este 20% de sus ciudadanos no sólo no han desaparecido durante estos dóas de guerra con el Líbano, sino que se han agudizado y hecho más patentes y dolorosas.
Desde le 12 de Agosto fecha en que comenzó el conflicto israelo-libanés la mayoría de los ciudadanos judíos del norte de Israel emigraron al centro y sur del país.

De hecho estos días, en el norte del país el 70% de la población que se ha quedado en sus casas es árabe, cuando en realidad esta población árabe es una clara minoría (por ejemplo, sólo en Haifa la población árabe es el 15% de la población total)

Nuestros amigos Inés y Amer nos comentaban con qué felicidad contemplaban desde sus casas las caravanas de judíos israelíes que salían de su ciudad, Haifa, punto estratégico de vital importancia, por su situación geográfica, por ser uno de los principales puertos y por tener una importante industria química y tecnológica.

Nos comentaban que fue como sentir que la historia estaba haciendo justicia y que expulsaba de las ciudades históricamente palestinas a todos aquellos que vinieron en las últimas décadas a colonizar Palestina, destruyendo pueblos y eliminando a su población autóctona, transformando el paisaje y la forma de vida en la región.
Yona Yahav, alcalde de Haifa, en un alarde de cinismo e ironía escribió un artículo que encabezaba con la frase “Nadie podrá sacar a los árabes de su tierra”.. Esto que en un primer momento puede parecer un elogio a la población árabe en realidad lo que pretendía era instar a la población árabe a permanecer en sus casas, para que, obviamente, fueran ellos las víctimas durante los bombardeos y no la población judía a la que dio todas las facilidades para marchar al centro o sur del país, bien fletando medios de transporte o bien acondicionando hoteles para ellos.

Con respecto a los refugios nos comentaron que existe una ley por la que todo edificio que se construya en Israel debe tener su refugio. Esta ley de 1991 obviamente afecta a los edificios que fueron construidos en los últimos años.
Pero en en el barrio de Wadi Al Nasnas un barrio pobre y viejo, donde vive la inmensa mayoría de la población palestina, las viviendas son muy antiguas algunas de ellas de cientos de años y la construcción de refugios es completamente imposible.

El ayuntamiento debía construir dos o tres refugios por barrio, además de los que hubiera en cada edificio, sin embargo en este barrio sólo hay uno que mide aproximadamente unos 10m2, sucio, sin ningún tipo de material, ni mantas, ni agua, ni máscaras de gas, nada.

Las ambulancias, tras las sirenas y los bombardeos apenas circulan por este barrio y si en condiciones normales reciben menos servicios que el resto de la ciudad en estas fechas esta diferencia es mayor, por ejemplo la recogida de basuras en estas fechas sólo se ha llevado a cabo en este barrio en un par de ocasiones.

Otro detalle significativo durante estos días ha sido la rapidez con que los medios israelíes informaban de la muerte de ciudadanos árabes por los bombardeos, y la dilación con la que los mismos medios de comunicación daban la noticia cuando los que morían eran ciudadanos judíos.

La inmensa mayoría de la población árabe, cristiana y musulmana, decidió quedarse desde el principio y todos tenían muy claro que si los Katyushas les mataban no iba a ser Hezbola el responsable sino el estado de Israel.

Nuestros amigos nos comentaban que están convencidos que aunque no se pueda hacer público porque los servicios de inteligencia interior controlan y reprimen de forma brutal cualquier tipo de disidencia interior (paradójico en el país que se jacta de ser la “única democracia” de oriente medio) la población árabe en su interior apoya a Hezbola como única fuerza que se ha atrevido a plantar cara a Israel.
Además, la gente ha podido comprobar durante estos días de guerra cruenta, quién cumplía su palabra, quién informaba con veracidad de lo que estaba ocurriendo y quién mentía.

Por ejemplo, tras la matanza de Qana, los medios israelíes apenas sacaron fotos de personas, de niños muertos o heridos, mostrando siempre fotos de edificios derruidos sin embargo tanto en Al Yazira, como en Al Arabiya, como en el canal de Hezbola la gente pudo comprobar la brutalidad del ataque y cerciorarse de quién ocultaba la realidad.

Cuando Hezbola decía que la noche anterior había atacado tal zona, el gobierno israelí lo desmentía a la mañana y lo reconocía a la noche. Lo mismo ocuría con las bajas de soldados, Israel sistemáticamente desmentía la muerte de soldados de su ejército así como la destrucción de sus tanques, a pesar de que Hezbola mostrara las imágenes con fotos y vídeos. A los días, el ejército israelí, reconocía haber tenido bajas aunque nunca han admitido el número de bajas que da Hezbola, más de 100 hasta el momento.

El 10 de agosto y tras la muerte dos días antes de dos palestinos por los ataques de Hezbola, Nasrallah en uno de sus comunicados instó a la población árabe a desalojar la zona : “Vuestra sangre es nuestra sangre, vuestro dolor es nuestro dolor. Nosotros necesitamos reaccionar ante los ataques israelíes al Líbano. Por favor, marchaos.”

Algunas personas, incluso nuestros amigos gente culta y políticamente implicada y muy posicionada, decidieron hacer caso al llamamiento de Nasrallah.
Y es que, a pesar de que una vez más nuestros medios de comunicación occidentales nos muestren a Nasrallah como un fundamentalista y/o terrorista, lo que se puede percibir desde aquí, escuchando sus comunicados es que desde el principio los objetivos de Hezbola han sido objetivos militares, que desde el principio en sus comunicados Nasrallah instaba a Israel a llevar a cabo una guerra entre ejércitos, sin embargo Israel siempre se ha negado a ello con las palabras y sobre todo con los hechos. Incluso, cuando Hezbolla ha atacado algunos centros de población civil éstos han intentado ser selectivos, bombardeando sobre todo colonias o puntos militares estratégicos en las ciudades, sin que haya sido en ningún momento el ataque a la población civil un fin en sí mismo.

Sin embargo el ejército israelí desde el principio se centró en destruir las infraestructuras sociales, puentes, carreteras, gasolineras, centrales eléctricas y a atacar a la población civil con una saña, una bajeza y una crueldad difíciles de creer.

Por ejemplo cuando han instado a la población a marcharse de los pueblos y después les han bombardeado mientras la gente obedeciendo sus ordenes se estaba marchando de sus pueblos. El último de estos casos tuvo lugar el viernes pasado en la localidad de Marieyoun donde el ejército israelí violó el acuerdo que había suscrito con el ejército libanés, unos minutos antes, bombardeando el convoy civil repetidamente y matando a 6 personas.

Posteriormente se excusaron diciendo que “había sido un error porque sospecharon que quizá en el convoy habría alguien de Hezbola”

O cuando bombardearon el edificio lleno de niños, algunos de ellos con discapacidad asesinando a 56 civiles, o cuando mataron, imposible pensar que de forma involuntaria, a los cuatro observadores de la fuerza internacional para el mantenimiento de la Paz de la ONU.

En fin, múltiples ejemplos que permiten a cualquier persona en su sano juicio, comprender que la batalla moral en esta guerra, indiscutiblemente la ha ganado Hezbola, pues si bien es difícil hablar de moral en un contexto bélico no es menos cierto que dentro de esa relatividad el hecho de que la gran mayoría de las aproximadamente 130 víctimas israelíes sean soldados mientras que la inmensa mayoría de los aproximadamente 1.100 víctimas libanesas sean civiles es un claro indicador del calado moral de ambos bandos.

Pero no sólo ha ganado la batalla moral, también la económica y la política.
Hezbola es un grupo armado infinitamente inferior al ejército Israelí, sin embargo han conseguido paralizar la vida económica de Israel y les han infligido un varapalo político que el gran jefe USA no va a olvidar fácilmente.

Además, aunque en un primer momento el presidente libanés, Señora, condenó la captura de los soldados israelíes, cuando Israel comenzó con los ataques a civiles e infraestructuras expresó su apoyo al movimiento de resistencia Hezbola y entendió las palabras de Nasrallah cuando dijo “Hezbola no es un enemigo del Líbano. Lucha por los derechos del pueblo libanés y cuando el gobierno libanés no consigue nada para alcanzar dichos derechos los movimienos de resistencia debemos actuar”.

Por lo tanto lo que ha conseguido Israel en esta ocasión ha sido terminar con el período de inestabilidad en el que se hallaba sumido el país tras el asesinato de Hariri y que el pueblo libanés se haya unido, unidad que no se daba desde 1975.

Incluso recientemente Hezbola anunció que la resolución 1.701 no le parecía buena, pero que acataría lo que el gobierno libanés decidiera, dando una clara muestra de coherencia y cooperación.

Y es que aunque, igual que he dicho anteriormente, nuestros medios de comunicación den una imagen negativa de Hezbola, aquí, sobre el terreno todo el mundo sabe que Hezbola está compuesto por gente de todo rango social y condición, desde campesinos a doctores y que Nasrallah, no hace como Bush padre y libra a su hijo de ir a Vietnam, sino que al igual que muchos otros padres libaneses tiene a un hijo en el frente y perdió a otro de sus hijos en la lucha, acto que aprovechó el ejército israelí para intentar socavar la fuerza de este hombre, reteniendo su cadáver, ante lo que Nasrallah anunció que el cadáver de su hijo no era diferente del cadáver de los otros guerrilleros libaneses y que por tanto esperaría a que hubiera unas negociaciones para recibir su cuerpo.

Y es que sin pretender hacer en exclusiva una oda a Hezbola, sí que elevo una oda a los movimientos de resistencia contra el imperialismo norteamericano y su globalización neoliberal, a los movimientos que defienden el derecho de los pueblos a decidir su presente y su futuro, a los movimientos de resistencia que, legítimamente, y por todos los medios defienden a sus pueblos de una ocupación.

Y es que no hay que olvidar que aunque la comunidad internacional haya tenido sus miradas centradas en Líbano aquí en Palestina, Israel prosigue con sus políticas de limpieza étnica.

Siguen con la construcción del muro, con la confiscación de tierras, con la dificultad de movimiento, el encarcelamiento de la población y de sus representantes democráticamente elegidos (40 ministros y diputados e incluso el presidente del parlamento)…

Pero, sobre todo, la ocupación sigue con especial crudeza en Gaza donde desde el 28 de junio 184 civiles palestinos han sido asesinados, 42 de ellos niños, 650 han sido heridos y a más de 3.500 se les ha destruído sus casas.

Sólo en la última semana 25 palestinos, de ellos 6 niños, fueron asesinados y 59 fueron heridos. Y aunque en nuestros telediarios probablemente anunciarán de que Israel había permitido la apertura del puesto fronterizo de Rafah, seguro que los días posteriores no anunciaron que había permanecido abierto durante sólo 7 h. y posteriormente había vuelto a ser cerrado.

En fin, las medias verdades, cuando no mentiras flagrantes de nuestros medios de desinformación….

Y hablando de mentiras flagrantes me gustaría mencionar una que viene siendo repetida con alevosia e intencionalidad, a pesar de la queja explícita llevada a cabo por varias personas con conocimiento de causa, en uno de los periódicos supuestamente de mayor credibilidad del estado español, el diario el País.

En el país digital, en las noticias relacionadas con Israel, aparece en el lateral un recuadro en el que puede leerse al lado de la bandera israelí (que para quien no lo sepa representa al pueblo judío, en forma de la estrella de David, en el territorio comprendido entre el Nilo y el Eúfrates, en forma de las dos bandas azules. Vamos, se puede decir más alto, pero no mas claro), bueno pues al lado de la bandera, se puede leer : Israel, capital : Jerusalén (¡ !!!!!!!)

El país debería despedir al encargado de la configuración de esta reseña, por inepto e incompetente, pues cualquier periodista que se precie debería saber que la capital de Israel es Tel Aviv y que Jerusalén pese a los intentos repetidos y masivos del ejecutivo israelí de judeizar la ciudad y convertirla en su capital, mantiene un estatus especial que determina la partición de la ciudad en una parte judía y otra árabe a través de innumerables resoluciones de Naciones Unidas que hacen referencia a Jerusalén como ciudad con un estatus diferenciado, entre las que se pueden citar : 181, 194, 242, 252, 267, 465, 2253,…..

A no ser que dicho error en realidad no sea un error sino una estrategia sutil para inculcar en las mentes de los lectores uno de los principales objetivos del estado de Israel, la conversión de Jerusalén en su capital en forma ciudad exclusivamente judía.
En este caso, obviamente, no nos quedaría otra que definir al diario el País de diario de inclinación sionista.
Si no es así, que rectifiquen.
No es momento de ambigüedades ni de neutralidades o se está contra la injusticia y la opresión o se participa en ella. Y el diario el País con este “detalle” incuestionablemente, participa.
Salud, amor y fuerza, Li


Par : rr..ii.



Fuente: Li