Crónica del homenaje a Quico Sabaté y la Jornada Antirrepresiva

Este ha sido un fin de semana intenso, de esos que te dejan marcado por la cantidad de experiencias vividas.

La primera experiencia fue conocer la figura de Quico Sabaté en el pequeño homenaje que realizamos por su cien aniversario. Quico Sabaté es una de esas personas que nacen cada mucho tiempo y que están hechos de una pasta especial. “Enemigo número 1 del régimen” y el maquis más popular de Catalunya, fue una persona admirable, con toda una vida dedicada a la causa de la revolución social, que hay que recordar en cuanto que es un ejemplo de vida y de lucha contra la injusticia que perdura en la historia. Afiliado a la CNT y a la FAI con 16 años, participando de las insurrecciones anarquistas en Catalunya durante la República, miliciano durante la Guerra Civil y maquis durante el franquismo, Quico Sabaté no solo se enfrentó a la Dictadura, sino también a su propia organización, que desde el exilio, censuraba su lucha para devolver la dignidad a un pueblo humillado que había perdido mucho más que una guerra. Por eso, le hicimos este pequeño homenaje el pasado viernes, porque su lucha no murió con él aquel 5 de enero de 1960 en Sant Celoni, sino que su lucha también es la nuestra, puesto que es la lucha por la dignidad, por la libertad, por la justicia social y, en definitiva, por la vida.

Pero Quico Sabaté no fue la única persona que me sorprendió el pasado viernes. Ricard Vargas, escritor e historiador, que presentó su documental “El maquis en Catalunya” durante el homenaje a Quico Sabaté, también nos dejó profundamente marcadas. Un hombre, que aunque entrado en edad, continúa con la misma fuerza que cuando era militante del MIL (Movimiento Ibérico de Liberación) y de la OLLA (Organizaciones de Lucha Armada). Y es que Ricard, historia viva del anarquismo, fue compañero de Salvador Puig Antich, participó en expropiaciones de bancos durante el franquismo (donde todo el dinero iba a parar a luchas obreras, cajas de resistencia, familias necesitadas), estuvo encarcelado durante casi un año a una celda de aislamiento y, en definitiva, ha tenido una vida dedicada a la lucha social y la expansión del ideario libertario. Hoy Ricard dedica su tiempo a recopilar la historia de los que fueron sus compañeros y compañeras, a pesar de que no las conociera.

El sábado, durante la Jornada Antirrepresiva, también fue un día lleno de experiencias y emociones, durante el cual no solo pudimos tomar conciencia de la represión que vivimos, sino que también tomamos conciencia de que nuestra lucha, igual que la de Quico y Ricard, es justa y tiene un sentido y que junto al arma de la solidaridad, que nos convierte en un solo puño que golpea toda esta injusticia en forma de sistema, neutraliza toda esta represión. Esto lo pudimos aprender durante el Taller Antirrepresivo, donde reflexionamos sobre la represión que sufrimos y cómo defendernos de esta. La proyección del documental “Ciutat Morta” nos llenó de emociones que después pudimos canalizar durante el encuentro con personas represaliadas de CGT, que a través de sus experiencias y el debate colectivo, nos permitió estrechar los lazos de solidaridad.

Además, como la represión, pero también la solidaridad, son internacionales, las asistentes a la Jornada nos hicimos fotos de apoyo a las 46 estudiantes desaparecidas de Ayotzinapa a 6 meses de su desaparición.

En definitiva, un fin de semana de los que vale la pena recordar por la cantidad de experiencias vividas y aprendidas.

PD: Desde estas líneas quiero agradecer el esfuerzo y la dedicación de toda la gente que participó en la organización de las Jornadas, especialmente a Ricard Vargas, a la Asemblea Antirepressiva, a la Asamblea de Paradas y Precarias y a las personas represaliadas que nos contaron su experiencia. Muchas gracias a todas.

Marc Banyuls

Secretario de Formación (en funciones) de CGT del País Valencià y Murcia

http://www.cgtpv.org/Cronica-de-l-homenatge-a-Quico.html