Compañera, que la tierra te sea leve.

El pasado día 19 falleció la compañera Teresa Jiménez Benedit quien fuera elegida Secretaria de Finanzas del Comité Confederal de la CGT en nuestro XII Congreso (oct-93) y reelegida en el siguiente (fbro-97), hasta dejar y ser sustituida de tal gestión y responsabilidad en el XIV Congreso (abril-01), celebrado en Valladolid. Desgraciadamente, de aquel segundo Secretariado Permanente ya ”se nos fueron” el compañero Pepe García Rey (Secretario de Salud Laboral), el compañero Eladio Villanueva Saravia (Secretario de Acción Sindical) y –recién ahora- la compañera Teresa. Sin duda, tres militantes de los imprescindibles, cada cual con un perfil totalmente diferente, pero estando ahí –precisamente- la riqueza de una organización como la nuestra y –ya por siempre- suya (CGT).

El jueves 21 Teresa tuvo una entrañable despedida, acompañada de su familia, compañeros y amigos, en la sala laica del crematorio de la Almudena, frente por frente del Cementerio Civil de Madrid. El viernes se reunió con sus padres en la fosa del cementerio de su Soria natal, muy cerca del viejo olmo inmortalizado por Machado.

En su despedida se la quiso nombrar, honrar y homenajear con pronunciamientos muy sentidos como los que siguen:

El jueves 21 Teresa tuvo una entrañable despedida, acompañada de su familia, compañeros y amigos, en la sala laica del crematorio de la Almudena, frente por frente del Cementerio Civil de Madrid. El viernes se reunió con sus padres en la fosa del cementerio de su Soria natal, muy cerca del viejo olmo inmortalizado por Machado.

En su despedida se la quiso nombrar, honrar y homenajear con pronunciamientos muy sentidos como los que siguen:

“Todos tenemos miles de palabras y recuerdos que no brotan de nuestros labios y no nos importa, ya que Tere no era amiga de grandes aspavientos, le gustaban las despedidas sencillas y con pocas palabras.

Como muchas de nosotras era una mujer que creía que la Historia se teje con vidas sencillas que suelen pasar desapercibidas en los libros de historia, pero que construyen la sociedad y las organizaciones.”

“Teresa era una fortaleza como las muchas que hay en su tierra y, de vez en cuando, bajaba el puente levadizo y nos dejaba pasear sus rincones interiores y sus jardines. Como mujer, alta, delgada, amable, femenina, muy femenina… tenía cuatro puntos cardinales, cuatro amores: su familia, su compañero, su gente y La Idea, siempre la Idea”

“Creo que si algo la gustaría que recordásemos hoy de su trabajo en la CGT, no sería su continua faena con las cifras para mantener en orden nuestros dineros; sino el trabajo que realizó para hacer posible el Barco solidario a Bosnia, el compromiso agotador para hacer realidad la exposición del Centenario de Durruti, su tan generosa y continuada colaboración solidaria para con la Chiapas zapatista o su aportación en el diseño del carnet confederal, sí, ese que al principio todos bromeábamos con si nos iban a dar dinero en los cajeros automáticos…”

“… pensaba en Teresa como una militante que cumplió con su responsabilidad, fiel al equipo al que pertenecía y, a la organización, todo lo hizo con la discreción precisa, con la discreción necesaria, con la misma discreción que tuvo para llevar sus problemas de salud….”

Para cerrar la “despedida” de nuestra compañera se leyeron unos poemas de Sara Berenguer, Lucía Sánchez Saornil y León Felipe, acabando con su canción más querida “A las Barricadas”; pero sin duda si algo define a Teresa es:

No me importa lo que digan

si lo que he dicho es cierto.

No me importa lo que harán,

sino lo que quedó hecho.

Las palabras poco sirven,

lo que sirven son los hechos.

Sara Berenguer Laosa

¡¡HASTA SIEMPRE… TERESA!!