Ecologistas en Acción, junto con la coalición europea ALTER-EU, demanda la inmediata renuncia del eurodiputado del Partido Popular, Pablo Zalba Bidegain, quien fue grabado aceptando cambiar leyes de defensa del consumidor a cambio de pagos de dinero. Además, exigen reglas estrictas contra los grupos de presión (lobby).

El periódico Sunday Times ha revelado que el eurodiputado español Pablo Zalba Bidegain (PP) enmendó en febrero una directiva comunitaria, que tiene como objetivo la regulación del sector bancario, tras acordarlo con un falso grupo de presión creado por unos periodistas que se hicieron pasar por miembros de un grupo de presión pidiéndole que cambiara la legislación a favor de la industria financiera. El miembro del Partido Popular es el cuarto eurodiputado que figura en el caso “dinero por leyes”, destapado por el rotativo británico.

El periódico Sunday Times ha revelado que el eurodiputado español Pablo Zalba Bidegain (PP) enmendó en febrero una directiva comunitaria, que tiene como objetivo la regulación del sector bancario, tras acordarlo con un falso grupo de presión creado por unos periodistas que se hicieron pasar por miembros de un grupo de presión pidiéndole que cambiara la legislación a favor de la industria financiera. El miembro del Partido Popular es el cuarto eurodiputado que figura en el caso “dinero por leyes”, destapado por el rotativo británico.

Ecologistas en Acción exige la renuncia inmediata de Zalba. El Partido Popular, así como la presidencia del Parlamento Europeo, se deberían pronunciar sobre el caso. Asimismo, el Parlamento Europeo debe comprometerse con la ética de largo alcance y debe reformar las reglas de transparencia para impedir cualquier otro caso de corrupción y de los grupos de presión empresarial en las instituciones de la UE. Ello debe incluir una prohibición de todos los trabajos que implican el cabildeo de los disputados y que dan lugar a conflictos de interés.

Pero las revelaciones son sólo la punta del iceberg. El hecho de que varios diputados estaban dispuestos a recibir cantidades de dinero de hasta 100.000 euros anuales para colocar enmiendas contrarias a los intereses de la población, muestra el profundo deterioro de las instituciones europeas. Además, Bruselas es un nido de grupos de presión empresarial y son más de 15.000 miembros de dichos grupos quienes en realidad escriben las normas europeas -que suponen el 80% de las leyes aprobadas en los parlamentos nacionales- lo cual es gravísimo y señala el carácter antidemocrático de las instituciones de la UE.

Ecologistas en Acción reprueba el escándalo “dinero por leyes” y la dominación de los intereses neoliberales en el proyecto europeo por encima de los intereses sociales y ambientales: “Una vez más los políticos han estado dispuestos a tomar dinero para influir en la legislación en contra de los intereses de las mayorías sociales”, incrimina Tom Kucharz de Ecologistas en Acción, “lo cual es un caso más que demuestra la fuerte presión que ejercen las multinacionales en Bruselas y que confirma lo que llevamos años denunciando, que el control empresarial está en el corazón de las políticas de la UE”.

Esta es una de las muchas tácticas de presión que se emplea para derribar la legislación que a banqueros y a otras industrias no benefician. Diferentes estudios confirman la presencia generalizada del cabildeo corporativo en Bruselas, por ejemplo en la Comisión Europea, donde tienen un acceso privilegiado a documentos y funcionarios, o en la dominación de más de cien de los mil grupos de expertos donde ejercen con 7.500 agentes una influencia directa en la política.

Actualmente estamos denunciando como la industria financiera está desarrollando una campaña de presión fortísima para socavar la reforma política sobre derivados financieros (OTC, Credit Default Swaps, etc.) y fondos de alto riesgo, que incluye cenas privadas con diputados y sus funcionarios de la Comisión, reuniones y conferencias de alto nivel.

Ecologistas en Acción lamenta que actualmente no haya reglas para resolver los graves conflictos de intereses de muchos eurodiputados y sobre todo de los altos cargos de la Comisión Europea.

Los grupos de presión tienen un acceso privilegiado y gran influencia indebida sobre lo que sucede en Bruselas. Por todo ello, Ecologistas en Acción, junto con la colación ALTER-EU, exigen que las normas europeas dejen de ser dictadas por los grupos de presión de las multinacionales. Como alternativa plantean abandonar las políticas europeas basadas en el “libre mercado”, “libre comercio”, “libre movimiento de capitales” y de competitividad, y sustituirlas por una legislación de obligatorio cumplimiento que haga realidad los derechos a la justicia social y ambiental.

Ecologistas en Accion – http://www.ecologistasenaccion.org/