MAÓ.- El edificio histórico que alberga la oficina central de correos en Maó será rehabilitado durante el 2005. De momento, Correos y Telégrafos S.A está buscando dos nuevos locales para poder desalojar el actual en el momento en que se inicien las obras. Serán dos los nuevos módulos porque la sociedad estatal ha decidido separar el servicio de cartería del de atención al público.
Con la rehabilitación del edificio y la subdivisión de la oficina en dos se dará solución a una vieja reivindicación tanto de los trabajadores de Correos como de los vecinos limítrofes al edificio. El trajín de los camiones que cada mañana descargan la correspondencia en la misma entrada del edificio despierta las quejas de algunos habitantes que se ven afectados por los ruidos que provocan las complicadas maniobras.
Además, Luís Camarero, delegado sindical de la CGT, denuncia que durante años el edificio ha estado en condiciones « impresentables ». « Hacen la carga y descarga en la puerta principal y utilizan jaulas, lo que supone un peligro enorme, además de estar totalmente prohibido por ser un edificio histórico que tendría que tener la entrada libre », argumenta.
Correos afirma que se está barajando con varios locales para llevar la cartería (el almacén donde llegan las cartas) y la sala de dirección a un lugar lejos del centro urbano, pero lo suficientemente próximo para que los carteros tengan fácil acceso a la recogida de las cartas. « No es muy lógico que se descargue allí », acepta, por otra parte, una fuente oficial de la sociedad estatal.
¿El fin de las denuncias ?
Por otra parte, y tras la denuncia que hicieron algunos carteros a este diario, la sociedad alega que tras la automatización de Correos, que desde el 2 de agosto empezó también en Palma « se ganará tiempo y se trabajará mejor », explican fuentes.
Esta automatización se ha hecho a nivel estatal en 17 centros y tiene como objetivo reducir los plazos de entrega e incrementar el tiempo destinado a la atención directa al ciudadano. Se trata, además, de un sistema que permite a los carteros de Menorca recibir el correo ya clasificado en su mesa de trabajo. « Por eso, el cartero ya no tiene que ir separando una por una las cartas que tiene que repartir en su barrio ».
Básicamente, los carteros de la isla denuncian que están desbordados porque hay muchas zonas que crecen y no se revisan, por lo que el profesional tiene cada vez más calles que recorrer.
El Mundo-eldia