Los últimos años han sido de constante acoso y derribo hacia los correos públicos. Bajo las directrices de la OMC (Organización Mundial del Comercio, organismo internacional al servicio de las grandes corporaciones multinacionales que decide que servicios públicos hay que liquidar) se ha procedido liberalizar y privatizar de manera salvaje los correos de cada país sometiéndolos a la dictadura del mercado.
Marcha, 29 de junio * 12.oo h, *CIBELES> Mº AA.PP.>Mº FOMENTO
Los últimos años han sido de constante acoso y derribo hacia los correos públicos. Bajo las directrices de la OMC (Organización Mundial del Comercio, organismo internacional al servicio de las grandes corporaciones multinacionales que decide que servicios públicos hay que liquidar) se ha procedido liberalizar y privatizar de manera salvaje los correos de cada país sometiéndolos a la dictadura del mercado.
De igual manera, la Unión Europea ha contribuido a la liberalización del mercado postal mediante sus Directivas comunitarias hechas a la medida de las necesidades de las grandes multinacionales europeas (DHL, TNT…) en detrimento de las necesidades de la población.
En nuestro país, las dos legislaturas del PP han sido muy negativas para el correo público. Comenzando con una Ley Postal que liberaliza de manera salvaje el mercado postal sin garantizar una financiación suficiente ni una cuota de mercado para el correo público. Con una constante transformación jurídica de Correos (desde organismo autónomo a sociedad anónima) con el objetivo de facilitar a la definitiva privatización. Y con continuos recortes de derechos de la plantilla, para de esa manera ahorrar en costes salariales que redundase en una cuenta de resultados positiva.
El personal funcionario ha visto recortados sus derechos* contemplados en la normativa de función pública. El nuevo modelo de ordenación de puestos (puestos tipo) supone una completa desvinculación del resto la función pública. Perdidos los derechos en cuanto a traslados, permisos, vacaciones, promoción interna, inamovilidad en el puesto, definición de funciones… poco queda ya para la definitiva laboralización.
La calidad del servicio ha caído por los suelos. Solo en Madrid cientos de secciones se quedan sin repartir a diario. Otras muchas más están tan sobredimensionadas que es imposible terminarlas diario o repartirlas con un mínimo de calidad. La bajas no se cubren o se hace tarde cuando ya se llevan días sin repartir. Las coacciones, la presión, y el acoso son los mecanismos empleados para aumentar la productividad de una plantilla insuficiente, desbordada por la carga de trabajo y desmotivada.
El fraude en la contratación es escandaloso. No se respetan las listas de contratación y se contrata sin ninguna garantía ni control sindical. La *sentencia de la Audiencia Naciona*l que obliga a Correos ha hacer fijo al personal con contrato PFV en fraude de ley venía a poner coto al despropósito. Sin embargo la Dirección, asesorada y apoyada por sus sindicatos afines, ha optado por incumplir esa sentencia y despedir a cientos de personas afectadas por la misma.
Miles de personas han sido desplazadas de sus casas. Sin tiempo de planificar su futuro, atropellando los derechos más elementales. Obviando que muchas personas tiene cargas familiares y responsabilidades que les impiden, de un día para otro, rehacer su vida a cientos de Km. Las “necesidades” empresariales por encima de los derechos de las personas. Cientos de personas han sido obligadas a renunciar al puesto de trabajo por las condiciones en las que se ha realizado.
La nueva normativa de contratación, aumenta la precarización. Tras haber dinamitado las listas al negarse a abrirlas para así contratar libremente, ahora se pretende regular para acabar con cualquier derecho anterior. Rotación absoluta, contratos basura a tiempo parcial, informes de los jefes, exclusión de quienes tengan problemas de salud, despido libre… ese es el futuro para miles de trabajadores eventuales en Correos.
Correos manifiesta haber tenido 186 millones de € (más de 31.000.000.000 Pts.) de beneficio *a costa de nuestro esfuerzo y trabajo. Pero nuestros sueldos siguen siendo de miseria y, para colmo, vinculados a que la empresa obtenga los resultados que desea, o a no tener problemas de salud -generados en numerosas ocasiones por el propio trabajo- que nos impida trabajar con normalidad.
*Para CGT es necesario recuperar la iniciativa y la capacidad de luchar por nuestro futuro y nuestros derechos. La apatía de estos últimos años, junto a la vergonzosa colaboración de la mayoría sindical nos ha llevado a la situación actual. Pero creemos eso puede (y debe) cambiar con la participación de todo el colectivo. Por eso os animamos a que participéis en esta marcha hasta el Ministerio de Fomento donde le haremos llegar a la nueva ministra la opinión del colectivo de trabajadores y trabajadoras postales.*