La alta competitividad empresarial provoca accidentes y precariedad laboral, deslocalización, subcontratación, etc.

Contra los efectos negativos de la alta competitividad empresarial que tan negativamente afecta al conjunto de personas trabajadoras es el lema usado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para presidir los actos y manifestaciones que se realizarán en todo el estado.

Este primero de mayo, la CGT como en otros años, acudirá al los diferentes actos y manifestaciones con otras asociaciones y sindicatos e incluso en algunas localidades con manifestaciones independientes debido a las discrepancia en los planteamientos con el sindicalismo oficial.

La alta competitividad empresarial provoca accidentes y precariedad laboral, deslocalización, subcontratación, etc.

Contra los efectos negativos de la alta competitividad empresarial que tan negativamente afecta al conjunto de personas trabajadoras es el lema usado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para presidir los actos y manifestaciones que se realizarán en todo el estado.

Este primero de mayo, la CGT como en otros años, acudirá al los diferentes actos y manifestaciones con otras asociaciones y sindicatos e incluso en algunas localidades con manifestaciones independientes debido a las discrepancia en los planteamientos con el sindicalismo oficial.

Y es que son ya demasiados años, los que cuando hacemos balance cada primero de Mayo, lo único que podemos constatar son las regresiones en materia de derechos laborales y sociales que el neoliberalismo rampante, por medio de sus instrumentos (Gobierno, patronal, “sindicatos” amigos) nos va imponiendo.

La flexibilización del “mercado” de trabajo y la consiguiente precariedad laboral, el abaratamiento del despido, la deslocalización de empresas, los accidentes laborales, el prestamismo laboral de las ETT’s, las privatizaciones y subcontrataciones… todas estas miserias que infectan el mundo laboral son consecuencia directa del neoliberalismo de su competitividad a ultranza.

Desde la CGT pedimos, y vemos imprescindible, un cambio a esta situación. Los trabajadores necesitamos un sindicalismo reivindicativo, que no sirva de apoyo al capital para perpetuar sus injusticias. Un sindicalismo con coraje, que no tenga que defender privilegios de organización en las negociaciones y cuya única meta sea recuperar para el trabajador la voz, el grito de su dignidad frente a los que han querido arrebatársela.

12/4/2005.

Secretaría de Comunicación
COMITÉ CONFEDERAL DE LA CGT