Varios fantasmas han deambulado esta mañana por la estación de Chamartín y, en particular, por la plataforma número 15, de la que partían los trenes nocturnos con destino a Barcelona y París. Lo han hecho convocados por Ecologistas en Acción y CGT para denunciar la eliminación de ambos tres nocturnos (el de Barcelona hace apenas dos meses). La acción se realiza dentro de los tres días de movilización convocados por la plataforma Europea Back on Track, creada para defender la red de tren convencional en toda Europa, de la que Ecologistas en Acción forma parte y CGT apoya. La movilización reclama una nueva política de transportes en la Unión Europea y en sus respectivos Estado miembros, basada en apoyar una buena red de tren convencional, público y de calidad.
En abril circuló el último tren nocturno entre Madrid y Barcelona. Tras varios intentos y amenazas -frenados por la oposición que su cierre despertaba en distintos sectores de la sociedad madrileña- finalmente RENFE eliminó este servicio. A pesar de que tenía una alta ocupación, y de que prestaba un servicio accesiblemente económico para aquellas personas que no pueden o quieren viajar en alta velocidad, decidió eliminarse. La alternativa económica para todas esas personas ahora es solo el autobús, en un viaje que dura más de 8 horas.
En abril circuló el último tren nocturno entre Madrid y Barcelona. Tras varios intentos y amenazas -frenados por la oposición que su cierre despertaba en distintos sectores de la sociedad madrileña- finalmente RENFE eliminó este servicio. A pesar de que tenía una alta ocupación, y de que prestaba un servicio accesiblemente económico para aquellas personas que no pueden o quieren viajar en alta velocidad, decidió eliminarse. La alternativa económica para todas esas personas ahora es solo el autobús, en un viaje que dura más de 8 horas. Lo que hubo detrás de esta decisión no fueron cuestiones técnicas, sino políticas. Y lo mismo ocurrió hace un año con la eliminación del tren nocturno Madrid-París.
Lo ocurrido en Madrid por el contrario no es un hecho aislado, obedece a una política de transportes estatal y europea que no apuesta por el tren convencional. Por esta razón asistimos desde hace años en España y en la Unión Europea a un desmantelamiento progresivo de las líneas y servicios del tren convencional, acelerado aún más a medida que se inauguran nuevas líneas de alta velocidad. Frenar la eliminación de líneas de trenes convencional, y en especial de los servicios nocturnos, y apostar por una red de tren convencional pública y de calidad es el motivo por el que se crea la plataforma europea Back on Track, de la que forman parte distintas organizaciones políticas, ecologistas y sindicales de España, Alemania, Dinamarca, Francia y Suiza.
Esta plataforma reclama un giro de 180 grados en las políticas de transporte europeas y la de la mayor parte de los Estado miembros, basadas en invertir los recursos públicos en la carretera, al avión y al tren de alta velocidad, mientras se abandona deliberadamente al tren convencional. Y España ha sido uno de sus máximos exponentes con las ingentes inversiones destinadas las últimas dos décadas para la construcción de líneas de alta velocidad y kilómetros de carretera, en contraposición con las dedicadas a mantener el tren convencional. El mal servicio ofertado y la falta de mantenimiento de este último, provoca el abandono de viajeros y la espiral de deterioro que finalmente dan lugar al contexto propicio para justificar la eliminación de líneas.
Apostar por el tren convencional no es sin embargo mirar hacia al pasado, es precisamente todo lo contrario: ante los retos ambientales y sociales que el ser humano tendrá que afrontar en este siglo, cómo son el cambio climático o el agotamiento de los combustibles fósiles, invertir en una buena red de tren convencional es una clara alternativa al insostenible modelo de transporte actual. Cuanto antes dejemos de destinar recursos a los medios más ineficientes (carretera y aviación), y de priorizar la inversión en construcción de nuevas infraestructuras (alta velocidad) mientras dejamos morir las líneas de tren convencional, más tiempo tendremos de prepararnos y adaptarnos a un contexto futuro con escasez de combustibles fósiles, y más oportunidades de reducir el caos climático causado por el calentamiento global.
Por esta razón Ecologistas en Acción y CGT reclaman a RENFE, al gobierno central y a la Unión Europea, una nueva política ferroviaria basada en mantener, impulsar y fomentar una red de tren convencional público y de calidad, detrayendo recursos e inversiones desde la alta velocidad y la carretera.
Ver fotos en: http://www.ecologistasenaccion.org/article30344.html
Fuente: Ecologistas en Acción