Desde CGT venimos denunciando desde hace tiempo el progresivo desmantelamiento de la Sanidad Pública, llámese colaboración público-privada, modernización o profesionalización. De cara a la galería se pone la sonrisa y el “ya no hace falta privatizar porque hemos trabajado bien”, cuando la realidad es que se le sigue dando tajada a la empresa privada de manera soterrada, y se ha perdido el poco respeto que quedaba hacia el paciente y el profesional.
El fin último de todos los pasos que se van dando desde el gobierno regional es la privatización de la sanidad de forma encubierta. Por ejemplo, ahora para que alguien consiga hacerse una prueba diagnóstica tiene dos opciones: o ir a una clínica privada y pagar la prueba, o esperar año o año y pico a que le toque, arriesgándose a un final nefasto durante ese tiempo.
El fin último de todos los pasos que se van dando desde el gobierno regional es la privatización de la sanidad de forma encubierta. Por ejemplo, ahora para que alguien consiga hacerse una prueba diagnóstica tiene dos opciones: o ir a una clínica privada y pagar la prueba, o esperar año o año y pico a que le toque, arriesgándose a un final nefasto durante ese tiempo. En la misma línea, desde hace poco tiempo hemos podido ver en la puerta del Centro de Salud, un camión de una empresa privada (IDC-Capio) para realizar pruebas diagnósticas, concretamente mamografías de control. Esto sería plausible si los servicios dedicados a ello estuviesen funcionando al 100% y se recurriese a una empresa privada para disminuir la lista de espera. Sin embargo a IDC se le están derivando pacientes en un pueblo que dispone de hospital, con un mamógrafo que funciona solo unos días a la semana por falta de personal, e incluso en los días en los que funciona, un solo técnico se ocupa de mamografías y ecografías al mismo tiempo. ¿De verdad van a decirnos que es más barato pagarle a IDC por las mamografías, que usar los recursos de los que ya se dispone en el sistema público y que están parados? De este modo, las dos opciones de las que dispone un usuario del sistema sanitario ahora mismo, van ambas a parar al mismo bolsillo, al de la empresa privada y a forzar que ambas opciones acaben en empresas que se dedican a obtener beneficios para sus accionistas. ESO ES PRIVATIZAR.
Existen testimonios que ponen la piel de gallina, sobre pacientes que se mandan a casa sin apenas reconocimientos o pruebas, en muchos casos con resultados nefastos. Se cierran camas en planta en época estival para minimizar contrataciones de personal que cubra las vacaciones de los trabajadores, y esto conlleva la saturación en urgencias. La falta de camas implica que se den altas hospitalarias a algunos pacientes que vuelven a entrar por urgencias el mismo día o en los días siguientes, aquejados de las mismas dolencias por las que se les dio el alta, y que los pacientes que esperan ingresar en planta, tengan que esperar bastante a menudo demasiadas horas en una cama de observación o en las mismas camillas. Se producen mezclas de patologías de pacientes ingresados por ese cierre de camas en las plantas durante el verano, así como en ocasiones la falta de las mismas en ingresos programados para intervenciones, mientras la lista de espera sigue alargándose habiendo quirófanos, plantas y aparatos de diagnósticos parados, ¿cómo tienen pensado reducir esta lista de espera? ¿A manos de quién va a ir ese dinero?
A parte del repago previsto en fármacos hospitalarios, se implantan nuevos repagos como la tasa de 5€ por informe médico o copia de pruebas diagnósticas, cuyo importe tendremos que ingresar en el banco antes de retirar la prueba y el cobro a los trabajadores del servicio de salud por solicitar por ejemplo el certificado de servicios prestados, también a 5€ por certificado.
En cuanto al personal, se han eliminado las especialidades de pediatría y se ha perdido una pediatra. Se exprime hasta el máximo al trabajador sin cubrir bajas, se están eliminando plazas, se trabaja con materiales de baja calidad porque el euro es el único indicador válido, si es barato es bueno, no hay más valoraciones y tanto el profesional como el paciente, que es en definitiva por quien debería velarse, son “accesorios”, sólo cuenta el ahorro.
Desde CGT seguimos denunciando estas prácticas y animamos tanto a pacientes como a profesionales a sacar a la luz lo que consideramos que es un aniquilamiento de la sanidad pública y a que denuncien sus casos concretos, aquellos en que se han visto directamente afectados como usuarios, escribiendo al correo de nuestro sindicato: cgtalcazar@yahoo.es o por sí mismos entrando en el siguiente enlace: http://lamanchaalternativa.foroactivo.com/forum
Por otra parte nos preguntamos dónde están las voces de colectivos tan importantes como el colectivo médico, tan “activo” en otro momento del proceso y que ahora está sospechosamente silente, o el de enfermería, que sufre constantemente los efectos de esta aniquilación de la sanidad pública. Ya que son conocedores de primera mano de los problemas a los que se enfrenta la sanidad pública y como colectivos fuertes dentro del sistema, les animamos a que sus voces no sean cómplices ni se dejen “comprar” por no sabemos bien que beneficios. Tenemos claro que contamos con grandísimos profesionales, que en muchos casos se ven atados de pies y manos para ejercer su labor. Podemos tomar como ejemplo el servicio de pediatría del hospital, que aun contando con profesionales especialistas en diversas áreas, han eliminado dichas especialidades, obligándoles a ejercer una pediatría básica y restringiendo las pruebas diagnósticas a los niños que son los que principalmente sufrirán estas mermas. Sin embargo, también hay otros que, sirviendo a los intereses del poder, están haciendo posible esta destrucción de la sanidad pública, y a estas alturas del proceso, el silencio también es colaboración.
Apoyamos a todos los colectivos afectados por estos procesos porque todos son importantes, los médicos lo son, pero también los auxiliares de enfermería, los celadores, personal de mantenimiento, de limpieza, de administración, de enfermería, etc…, así como estamos del lado de pacientes y usuarios.
El silencio y la desinformación son aliados del poder, por eso tenemos que alzar la voz e informar de todo lo que está pasando y romper con el secretismo y la manipulación. Trabajemos todos juntos para recuperar una sanidad que un día fue pública y gratuita.
¡CALLARSE NO SIRVE DE NADA!
¡SI QUIERES TENER SANIDAD PÚBLICA, TENDRÁS QUE LUCHAR POR ELLA!
Núcleo de la Confederación General del Trabajo (C.G.T.) en Villarrobledo y San Clemente
Federación Comarcal de Alcázar de San Juan
Fuente: Federación Comarcal de Alcázar de San Juan