A falta de 138 días para que inicien los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, evento deportivo más importante, la polémica en torno al desarrollo del mismo, es cada vez mayor. En principio, el mayor problema con el que se pueden encontrar los atletas de alto rendimiento durante las Olimpiadas, es la contaminación. Y parece ser que la polución se puede convertir en un enemigo peligroso para China. El plusmarquista mundial de maratón, el etíope Haile Gebrselassie, ha sido el primero en disparar y ha manifestado su intención de no participar en la prueba de maratón debido a que padece asma y considera que la contaminación (ver vídeo) podría perjudicar su salud.

A falta de 138 días para que inicien los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, evento deportivo más importante, la polémica en torno al desarrollo del mismo, es cada vez mayor. En principio, el mayor problema con el que se pueden encontrar los atletas de alto rendimiento durante las Olimpiadas, es la contaminación. Y parece ser que la polución se puede convertir en un enemigo peligroso para China. El plusmarquista mundial de maratón, el etíope Haile Gebrselassie, ha sido el primero en disparar y ha manifestado su intención de no participar en la prueba de maratón debido a que padece asma y considera que la contaminación (ver vídeo) podría perjudicar su salud.

Pero éste es sólo uno de los tantos problemas que han salido a la luz pública en los últimos meses. Amnistía Internacional (AI) denunció que Pekín incumple su compromiso de respetar los derechos humanos y la libertad de expresión. El equipo de atletas estadounidenses que asistirá a los Juegos Olímpicos, llevará su propia comida por miedo a dar positivo en el control antidopaje después de enterarse que a algunos animales de la región se les inyectan hormonas y esteroides, mientras que el comité organizador ha negado rotundamente que esto sea cierto y que será imposible que un atleta vaya a dar positivo por ingerir algún producto durante la competición.

Lo cierto es que, conforme se acercan los Juegos Olímpicos, China acapara las páginas de la prensa en detrimento de su imagen. El último acontecimiento en la región autónoma china, en el que una ola de violencia se extendió en Lhasa y provocó la muerte de más de cien personas, según el Gobierno tibetano, y trece, según Pekín, ha provocado la indignación de muchos países. El Dalai Lama, líder espiritual de los tibetanos, denunció al Gobierno chino de cometer un “genocidio cultural”, lo que ha generado una conmoción mundial. China ha censurado en los últimos días uno de los portales de Internet más buscados, YouTube, después de que se publicaran fotografías y vídeos sobre las manifestaciones realizadas en el Tibet. La página web del diario británico The Guardian, uno de los primeros portales que publicó imágenes de la revuelta, no tiene acceso a Pekín.

Puede haber un boicot político

Los próximos Juegos Olímpicos están bajo la lupa. Cada día que pasa, se habla más de un posible boicot político como sucedió en las Olimpiadas de Moscú 1980. En aquellas Olimpiadas había una tensión política desmesurada provocada por la Guerra Fría. La Unión Soviética era una de las potencias mundiales hablando en términos políticos, económicos y militares. El socialismo era la oposición al capitalismo. Sólo seis meses antes de que dieran inicio los Juegos Olímpicos, Estados Unidos argumentó que los soviéticos habían invadido Afganistán y por tanto habían violado el derecho internacional, por lo que no asistirían a Moscú. A esta decisión se sumaron algunos de sus aliados, con lo cual, dejaron de asistir 65 países y los juegos se desarrollaron con sólo ochenta. Cuatro años después, en las Olimpiadas de Los Ángeles 1984, los países del Bloque del Este, encabezado por la Unión Soviética, excepto Rumania, respondieron con la misma moneda y a sólo dos meses para el inicio del magno evento deportivo, decidieron no acudir manifestando que no existían garantías suficientes para sus atletas.

Un nuevo boicot político está cogiendo la fuerza de un Tsunami pese a el Comité Olímpico Europeo (COE) ya lo ha descartado. Los rumores se filtran por todos los medios de comunicación. Internet, a través de los bloggers y de la red social más potente Facebook, está propagando mensajes que recurren miles de kilómetros en cuestión de segundos. Algunos pensarán que es una estrategia para arruinar los que, en principio, podrían llegar a ser los “mejores” Juegos Olímpicos de los tiempos modernos. Pero lo que esta claro, es que la política no debe mezclarse con el deporte, porque si eso sucede, el sano espíritu de competición perderá credibilidad y perderá fuerza. China se está preparando para mostrar al mundo que era un gigante dormido que ha despertado y, quizás, la mejor forma de propagar su nueva imagen, sería eliminando la violencia y considerar los Juegos como una oportunidad para comprometerse con los derechos humanos. Las condiciones en el país asiático, aun no son las mejores. La polución es un problema medioambiental real que preocupa a los atletas. La libertad de expresión está limitada y censurada tanto para la prensa nacional como para la internacional, sin embargo, nadie duda de que China tiene la capacidad para desarrollar unos Juegos Olímpicos limpios y espectaculares que sean recordados por hacer del deporte un espectáculo inolvidable.


Fuente: Santiago Cordera (El Confidencial Digital)