Radio-226 y Cesio-137.
Ésos son los dos isótopos radiactivos (de gran toxicidad) que ha detectado un estudio radiométrico solicitado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en el área deportiva del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), situado entre la Universidad Complutense y la Dehesa de la Villa. Un estudio que se está llevando a cabo en todas las instalaciones del Ciemat de cara al Plan Integrado de Mejora de las Instalaciones (Pimic), tal y como han confirmado fuentes del CSN a Metro Directo : “Las mediciones no han podido ser excesivas, puesto que de ser así habría que cambiar la clasificación de la zona y hubiera sido comunicado al CSN”.
Radio-226 y Cesio-137.
Ésos son los dos isótopos radiactivos (de gran toxicidad) que ha detectado un estudio radiométrico solicitado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en el área deportiva del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), situado entre la Universidad Complutense y la Dehesa de la Villa. Un estudio que se está llevando a cabo en todas las instalaciones del Ciemat de cara al Plan Integrado de Mejora de las Instalaciones (Pimic), tal y como han confirmado fuentes del CSN a Metro Directo : “Las mediciones no han podido ser excesivas, puesto que de ser así habría que cambiar la clasificación de la zona y hubiera sido comunicado al CSN”.
Escape en los años setenta
En todo caso, según un informe facilitado por empleados del Ciemat a este periódico, los análisis han arrojado una contaminación radiactiva que aconseja su clausura aunque, según ha sabido Metro, hace poco más de una semana los cerca de 1.200 empleados del Ciemat han recibido un correo interno informando de que las instalaciones ya quedaban clausuradas. ¿Por qué ? A causa de la campaña de sondeos radiológicos que se van a realizar de cara al Pimic.
El área, que tiene una extensión similar a la de tres campos de fútbol, cuenta con un bar, canchas de tenis, campo de fútbol, de fútbol sala y gimnasio donde se imparten disciplinas como aeróbic o Pilates. Allí acuden tanto los trabajadores como sus familias. De hecho, muchas veces se celebran encuentros multitudinarios.
Los empleados consultados reconocen que el área tenía todas las papeletas para arrojar contaminación radiactiva. “En los años setenta se produjo un escape radiactivo por el alcantarillado que llegó a las cuencas del Manzanares, el Jarama y el Tajo. Toneladas de verduras regadas con esa agua fueron almacenadas sobre el terreno antes de ser enterradas en la mina de La Haba, en Extremadura, y pudo quedar contaminación residual”.
Quedan dos años de trabajo
Y esto no es todo. Según las fuentes consultadas, hace años se procesaban barras de combustible para reactores nucleares y los desperdicios “estériles de fabricación de uranio” se enterraron por distintas zonas del Ciemat. Según ha sabido Metro Directo, con fecha 25 de noviembre ha llegado una autorización que permitirá comenzar unas labores de descontaminación que se prolongarán dos años y que, a partir de junio, afectarán al reactor experimental JEN-1 (IN-01), al almacenamiento de residuos líquidos radiactivos (IN-07), al acondicionamiento de los residuos líquidos radiactivos (IR-16), a la planta piloto de reproceso de combustibles irradiados M-1 (IR-18), a la planta de desarrollo de elementos combustibles para reactores de investigación (IN-03), a las celdas calientes metalúrgicas IN-04, al laboratorio de metrología de radionucleidos (IR-13), a las antiguas instalaciones dedicadas al tratamiento y recuperación de mineral de uranio y a los terrenos contaminados.
Industria da luz verde
Tras meses de espera, el Gobierno ya ha dado autorización para empezar a desmantelar las instalaciones paradas y en fase de clausura del Ciemat, motivo por el cual han comenzado a realizarse estudios radiométricos como el que ha arrojado los datos que han obligado a clausurar el área recreativa del Ciemat. El objetivo es que, antes de 2008, las instalaciones del Ciemat puedan ser descatalogadas como instalaciones nucleares.
Fuente: Metro