El Observatorio de la Ocupación en Bagdad y fuentes médicas iraquíes han detectado desde hace meses un número creciente de casos de mujeres que han denunciado prácticas vejatorias, abusos sexuales y violaciones por parte de soldados de ocupación y miembros de los cuerpos de seguridad iraquíes durante el periodo de encarcelamiento, según el Comité de Solidaridad con la Causa Arabe (CSCA).

El Observatorio de la Ocupación en Bagdad y fuentes médicas iraquíes han detectado desde hace meses un número creciente de casos de mujeres que han denunciado prácticas vejatorias, abusos sexuales y violaciones por parte de soldados de ocupación y miembros de los cuerpos de seguridad iraquíes durante el periodo de encarcelamiento, según el Comité de Solidaridad con la Causa Arabe (CSCA).

En Abu Ghraib, la prisión situada en el barrio del mismo nombre a las afueras de Bagdad, miles de iraquíes permanecen encarceladas por las fuerzas de ocupación estadounidenses, según una delegación del Comité que ha recogido testimonios sobre el terreno durante una visita a Irak efectuada el pasado mes de febrero.

Estas mujeres «narran cómo los carceleros añaden a su condición de presas sin derechos el sentimiento de humillación por el trato vejatorio a que son sometidas por militares estadounidenses y guardianes iraquíes, que incluye abusos sexuales y violaciones», ha explicado la organización.

«Dichas prácticas conforman, junto al maltrato general de los presos y presas, un mecanismo añadido de presión para obtener información de las mujeres o forzar a sus familiares huidos, acusados de ser miembros de la resistencia iraquí por los ocupantes, a que se entreguen», añade.

«Es comprensible que en una sociedad donde la honorabilidad está muy ligada con la intimidad personal los testimonios públicos y directos de mujeres ex presas que han padecido abusos sexuales y violación por parte de las fuerzas de ocupación y miembros de los cuerpos de seguridad iraquíes puedan ser escasos y no trascender», afirma el CSCA.

La delegación del CSCA que viajó a Irak ha recogido testimonios directos de estas prácticas, que incluyen algunas tan vejatorias como hacerlas pasearse desnudas con la cabeza cubierta por una bolsa.

El Comité ha resaltado que los representantes religiosos están posicionándose en defensa de la honorabilidad de las mujeres violadas y en contra de cualquier rechazo social a éstas.


Par : Europa Press