Carlos Martín no tendrá que ingresar en prisión por la levedad del delito y regresará hoy a España
En un sentencia dictada en un tiempo récord (media hora después de finalizado el juicio), un tribunal griego condenó ayer a dos años y dos meses de prisión por un delito de sedición -resistencia a la autoridad y rebeldía de forma conjunta con un colectivo de personas- al joven natural de Tudela de Duero Carlos Martín, quien fue detenido junto a otros miembros del movimiento antiglobalización el 21 de junio del 2003 durante una manifestación celebrada en Salónica (Grecia) en el transcurso de una cumbre europea.
Carlos Martín no tendrá que ingresar en prisión por la levedad del delito y regresará hoy a España

En un sentencia dictada en un tiempo récord (media hora después de finalizado el juicio), un tribunal griego condenó ayer a dos años y dos meses de prisión por un delito de sedición -resistencia a la autoridad y rebeldía de forma conjunta con un colectivo de personas- al joven natural de Tudela de Duero Carlos Martín, quien fue detenido junto a otros miembros del movimiento antiglobalización el 21 de junio del 2003 durante una manifestación celebrada en Salónica (Grecia) en el transcurso de una cumbre europea.

El fallo, no obstante, no implica el ingreso en la cárcel del joven de 27 años, que regresará mañana mismo a su domicilio de Aranjuez (Madrid) a la espera de la resolución del recurso a la sentencia presentado también ayer por su abogado. Esta podría tardar en llegar en torno a dos años, según anunció el letrado Havis Landis, quien explicó que su defendido « podrá llevar una vida normal en España sin tener que depositar fianza con la única condición de no volver a delinquir en Grecia en los próximos tres años al carecer de antecedentes penales ».

El padre del condenado, Juan Carlos, lamentó los resultados de una « ’Justicia exprés’ en la que parece que la sentencia estaba predeterminada », si bien se felicitó de que su hijo « pueda por fin llevar una vida normal ».

Carlos Martín permaneció cinco meses encarcelado y logró su liberación después de una huelga de hambre de más cincuenta días que a punto de estuvo de costarle la vida a él y a su compañero burgalés Fernando Pérez. Este último está aún pendiente de un juicio en el que se enfrentará a penas de entre 10 y 20 años por cargos más graves que los del vallisoletano.


Fuente: El Norte de Castilla. J. SANZ/VALLADOLID