Un 45% de los españoles se inclina por que sea la mujer quien abandone el trabajo al tener un hijo y tres de cada cinco jefes de personal piensan que la conciliación es una cuestión privada según un estudio sobre la conciliación de la vida familiar y laboral del Instituto de la Mujer
Un 45 por ciento de los españoles en edad laboral cree que el miembro de la pareja que debería abandonar la actividad laboral tras tener su primer hijo es la mujer.
Casi una tercera parte considera que tendrían que trabajar menos horas que los hombres para poder ocuparse más de las responsabilidades familiares, según se desprende de un estudio del Observatorio para la Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres, del Instituto de la Mujer.
Un 45% de los españoles se inclina por que sea la mujer quien abandone el trabajo al tener un hijo y tres de cada cinco jefes de personal piensan que la conciliación es una cuestión privada según un estudio sobre la conciliación de la vida familiar y laboral del Instituto de la Mujer
Un 45 por ciento de los españoles en edad laboral cree que el miembro de la pareja que debería abandonar la actividad laboral tras tener su primer hijo es la mujer.
Casi una tercera parte considera que tendrían que trabajar menos horas que los hombres para poder ocuparse más de las responsabilidades familiares, según se desprende de un estudio del Observatorio para la Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres, del Instituto de la Mujer.
Actitudes cómo ésta, según explicó la directora general del Instituto, Rosa Peris, revelan que una de las barreras fundamentales para la corresponsabilidad de las tareas familiares y la compatibilización de trabajo y labores domésticas reside en la pervivencia de una tradicional asignación de roles e identidades sexuales, que atribuyen a la mujer el protagonismo en las tareas del ámbito privado, a pesar de su incorporación masiva al mercado laboral.
«El mercado laboral está diseñado por y para hombres y las mujeres ni queremos, ni podemos, ni debemos asumir esta doble jornada. Es una locura», dijo durante la presentación de los resultados.
Junto a la mentalidad de la clase trabajadora respecto a los roles sociales, está la de los empresarios, que siguen viendo la aplicación en sus compañías de medidas de conciliación como un problema, en lugar de una oportunidad. Así, un 41 por ciento de los responsables de personal de las empresas sostiene que la aplicación de medidas de conciliación supone una limitación de su competitividad, y tres de cada cinco entiende que las cuestiones de conciliación deben resolverse en el ámbito privado.
La mitad de los españoles tiene serias dificultades de conciliación.
En definitiva, casi la mitad de la población (46 por ciento) opina que esta compatibilización es complicada o muy complicada, aunque lo piensan en mayor proporción las mujeres (51 por ciento) que los hombres (40,6 por ciento). Y evidentemente más difícil lo encuentran aún las mujeres ocupadas (54 por ciento) y especialmente aquellas que tienen un hogar extenso (58,6 por ciento).
Tanto es así que hasta un 65 por ciento de los españoles estaría dispuesto a pagar más impuestos con el fin de obtener una mejora en los recursos de apoyo a las tareas familiares.
Peris señaló que una de las medidas que puede ayudar a mejorar la conciliación es la adopción de horarios laborales similares a los europeos, que no significan una reducción de jornada, sino una concentración más lógica y adaptada al modelo familiar actual, en el que trabajan ambos padres fuera de casa. «Hemos avanzado algo, pero la realidad cambia muy poquito», valoró respecto a la evolución desde años anteriores.
Ley de igualdad antes de verano
Desde el punto de vista de CGT, uno de los problemas más importantes a la hora de conciliar personal, familiar, militante y laboral es que el sistema económico imperante que nos oprime y exprime se rige por el único criterio de la acumulación de beneficios en vez de por la satisfacción de las necesidades de las personas. Así las empresas pretenden y van consiguiendo una mayor desregulación de las relaciones laborales y exigen que las y los trabajadores estén disponibles las 24 horas del día.
Por otra parte las distintas administraciones públicas deberían dedicar muchos más recursos a los servicios de guarderías, residencias para personas mayores, centros de día para personas dependientes.
Otro aspecto fundamental, según Rosa Peris, es el trabajo de los agentes sociales en la negociación colectiva a fin de conseguir un cambio en la mentalidad empresarial. Nuevas medidas de conciliación, como también el permiso de paternidad individualizado, podrían ver la luz en el marco de la futura Ley de Igualdad que podría estar lista antes del verano.
Como complemento deben potenciarse cambios de actitud para evitar, por ejemplo, que los hombres dejen casi para el último lugar la compatibilidad con la vida familiar a la hora de elegir un trabajo, mientras que esta es una de las primeras características que buscan las mujeres. En el ámbito de la empresa hay que erradicar la idea que aún mantiene un 42 por ciento de las mismas de que las responsabilidades familiares limitan el rendimiento de las mujeres.
Las consecuencias de la persistencia de estas actitudes, tanto en la sociedad en general como en el mundo laboral, tienen como resultado que un 14,2 por ciento de las mujeres se han sentido discriminadas en procesos de selección de personal, más aún si tienen hogares monoparentales (20,9 por ciento).
Repercute en la educación de los hijos
En cualquier caso, todos parecen reconocer que estas dificultades repercuten en la educación de los hijos, y en mayo medida los hombres (63,9 por ciento) que las mujeres (56,8 por ciento). Pero tambièn son los varones en mayor porcentaje (51 por ciento frente a un 44 por ciento de mujeres) los que creen que la adopción de medidas de conciliación en la empresa provoca conflictos laborales.
Y, a pesar de todo ello, las mujeres desean seguir incorporándose al mercado laboral, dado que hasta un 66,5 por ciento de las amas de casa que todavía no lo han hecho manifiestan su voluntad de contar con un trabajo remunerado. Pero una vez llegan al mundo laboral, sólo un 42 por ciento de los trabajadores reconoce haber hecho uso de alguna medida legislativa de conciliación, y los que las adoptaron manifestaron haber tenido consecuencias negativas (5,9 por ciento de hombres y 11,2 por ciento de mujeres).
Medidas en el convenio colectivo
Algo que se explica si se tiene en cuenta que sólo una de cada cinco empresas contemplan en su convenio colectivo un reconocimiento a las medidas de conciliación. Hasta tal punto se dan estas dificultades que casi un 30 por ciento de las mujeres acaba por abandonar el mercado laboral, frente a un 12 por ciento de los hombres. Pero además, las mujeres lo hacen en un 42 por ciento de los casos para cuidar a sus hijos.
En el ámbito privado, es revelador que los varones están más dispuestos a compartir tareas en el cuidado de los hijos, al que las mujeres dedican 4 horas y los hombres 2. Mucho menos dispuestos están a compartir las labores domésticas (las mujeres dedican 4 horas frente a 1,3 horas d de los hombres). Pero, de todos modos,a la madre, le toca ser el agente principal en las tareas de cuidado de los hijos, papel que en algunos casos traslada fundamentalmente a la abuela materna.
Fuente : varias agencias
Secretaria de la Mujer
Par : Secretaría de la Mujer