Unos 300 trabajadores respaldaron ayer la convocatoria de la central CGT para concentrarse en el centro de Zaragoza y mostrar el rechazo a la decisión de GM España de despedir a 618 empleados de la compañía en la planta de Figueruelas.
Alfonso Tierra, uno de los siete representantes del comité de empresa que la central mantiene sobre un total de 37, señaló a este diario que «la postura de las (otras) centrales es minimizar los asuntos. Los únicos que nos oponemos somos nosotros», apostando por la movilización de la plantilla para combatir la medida empresarial. Dudó de que «haya muchos voluntarios» que acepten la oferta económica de GM.
En el comunicado que se leyó a los concentrados, tras pedir que se cortara «de raíz» la colaboración con al empresa a través del programa de sugerencias, se hizo referencia continuada a las «centrales sindicales, mal autocalificadas de clase» a las que se acusó de «complicidad». Tras insistir en que el acuerdo del Plan Olimpia, el plan Industrial y hasta el último convenio se alcanzó «sin contar con los trabajadores», se definió a los representantes de las centrales que optan por la negociación como «ejecutivos de lo más agresivos para nuestros derechos y conquistas». «618 compañeros despedidos y nos dicen que no nos preocupemos, que llegarán a un acuerdo no traumático», insistieron.
CGT señaló que la concentración pretendía dar a conocer «que hay trabajadores que no estamos de acuerdo con la forma de proceder de la empresa y de algunos que se autodenominan nuestros representantes». Una octavilla repartida en el acto incidía en el aumento de la productividad registrado desde el 93 y en el descenso de mil personas en la plantilla en ese periodo.
Par : ElperiódicodeAragón