Mas de cincuenta personas pertenecientes a diversas asociaciones de residentes chilenos en Madrid se han concentrado ante la Embajada de su país en solidaridad con las revindicaciones de estudiantes y profesores que desde hace meses se enfrentan a la política educativa del Gobierno de Sebastián Piñera en las calles.
En la pancarta se podía leer "Por una educación gratuita y de calidad".
Todas las asociaciones presentes han coincidido al declarar que no pretendían ningún tipo de respuesta por parte de la Embajada chilena y que, a pesar de que el diálogo era «inexistente», sí habían comunicado su intención de manifestarse a la legación diplomática.
Todas las asociaciones presentes han coincidido al declarar que no pretendían ningún tipo de respuesta por parte de la Embajada chilena y que, a pesar de que el diálogo era «inexistente», sí habían comunicado su intención de manifestarse a la legación diplomática. Ante las afirmaciones del Gobierno de Sebastián Piñera que aseguró que nacionalizar la educación sería un «gran retroceso» para el país, Victor Sáez de la Asociación de Chilenos y Chilenas Violeta Parra ha comentado que «el único retroceso sería para sus bolsillos porque la educación se entiende como un negocio, el propio presidente dijo que la educación es un bien de consumo». A este respecto se podía leer una pancarta con el texto: «No más lucro con la educación». Por su parte el representante de la Asociación pro Derechos Humanos Francisco Aedo, Ariel de la Jara, ha hecho hincapié en que «Chile cuenta con los recursos necesarios para ofrecer no sólo una educación gratuita si no una de calidad, algo imprescindible para cualquier país desarrollado», y ha añadido que «con la situación de paro estudiantil actual existe el riesgo de que los estudiantes pierdan el año escolar». Durante la manifestación Ana María Palomino de la Asociación Hispano-Chilena Winnipeg ha dicho que «la educación es un derecho y la obligación de los gobiernos es educarnos porque una educación digna de calidad y gratuita nos hace libres y capaces de defendernos de los dictadores». «Nos están dando donde más nos duele, en la educación de nuestros hijos», ha agregado. También han expresado su preocupación por los 33 jóvenes de secundaria que desde hace 15 días están en huelga de hambre. Además, Palomino ha recordado a la presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios, Camila Vallejo, que en los últimos días ha recibido diversas amenazas de muerte y se ha visto obligada a abandonar su domicilio por seguridad. Este debate tiene un origen histórico puesto que antes de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) Chile contaba con una educación pública y no con la educación «neoliberal» que «endeuda» a las familias y que «divide» a la población entre la gente que tiene los recursos necesarios para acceder a unos estudios y los que no pueden permitírselo, han explicado Sáez y Jara.