Ricardo Alcácer, delegado de CGT en la fábrica de Michelin de Vitoria
Con los resultados de las elecciones celebradas la pasada semana, el mapa sindical en la fábrica de Michelin apenas ha variado ; CCOO, UGT y CSI vuelven a ostentar el liderato.
Ricardo Alcácer, delegado de CGT en la fábrica de Michelin de Vitoria


Con los resultados de las elecciones celebradas la pasada semana, el mapa sindical en la fábrica de Michelin apenas ha variado ; CCOO, UGT y CSI vuelven a ostentar el liderato.

Los sindicatos que han suscrito con la dirección de Michelin en Vitoria aplicar una mayor flexibilidad en la empresa a través del convenio de 2003, como son CCOO, UGT y CSI, además de haber pactado horarios disparatados con un calendario que incluye días indeterminados a lo largo del año de libre disposición para la empresa, han perdido votos ; estas decisiones les están pasando factura. A pesar de que CGT haya sido la fuerza más votada entre los trabajadores de producción, los empleados del área de administración y técnicos son los que inclinan la balanza con sus votos hacia CCOO y UGT, es decir, hacia el lado que le interesa a la dirección de Michelin. De los 23 delegados que han elegido los obreros, CCOO, UGT y CSI han reunido 10 frente a los 13 representantes de CGT, ELA, LAB y ESK, las centrales que nos hemos opuesto a aplicar más medidas de flexibilidad.

¿Qué medidas serán irrenunciables de cara a la negociación del nuevo convenio a partir de enero ?

En una empresa con beneficios astronómicos de 172 millones de euros en 2005 y con una alta capacidad productiva, es necesario mejorar los niveles de empleo reduciendo la temporalidad, por lo que apostamos por mantener el cumplimiento de las cláusulas para incrementar la estabilidad.

¿Y qué es necesario modificar a través de la negociación ?

Además de la desaparición de contratos de obra o servicio en Michelin, que no tiene ningún sentido porque es una factoría que cuenta con una alta estabilidad en una producción que es muy homogénea, exigiremos aplicar otros sistemas para hacer frente a posibles repuntes del mercado de la automoción a nivel mundial. El actual sistema de jornada variable 5×8 otorga a la empresa la posibilidad de recortar o activar días a lo largo del año, recortando la libertad a los trabajadores de organizar su tiempo libre. Además, en el anterior pacto de 2003, la cláusula de garantía salarial no garantizaba el IPC real a los trabajadores debido a que la empresa establece unos topes máximos, por lo que en los últimos años cada obrero de la factoría ha perdido, de media, 150 euros en cada ejercicio.


Fuente: Noticias de Álava