H
emos sido respetuosos con la empresa y sus administradores ; fundamentados en la transparencia y a prudente distancia hemos construido una buena relación trabajador-administración a través del sindicato. Relación fincada en el diálogo civilizado, argumentos ciertos y posiciones imparciales frente a problemas coyunturales de los trabajadores.
Hemos servido de puente para propiciar soluciones efectivas, siempre guardando las posiciones, pues la administración representa a los empresarios o accionistas y los directivos sindicales a los afiliados y trabajadores, razón de peso para actuar de manera independiente del patrón.
Esa buena relación no puede, en manera alguna, favorecer actitudes que vayan en contra de la ley y más aún si esas actitudes tienden a lesionar los intereses y derechos de nuestra gente asociada.
Debido al interés que ha suscitado nuestra organización sindical, trabajadores de Zenú pertenecientes al Pacto Colectivo han optado por afiliarse y fue así que de mayo a agosto se sindicalizaron 8 compañeros. Decisión que no fue de buen recibo de algunos elementos pertenecientes a mandos medios de Zenú. Empezaron a reflejar rabia y talvez temor por la vuelta que están dando los compañeros dentro del Pacto Colectivo y de alguna manera “había que parar” aquello.
El coordinador OSCAR BOTERO, LUIS ALFONSO SALAZAR del Departamento de Salud Ocupacional, CLARA BUSTAMANTE y FRANCISCO MARÍN del Departamento de Gestión Humana empezaron a lanzar su artillería en contra de la sindicalización, increpando a los nuevos afiliados y haciendo preguntas capciosas y también directas : “¿Por qué adoptan esa decisión de afiliarse ?…Eso nos preocupa” Insinuaciones indecentes como la de FRANCISCO MARÍN : “Si quiere lo vuelvo a inscribir en el Pacto Colectivo”.
Pero la administración fue mucho más allá. Después de poco más de un mes de afiliado a Sinaltralac y luego de que FRANCISCO MARÍN mostrara su deseo de volverlo a inscribir en el Pacto Colectivo (así lo ratificó en una reunión que sostuvimos en Gestión Humana), fue despedido fulminantemente el compañero DUVÁN URIBE JARAMILLO. Ya había sucedido con el compañero ROMMEL RODRÍGUEZ, al cual, según la administración, le venían haciendo seguimiento de tiempo atrás. Al increpar a Gestión Humana por el despido de DUVÁN URIBE, ésta sin ningún recato sacó a relucir la misma tesis : “hacía dos años se le venía haciendo seguimiento”. Aún así, al compañero no se le había requerido por infracciones al Reglamento Interno. Nos preguntamos : ¿Acaso si hubiera aceptado la “generosa invitación” de MARÍN de volverse a inscribir en el Pacto Colectivo, le habrían respetado su derecho al trabajo ?
Las acciones de los empleados citados dan muestra clara de animadversión a los sindicatos, desencadenando una abierta persecución sindical. Acciones materializadas en abordar a los compañeros recién afiliados para, sutil o abiertamente, infundir temor o vacilación y en última instancia echar mano del artículo 6º del Código Sustantivo del Trabajo que auspicia el despido por causa injusta, pretendiendo así frenar la sindicalización.
Queremos ser enfáticos en afirmar que nuestros afiliados no se encuentran solos (de ahí la importancia de estar asociados) porque emprenderemos todas las acciones legales que sean necesarias en estos casos aberrantes y atentatorios contra el libre derecho de asociación que promueve Industria de Alimentos Zenú, acudiendo a las autoridades nacionales y entes internacionales para que cesen los hostigamientos a los trabajadores sindicalizados. Acudiremos también a la solidaridad porque es un tema que compite al movimiento de los trabajadores.
Fuente: SINALTRALAC
