Bogotá, 21 de noviembre : De histórica debe calificarse la jornada vivida hoy en las calles de Bogotá. Los mismos dirigentes indígenas se mostraban sorprendidos ante la magnitud de la marcha que hoy ha recorrido el centro de la capital colombiana. A los 15.000 marchistas, mayoritariamente indígenas, que llegaron ayer al mediodía a las instalaciones de la Universidad Nacional, hoy se han sumado decenas de miles de colombianos y colombianas en una movilización con escasos referentes en la historia del país.
Indígenas provenientes de todo Colombia pertenecientes a casi todos los pueblos que habitan la geografía colombiana han marchado junto a sindicalistas, mineros, corteros, afrocolombianos, campesinos, colectivos de mujeres, vendedores ambulantes, defensores de los derechos humanos, camioneros y un sinfín de colectivos en los que destacaban por su número los estudiantes. Al compás de consignas como “la tierra no se vende, se toma o se defiende” y del himno de la guardia indígena del Cauca y acompañados por los aplausos y constantes vítores por parte de la población, la Minga caminó e hizo escuchar la palabra.
Para José Domingo Caldón, indígena coconuco del Departamento del Cauca e integrante del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), “los medios de comunicación oficiales señalaban una alta popularidad del Gobierno Nacional. Hoy se está demostrando que eso era parte de una estrategia para mostrar como popular a un gobierno que no lo es”.
Aunque la Minga había previsto que en el día de hoy la comparecencia del presidente colombiano, Álvaro Uribe, finalmente ésta no se dio. Según las informaciones recabadas en el momento de cerrar este texto, aún no se sabía si ésta se daría mañana sábado o el domingo. La comisión política de la Minga tendrá mañana una reunión interministerial para concretar este punto.
Lo que sí se realizó fue una audiencia pública en la que participaron los distintos sectores presentes en la marcha de hoy y cuya finalidad, según Feliciano Valencia, Consejero Mayor del CRIC, ha sido la de crear “una plataforma y un gran pacto de las organizaciones sociales y populares que hemos caminado esta Minga y quienes nos recibieron en Bogotá, para así establecer un plan de acción para los años posteriores”.
Buscando una agenda común
Aunque el movimiento indígena se ha convertido en el eje aglutinador de las movilizaciones, la Minga, tal y como declararon desde un comienzo sus impulsores, se ha convertido en parte de la sociedad colombiana en su conjunto.
En declaraciones a Kaosenlared, Tarsicio Mora, Presidente de la Central Unitaria de los
Trabajadores (CUT), afirmaba que la marcha de hoy se debe a “una inconformidad con una política que no ha logrado resolver ninguna de las demandas de los sectores sociales”. Para el líder sindical, “ya se ha avanzado en esa unidad que tiene que existir entre los indígenas, los campesinos, los trabajadores y los diferentes sectores sociales. […] En los cinco puntos planteados por los indígenas está la oposición al TLC, el problema de las tierras, la lucha por la paz y contra la agresividad del estado, las condiciones que se dan en torno a la democracia… Así que estamos construyendo en la misma lucha una agenda común”.
Una agenda que desde los sectores indígenas también se ve como parte de una lucha contra un sistema que afecta a todos por igual. Según Zeledonio Padilla, dirigente del pueblo Senú del Departamento de Córdoba, “Uribe nos ha declarado la guerra a los pueblos indígenas y a todos los sectores sociales. La Minga hoy dice no a la guerra y a la violencia y sí a la paz”. Alberto Achito, dirigente Emberá del Departamento del Chocó, explicaba a Kaosenlared que “no podemos hablar de un modelo de desarrollo si no participamos todos, ya que no puede construirse desde una sola visión, sino que debe construirse entre todos unificando todas las visiones en donde todos estemos incluidos. El problema es que aquí se ha consolidado un modelo económico al servicio de las trasnacionales que ha llevado a los pueblos a la miseria”.
Un propósito unificador que, según José Domingo Caldón, aún ha de salvar algunos obstáculos : “Hay mucho impacto y mucha solidaridad, sin embargo todavía faltan más mecanismos en relación a la participación para que la gente que se ha ido vinculando se sienta identificada con los puntos planteados por el movimiento indígena”.
Fuente: Sergio de Castro Sánchez