Tras el desplante realizado ayer por el presidente colombiano, Álvaro Uribe, a la Gran Minga de los Pueblos en la ciudad de Cali, ésta ha decidido hoy en asamblea continuar con las movilizaciones. Al momento de la finalización de esta nota, todavía se debatía entre todas las propuestas venidas de los delegados de las diferentes regiones del Cauca así como del resto de sectores indígenas y no indígenas presentes en las movilizaciones de las dos últimas semanas.
Según algunas opiniones, el cansancio y diversos factores de carácter logístico suponen un serio inconveniente a la hora de continuar la marcha hasta Bogotá. Otras propuestas defendían la necesidad de citar a Álvaro Uribe en el territorio de Paz y Convivencia de La María Piendamó, lugar en el que las fuerzas militares y del Escuadrón Móvil Anti Disturbios (ESMAD) provocaron hace unas semanas la muerte a un comunero y más de un centenar de heridos. Esta iniciativa ha sido propuesta dada la invitación que Álvaro Uribe ha hecho a la Minga para reunirse el próximo domingo en la cercana localidad de Popayán. Reunión que no se realizaría con toda la asamblea, tal y como exige la Minga, sino con un número limitado de delegados.
Ayer, de manera sorpresiva y cuando ya la Minga había dado por concluido el acto realizado en las inmediaciones del Centro Administrativo Municipal (CAM) de la ciudad de Cali, apareció Álvaro Uribe en el lugar precedido por el Ministro de Interior y de Justicia, Fabio Valencia. Algunos medios de línea editorial bien conocida como el colombiano El Tiempo y el español El País –ambos del grupo PRISA- se han apresurado a destacar el supuesto desplante hecho por la Minga al mandatario.
“Los indígenas se niegan a hablar con Uribe por llegar tarde a su cita”, titulaba el rotativo español. Asimismo, El Tiempo señalaba que “cuando Uribe terminó montado en un puente peatonal al finalizar la tarde con un megáfono, tratando de llamar la atención de los indígenas, éstos comenzaron abandonar el lugar”.
Lo cierto es que desde las 11 de la mañana, la Minga había llegado a las inmediaciones de la CAM con la intención de reunirse con el presidente colombiano. Mientras, Uribe insistía en que la reunión se realizara con una comisión en las instalaciones de Telepacífico. La asamblea acordó esperar hasta la una de la tarde para comenzar el acto, en presencia de una delegación internacional que debía actuar como garante ante las posibles conversaciones. Ya pasadas las 16:30 horas, la Minga, ante el largo trayecto de vuelta que les esperaba hasta las instalaciones de la Universidad del Valle –donde pasarían la noche y que la mayoría debía realizar a pie- decidió retirarse.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), a través de un comunicado, denunciaba inmediatamente la “extraña la actitud del señor Uribe y su ministro, pues teniendo, de forma permanente, contacto con el gobernador del Valle, quien fue vocero y facilitador entre el presidente y la Minga, decide, de forma abrupta, llegar al CAM cuando sólo unos pocos permanecían en el lugar”.
Según declaraciones de Hermes Viterio Menza, Consejero Mayor del CRIC, “el argumento inicial de él era que por seguridad no podía reunirse con nuestra gente en asamblea. Ahí es donde le cuestionamos la famosa seguridad democrática. Si no sirve para cuidar ni al mismo Presidente, entonces no creemos en su efectividad. Pero realmente no era eso. Era su arrogancia, su orgullo, su egoísmo. Si no ¿por qué llegó a las cinco de la tarde cuando ya se estaba oscureciendo ?”.
Según El País, “la noticia de la fuga del ex congresista Oscar Tulio Lizcano, rehén durante más de ocho años de las FARC, obligó a Uribe a replantear su agenda y reunirse con el ex rehén”. Tras la reunión con el fugado, se dirigió inmediatamente al lugar de la reunión con los indígenas.
Rodrigo Quiró, coordinador de la guardia indígena, encargada de la seguridad de todas las movilizaciones realizadas estas semanas, considera que “el Presidente tiene su astucia y que lo que quería era ver cuál era la posición del movimiento indígena y llegar en el momento adecuado”. Momento en el que Uribe “desarrolló ahí su consejo comunitario con la gente que había quedado y con la gente que él tiene en un ejercicio de montaje”.
Según informaciones facilitadas por Menza, una comisión que permaneció en el lugar mientras el resto de los movilizados se retiraba se dirigió al lugar en donde se hospedaba Uribe. Allí “le explicó que el movimiento indígena había estado esperándole durante todo el día. De esa manera logramos contrarrestar, porque él ya estaba manejando a nivel de medios que él ya había hecho su entrevista con los indígenas”. “Desafortunadamente, el Gobierno sigue jugando con nosotros, pero nuestro proceso continúa. Por todos los medios buscamos el acercamiento con el Gobierno para hacer el debate que tenemos planteado. Desafortunadamente por la soberbia y arrogancia que él [Álvaro Uribe] tiene, quiso manipularnos”, concluía en dirigente del CRIC.
Fuente: Sergio de Castro Sánchez
