por Organizaciones Nordeste Antioqueño Apr. 04, 2007 La situación de asesinatos, desplazamientos gota a gota, censos, señalamientos, hostigamientos, bloqueos económicos, etc., ha generado una crisis humanitaria en el nordeste antioqueño. Por ello pretendemos con este documento visibilizar la crítica situación del Nordeste y de su gente

por Organizaciones Nordeste Antioqueño
Apr. 04, 2007
La situación de asesinatos, desplazamientos gota a gota, censos, señalamientos, hostigamientos, bloqueos económicos, etc., ha generado una crisis humanitaria en el nordeste antioqueño. Por ello pretendemos con este documento visibilizar la crítica situación del Nordeste y de su gente

Los hechos que nos permiten aseverar lo anterior son los siguientes :

En el marco de la operación “Atenea”, desarrollada a comienzos del mes de agosto de 2006 por miembros del Batallón Plan Especial Energético y Vial No. 8 adscrito a la Brigada XIV del Ejército Nacional, bajo el mando del Mayor Galvis y el Cabo López, desplegada en la parte alta del Nordeste Antioqueño, en jurisdicción de la vereda Altos de Manila del municipio de Remedios, los campesinos de dicha vereda se han visto obligados a desplazarse de sus fincas y a establecerse en un refugio temporal ubicado en el caserío de la vereda, debido a los constantes señalamientos a los pobladores como auxiliadores de la guerrilla que viene realizando el civil Camilo Tamara, quien acompaña las tropas del ejército. El señor Tamara es un antiguo residente del nordeste antioqueño, quien manifestaba tener una lista con los nombres de los campesinos colaboradores de la guerrilla. Cabe resaltar que la mayoría de los campesinos señalados hacen parte de la junta de acción comunal y de la junta de acción humanitaria de Cahucopana. Hasta el día 10 de agosto, 25 familias se encontraban en el refugio con el acompañamiento
del Observatorio Internacional de Paz.

No siendo suficiente, los militares del P.E.E.V No. 8 amenazaron a los campesinos afirmando que «tan pronto nosotros salgamos de la zona, en el
mes de septiembre habrá incursión de los paramilitares del BCB, que están en la base de Puerto López». El ejército acompañó la amenaza con
letreros alusivos al Bloque Central Bolívar de los paramilitares acompañados de dibujos de tumbas.

Finalmente el refugio se levantó a finales del mes de septiembre logrando que los habitantes del caserío de Cancha de Manila se desplazaran forzosamente de sus parcelas, retomando las actividades cotidianas como la escuela y organizando a la comunidad en una Junta de Acción Humanitaria.

Así mismo, el 4 de septiembre de 2006, siendo las 8:30 de la mañana, en la vereda Dosquebradas, del municipio de Remedios, cuatro miembros del Batallón Calibío llegaron a la vivienda de Pablo Emilio Agudelo Sánchez, quien se encontraba reparando el techo de su casa, y le solicitaron que les mostrara un camino. Los soldados tenían sus nombres e insignias cubiertas. Finalmente se llevaron al joven, amenazaron de muerte a su
suegra y a su compañera permanente y tres horas después sonó una balacera. Al día siguiente, en la emisora del Ejército «Colombia Esteréo», el Batallón Calibío da parte de un guerrillero dado de baja en combate en la vereda de Dosquebradas.

Luego de varias indagaciones, se confirmó que el cuerpo sin vida del labriego Agudelo Sánchez, de 32 años de edad, se encontraba en el municipio de Remedios, hecho confirmado por el inspector de policía de dicha municipalidad.

Igualmente, el día 5 de septiembre, en inmediaciones de la quebrada Caño Dorada, zona limítrofe entre el Nordeste Antioqueño y el Sur de Bolívar, la junta de acción comunal de la vereda Tamar, del municipio de Remedios, realizó el levantamiento de José Manuel Girón, quien murió
aproximadamente a la 1:00 pm de ese día por un impacto generado por arma de fuego, al parecer de una escopeta calibre 16. Según manifiesta la
comunidad, en esa parte de la región se ha acrecentado la presencia de efectivos de las Brigadas XIV y V, pues es camino obligado para
comunicar las zonas del Sur de Bolívar con el Nordeste Antioqueño y viceversa, además de que en el sitio conocido como el Alto de las Guacas, jurisdicción del Sur de Bolívar, se haya instalada una base militar que ha generado fuertes controles por parte del Ejército como es el vendarle los ojos al campesino que pasa en inmediaciones a la Base.

En la vereda de Caño Tigre, del municipio de Remedios, el lunes 11 de septiembre siendo las 9:00 de la mañana, cuatro hombres encapuchados,
vestidos con prendas de uso privativo de las fuerzas militares y portando fusiles Galil, hostigaron a un familia completa que se movilizaba por el camino de la vereda, tomándoles fotos a cada uno de los integrantes de dicha familia. Minutos más tarde, los 17 niños integrantes de la escuela de la vereda que también se desplazaban por el camino fueron fotografiados por los encapuchados.

Cuentan los pobladores de Caño Tigre que los hombres armados llegaron indagando por varios dirigentes campesinos de la región, al parecer para repetir la historia de Sigifredo Castaño, integrante de la junta de acción comunal de la vereda y miembro activo de Cahucopana, quien fue
asesinado al frente de su familia por efectivos del Batallón Calibío el 7 de agosto de 2005 y luego presentado como un guerrillero dado de baja
en combate.

Durante el mes de Noviembre de 2006, los miembros del Batallón Calibío, de la XIV Brigada, que se encontraban acantonados en la base militar de
El Pollo, ubicada en la vereda del mismo nombre, intensificaron el bloqueo alimentario, sanitario y económico que padece la población desde hace varios años.

Aproximadamente 13 veredas del municipio de Remedios, Antioquia, han visto desde el 14 de noviembre de 2006 que el ejército impide el ingreso de mercados mensuales superiores a $280.000(75€) para las familias de esta comunidad, que en promedio están conformadas por ocho miembros. Veredas como Anacoreto, Caimana Alta, Caimana Baja, Camelia, Campo Bijao, El Chiquillo, El Paso de la Mula, La Ceiba, La Cristalina, La Gorgona,Popero, Río Negrito y San Juan de Ité se han visto condenadas a confinamiento por parte de las fuerzas militares.

Para el campesinado y su bolsillo esta medida aparentemente parecería un “abrocharse el cinturón” obligadamente. Pero el bloqueo no sólo genera el inconveniente de sobrevivir con una dieta poco nutricional y variada, sino también el desplazamiento del campesinado hacia lugares que quizá no generen el interés de los foráneos auspiciados por las fuerzas estatales.

Una situación preocupante es la que aqueja a la Vereda Ojos Claros, pues inicia el 6 de noviembre con ocupación por parte de unidades militares
pertenecientes al Batallón Calibío de la casa del campesino Wilson Vega, Directivo de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra – ACVC,
por tres semanas. Con esta ocupación inició una crisis humanitaria en ésta vereda la cual hoy en día se mantiene. Hechos como la prohibición
realizada por el Te. Rojas al campesino Enrique Guerra (hoy en día amenazado) de ingresar alimentos a su tienda, la única de la de vereda,
supuestamente porque su negocio es el que abastece las filas de la subversión.

Así mismo, el señalamiento de varios campesinos como auxiliadores de la guerrilla y la persecución y detención temporal de los arrieros, acusándoles de aprovisionar a la guerrilla. Actualmente, quien se encuentra al mando de la tropa del Batallón Calibío que hace presencia en la vereda es el Sargento Capera, quien ha manifestado que se va a
censar a la comunidad campesina de esta vereda. Un primer intento se realizó el 20 de Enero de 2007, cuando soldados del Batallón Calibío empezaron a registrar en un cuaderno a cuanto campesino se encontraran en su camino.

Así mismo, el sábado 25 de noviembre de 2006, el campesino Guillermo León Benítez, habitante de la vereda Lejanías, zona rural de Remedios, quien se dirigió en horas de la mañana a la vereda Cruz Vagitales, fue ultimado en las inmediaciones de esta vereda por miembros del Ejército adscritos XIV Brigada y luego presentado como guerrillero dado de baja en combate. Su cuerpo que presentaba un tiro de gracia, fue trasladado a Remedios y allí fue sepultado como un NN.

Al momento en que la familia de León Benítez indaga al Ejército por su paradero, el Teniente Rojas y el Cabo Peñalosa le prohíben a la esposa
del difunto presentar denuncia alguna dentro de los 10 siguientes días.
Lo paradójico es que días después el Ejército señala de insurgentes a los familiares de Guillermo León Benítez, sus 3 hijas, 2 hijos y un
yerno, Gildo Taborda (Hoy en día se registra en la lista de amenazados), siendo obligados a desplazarse forzadamente y abandonar su tierra.

Igualmente, los soldados se encontraban indagando por el paradero del campesino Gonzalo Restrepo, oriundo de la vereda Lejanías. Además, el día 29 de noviembre, el Ejército retuvo por más de tres horas a un campesino de la vereda preguntándole por el paradero de Gonzalo. Ya el 1 de diciembre es detenido Gonzalo Restrepo y estando ya detenido, el Ejército con estrategias de engaño busca que los campesinos hablen de él para inculparlo como auxiliar de la guerrilla, sin embargo la comunidad se moviliza y es liberado en horas de la noche. Gonzalo además de recibir maltrato psicológico fue obligado a firmar un acta de buen trato.

La vereda de Lejanías se encuentra en un estado de zozobra ante la presencia permanente del Ejército – Batallón Calibío, del P.E.E.V No. 8 y otros Batallones que vienen desarrollando una operación conjunta de Interbrigadas, comandada por el Mayor Galvis. Una de las tácticas utilizadas por los militares es presentarse ante la comunidad como
guerrilleros de civil para engañar a los campesinos y sacarles información de los presuntos auxiliadores de la guerrilla.

Igualmente, acompañando al Ejército va encapuchado un presunto informante desmovilizado alias Monster. A la fecha el Ejército se encuentra en la vereda Carrizal impidiendo la movilidad de los
campesinos quienes adicionalmente si van a hablar por teléfonos son obligados a hacerlo en presencia del ejercito

El día 21 de diciembre, llegaron dos personas vestidas de civil a la casa de Pedro Pablo Zamudio Delgado, habitante de la vereda Caño Tigre, zona rural de Remedios, Antioquia, a las 4 de la tarde. Al señor Pedro Pablo, los dos sujetos le preguntaron por el paradero del Ejército, el cual el campesino desconocía. Se sospecha que las dos personas eran soldados del Ejército Nacional, ya que a uno se le ha visto en otras ocasiones portando uniforme con la tropa oficial.

El 25 de diciembre, a las 7 de la mañana, llegaron unos 20 soldados de la Brigada XIV a la casa de don Pedro Pablo. Aunque este señor se encontraba enfermo de gripa, los soldados lo hicieron levantar de la cama donde reposaba. Le dijeron que él era el “famoso Pedro Zamudio” y que la guerrilla “se mantenía en su casa haciendo llamadas”, ya que la casa está dotada con un teléfono. Dijeron que si la guerrilla seguía
apareciendo en su casa, se lo iban a llevar “vivo o muerto”. Los soldados se cuidaban de no mostrar sus apellidos, pero uno llevaba una gorra militar con el apellido “Guerrero”.

Además de amenazarlo, los soldados le tomaron las huellas dactilares y le hicieron firmar dos hojas, de las cuales se desconocen los motivos.

Es de reconocer que don Pedro Pablo es un líder comunal reconocido en la zona por su labor en defensa de los derechos humanos. Aparte de ser el
presidente de la junta de acción comunal de la vereda Caño Tigre, es miembro de la junta local de Cahucopana y hace parte de la mesa de diálogo con el estado del “Encuentro comunal por la vida digna del Magdalena Medio.”

El día 6 de enero de 2007, miembros del Batallón Plan Especial Energético y Vial No. 8 del Ejército Nacional, bajo el mando del Teniente Rojas , asesinaron a Heriberto Correa, campesino de la vereda Santa Marta del municipio de Remedios, quien fue sacado de la finca “El Coquito” y trasladado al caserío de esta vereda en donde lo torturaron y finalmente lo ejecutaron. Es importante resaltar que al momento de ultimar a Heriberto, éste se encontraba con su ropa de labriego, luego fue vestido con prendas de uso privativo y presentado como un comandante
guerrillero dado de baja. La comunidad reconoció al soldado Héctor Correa como uno de los participantes de este siniestro suceso.

La comunidad de la vereda Santa Marta se encuentra muy preocupada pues después de la muerte de Heriberto hay una latente amenaza de la entrada
de las “Aguilas Negras” a esta vereda procedentes del casco urbano del municipio de Remedios. Ejemplo de ello es que el día 17 de enero de 2007, se vieron en inmediaciones de la vereda a 4 encapuchados.

Bajo el supuesto de que Heriberto Correa, a consecuencia de las torturas recibidas antes de su muerte, delató a varios campesinos como auxiliadores de la guerrilla, el Ejército Nacional ha iniciado una campaña de amenazas de muerte contra campesinos del nordeste antioqueño.
Una característica primordial es que los nuevos amenazados son personas que hacen parte de procesos organizativos campesinos que propenden por la defensa de los derechos humanos de los campesinos. Esta lista la conforman 12 campesinos quienes son :

Enrique Gracia, de la vereda Lejanías, y directivo de Cahucopana
Pedro Zamudio, de la vereda Caño Tigre, e integrante de Cahucopana
Juan Aguirre, de la vereda Cancha de Manila
Hugo Vidal, de la vereda Cancha de Manila
Álvaro Hernández, de la vereda Lejanías
Darío Acevedo, de la vereda Lejanías
Enrique Guerra, de la vereda Ojos Claros
José Alfredo Guerra, de la vereda Ojos Claros
María Lucely Suárez, de la vereda Santa Marta
Carlos Mario Agudelo, de la vereda Santa Marta
Orlando Goy, de la vereda Santa Marta
Gidio Henao, de la vereda La Cruz

Algunos de estos campesinos se han desplazado de la región y otros se encuentran denunciado esta situación de amenaza contra su vida ante
instituciones civiles y organizaciones no gubernamentales en las ciudades de Barrancabermeja y Bogotá.

Toda esta situación de asesinatos, desplazamientos gota a gota, censos, señalamientos, hostigamientos, bloqueos económicos, etc., han generado una crisis humanitaria en el nordeste antioqueño. Por ello pretendemos con este documento visibilizar la crítica situación del Nordeste y de su gente.


Par : Miguel/CGT Balears