El asesinato de Edwin Legarda Vázquez -esposo de Aida Quilcué, Consejera Mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca- y el acto de sabotaje de Radio Pa´yumat parecen suponer el pistoletazo de salida a la respuesta represiva del Gobierno de Uribe contra el CRIC y la Minga de Resistencia Social y Comunitaria.
La difusión de imágenes de elementos de las fuerzas públicas haciendo uso de armas de fuego en contra de los integrantes de la Minga obligó a Uribe –además de a aceptar reunirse con ella en La María- a interrumpir momentáneamente unas acciones represivas que habían provocado la muerte de tres indígenas durante las movilizaciones que se dieron el pasado octubre en el Cauca.
Sin embargo, tras la histórica marcha que recorrió las calles de Bogotá el pasado día 21 de noviembre, el Gobierno colombiano ha decidido cortar de raíz y a su manera el proceso de unificación de las luchas sociales que la Minga se ha propuesto como meta. Y lo ha hecho atacando al que ha sido y está siendo, tanto desde el punto de vista “material” como ideológico, el promotor principal de la Minga : el movimiento indígena del Cauca.
A través de un comunicado, el CRIC denunciaba que a las 4 de la mañana del día 16 de diciembre el vehículo de su organización -que se encontraba en una misión médica- era atacado, desde tres costados a un mismo tiempo, por elementos del Ejército Nacional en la vía que une los municipios de Totoró y de Inza (Cauca). El brutal ataque dejaba 17 impactos de fusil en el vehículo. Edwin Legarda Vázquez, tras ser alcanzado en dos ocasiones y trasladado a un hospital de Popayán, moría cuatro horas más tarde. Su esposa, la Consejera Mayor del CRIC Aída Quilcué, que ha sido objeto de constantes amenazas, denunciaba que el atentado la tenía a ella como objetivo.
El General Justo Eliseo Peña, comandante de la III División del Ejército, ha declarado que el incidente fue provocado por la negativa del vehículo a detenerse al pasar junto a un retén militar. Testigos de los hechos denuncian que en el lugar no se encontraba retén alguno y que no se les dio el alto en ningún momento.
Según ha podido saber Kaosenlared, fuentes del CRIC del municipio de Totoró, en donde se produjo la agresión, denuncian que las amenazas se han recrudecido en los últimos días y que temen que las represalias se endurezcan próximamente.
Aída Quilcué acababa de volver de Ginebra en donde había participado en la presentación, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, del Informe Periódico Universal de Colombia, mecanismo que dicho organismo ha comenzado a implementar este año como forma de establecer el nivel de cumplimiento de los derechos humanos en los países integrantes de la Naciones Unidas.
Tan sólo tres días antes, el 13 de diciembre, las instalaciones de Radio Pa`yumat en el Cerro de Munchique fueron asaltadas provocando daños técnicos en todos sus equipos de transmisión. Radio Pa`yumat forma parte del Tejido de Comunicación de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), integrante del CRIC.
La doble agresión parece tener como finalidad atacar al movimiento indígena desde dos frentes. El primero buscaría descabezarlo acabando con sus líderes ; el segundo, destruir sus formas de organización, decisión y acción comunitaria, para las cuales la radio supone un instrumento fundamental. Tal y como denuncia la ACIN, “la intención es silenciar la voz del Pueblo Nasa para debilitar el proceso político organizativo y la reacción inmediata contra hechos de violencia en el territorio, tal como ya se evidencia en el Resguardo de Munchique, donde se encuentra desaparecida la familia Sánchez Serna ; Florentino Sánchez de 55 años, Aminta Serna de 47 años y Carol Ximena Sánchez de 12 años. Justo cuando necesitamos mover a toda la comunidad para salir en su búsqueda, no contamos con un medio eficiente como la radio para hacer un trabajo más efectivo”.
Al respecto de la doble estrategia de represión del Gobierno de Uribe, Feliciano Valencia, Consejero Mayor del CRIC, declaraba que “no parece una coincidencia que se silencie el principal medio radial de nuestros pueblos mientras se desarrolla un plan de agresión por parte del Estado y de los actores armados. Todo apunta a que silencian la emisora como parte de una estrategia de terror”.
Fuente: Sergio de Castro Sánchez