Muerte y deforestación por el petróleo…también español
Denuncia de los Atropellos cometidos por Occidental Petroleum y Repsol-YPF en contra del pueblo de Arauca Colombia. Por el Respeto a la Vida y los derechos humanos, y por la Permanencia en el Territorio.
Muerte y deforestación por el petróleo…también español

Denuncia de los Atropellos cometidos por Occidental Petroleum y Repsol-YPF en contra del pueblo de Arauca Colombia.
Por el Respeto a la Vida y los derechos humanos, y por la Permanencia en el Territorio.

Introducción.

Arauca es un departamento localizado en los llanos orientales de Colombia, en la frontera con Venezuela, región caracterizada por contener unos de los mayores yacimientos de petróleo del país, estimados en el año de su descubrimiento (1983) en 834 millones de barriles. A partir de este año, la explotación de petróleo empezó a ser realizada por Occidental Petroleum, en asociación con el estado Colombiano, explotación petrolera que ha dejado innumerables daños que han afectado directamente a las comunidades campesinas, indígenas Uwa y Guahiba, y a los trabajadores de la región. Además de estos daños que pasan por la violación de todos los derechos humanos, se suma una estrategia de terror y persecución en contra de los dirigentes sociales por su rechazo y su denuncia a las empresas petroleras y a los crímenes de Estado, que ha dejado como resultado a cientos de dirigentes y lideres encarcelados, desplazados o asesinados.

Este panorama tiende a hacerse aún mas grave, con la aparición de la petrolera española Repsol, que tiene a su cargo varios campos petroleros de exploración y uno de producción, en los que se han evidenciado masacres por parte de grupos paramilitares y atropellos en contra de las comunidades campesinas y entre los pueblos indígenas entre ellos el pueblo Uwa.

El presente documento, resume la campaña de denuncia y rechazo de las organizaciones sociales de Arauca en contra de las empresas petroleras Occidental y Repsol, por su responsabilidad en la violación de los derechos humanos, especialmente por el derecho de la autodeterminación de los pueblos ; que busca obligar a estas empresas a revelar la verdad de su participación en la guerra sucia que se libra en contra del pueblo Araucano, a reparar los daños sociales, culturales y ambientales causados ; y especialmente a que se hagan a un lado para que el Pueblo Colombiano pueda manejar el petróleo de acuerdo a su propio proyecto de bienestar colectivo, sustentabilidad ambiental, y justicia social.

Problemática

El gobierno de Álvaro Uribe, que en la actualidad aspira a ser reelegido siguiendo los regímenes de Menem y Fujimori, ha planteado una dura política autoritaria como salida al conflicto social, político y armado en Colombia, que busca hacer retroceder los incipientes avances democráticos de la constitución política de 1991, e intensificar la respuesta militarista a los conflictos sociales que se manifiestan en Colombia. En este marco, ha impuesto todo un paquete de reformas que buscan “atraer la inversión extranjera” que profundizan las reformas neoliberales que se impusieron en los inicios de la década del noventa, y que han dejado desastrosos resultados para los sectores productivos, la sociedad y el medio ambiente. Entre los resultados se pueden contar el incremento de la concentración del ingreso y la riqueza, la concentración de las tierras agrícolas y ganaderas en manos del paramilitarismo, la precarización laboral en la que menos de 1 millón de colombianos tiene empleo estable y el restante de 25 millones en posibilidades de trabajar lo tiene que hacer en condiciones informales, y el incremento de la indigencia y la pobreza, que arroja una cifra de casi diez millones de personas sin ingresos para alimentarse.

Por otro lado, entre las medidas que se han impuesto para “darle seguridad a los inversionistas”, se destacan las reformas sobre el sector petrolero, entre las que se cuentan el desmantelamiento de los ya débiles controles ambientales y sociales a la explotación y exploración, el aumento ostensible de las garantías e ingresos para los “inversionistas” en los contratos petroleros, y el despliegue de un aparato militar y jurídico que busca reprimir cualquier manifestación social que cuestione o se oponga a la explotación petrolera.

Arauca no escapa a esta lógica, al ser ésta una región con altos potenciales de explotación petrolera, por sus prospectivas al pertenecer a la misma cuenca de hidrocarburos de Venezuela. Se tienen antecedentes de un aparato de control social y político en la región, que cuenta con todo tipo de medidas arbitrarias amparadas en la indiferencia de los medios masivos de comunicación, medidas que pasan por todo tipo de violaciones al debido proceso jurídico, detenciones masivas (mas de 2000 personas arrestadas en un solo momento, en noviembre de 2002 en Saravena), jornadas cívico militares en las que se obliga a la población civil a relacionarse con el ejército, la utilización de testigos a sueldo para abrir procesos penales, ataques militares contra la población civil como la masacre de Santodomingo, o el asesinato selectivo de lideres campesinos y sindicales (que sumaron 897 muertes entre 2003 y 2005). Y desde hace cinco años, el despliegue de ejércitos paramilitares en la región, que se resguardan en las áreas urbanas cerca de las unidades del ejército y la policía, desde donde se han perpetrado masacres y desapariciones.

El gobierno norteamericano no ha estado al margen de esta problemática, y al contrario ha tomado parte activa dentro del conflicto, buscando asegurar los intereses de la petrolera Occidental Petroleum. Se han reportado varias visitas oficiales de la Embajadora Estadounidense, funcionarios del consejo de estado, a la región y especialmente al complejo petrolero “Caño Limón”, que buscaban “orientar” los recursos del plan Colombia hacia el aseguramiento militar de la región, negociar la reversión del campo petrolero que le permite a la empresa petrolera explotar hasta la ultima gota del yacimiento petrolero, y eliminar las limitaciones contractuales con las cuales la empresa pueda tomar y explotar otros campos de hidrocarburos. Estos intereses se manifiestan de hecho, con la construcción de dos batallones militares que funcionan con financiación (98 millones de dólares), y asesoría directa del ejercito norteamericano en las instalaciones petroleras de “caño limón”, y en el municipio de Saravena. Estas instalaciones militares, también son vistas en el escenario lejano -pero probable a mediano plazo-, de un conflicto con Venezuela, que utilizaría la infraestructura militar en la frontera como puntos desde los cuales se desplegarían ataques aéreos y militares. Papel similar al desempeñado por Turquía, en la invasión militar británica y norteamericana a Irak.

Amparados en la situación de guerra en la que se encuentra la región, y especialmente por la complicidad del Estado, las empresas petroleras Occidental Petroleum y Repsol han desatado todo tipo de atropellos en contra de las comunidades y la naturaleza. Casos entre los que se cuentan la muerte de varios campesinos en las áreas de control de las empresas petroleras, la destrucción de varios ecosistemas acuáticos, la contaminación de suelos por la extracción y vertimiento masivo de agua del subsuelo, y la destrucción de las culturas indígenas al no reconocer el derecho a su territorio, como es el caso del desalojo de las comunidades indígenas Guahibas y el continuo hostigamiento y persecución en contra de la comunidad Uwa.

Arauca, es una región en la que se refugiaron comunidades campesinas de la guerra que ha azotado a Colombia por cerca de cuarenta años, región en la que se han establecidos esfuerzos y luchas por construir un proyecto de bienestar que se salga de la lógica del consumo irracional, la destrucción de la naturaleza y el autoritarismo. En búsqueda de formas de relacionar a los humanos con sus congéneres y con la naturaleza, en lo que las organizaciones sociales de Arauca hemos llamado como “Plan de Equilibrio”.

Estos antecedentes, han llevado a afirmar a los campesinos de la región que el petróleo trajo muerte y destrucción a la región, que las historias del desarrollo y el progreso sirven para engañar a la gente, que la vida se vivía y se gozaba cuando las empresas petroleras no existían en la región. Ahora los sueños, la vida y los principios quieren ser comprados con dinero. Dinero que ha corrompido, asesinado y destruido.

Campaña de Denuncia contra Occidental Petroleum y Repsol.

En este contexto, las organizaciones sociales de Arauca, planteamos un claro rechazo a las Empresas Petroleras por su participación directa o indirecta en la violación integral de los derechos humanos en contra de los habitantes de la región, por la destrucción de la naturaleza que ha mantenido y alimentado a nuestros hombres y mujeres, y por la corrupción que ha desatado en todas las esferas del poder nacional y regional.

La campaña es vista como un proceso de denuncia en contra de estas petroleras, que busca sensibilizar, movilizar y exigir desde las organizaciones sociales y populares en Colombia y en el mundo, a las empresas petroleras que posibiliten el logro de la verdad, la justicia y la reparación por los crímenes relacionados en la región.

La campaña se plantea como un espacio en el que se busca defender la soberanía popular sobre los hidrocarburos, en los que el petróleo debe ser un instrumento de bienestar social y sustentabilidad ambiental, en el que incluso debe considerarse la moratoria a la explotación petrolera, en la lógica del principio de autonomía de los pueblos. Se busca reivindicar que la Naturaleza y los Hombres no son mercancías, y rechazar el modelo explotador e irracional de explotación y consumo petrolero.

La campaña, quiere divulgar tres aspectos considerados prioritarios : la destrucción de importantes ecosistemas a partir de la explotación petrolera, el desplazamiento y destrucción de varias comunidades indígenas guahibas y la potencial desaparicion de las comunidades Uwa, y los crímenes de lesa humanidad que tienen directa relación con las petroleras.

Líneas de trabajo de la Campaña

La campaña tiene contempladas varias líneas de trabajo :

1 Tribunal Permanente de los Pueblos : Es un espacio de justicia alternativa, organizado desde los pueblos del mundo, que busca condenar las responsabilidades de los estados en los crímenes de lesa humanidad y contra los derechos de los pueblos. Se realizará un tribunal permanente de los pueblos en contra de las principales petroleras que operan en Colombia, en donde se demostrarán algunos casos por su responsabilidad en la guerra sucia contra la población civil por el control de las reservas de hidrocarburos.

2 Acciones de Judicialización. En las que se contempla la realización de acciones jurídicas nacionales e internacionales que permitan visibilizar las responsabilidades de estas empresas y ampliar los espacios de denuncia.

3 Comunicación y Señalamiento : Esperamos mantener una divulgación permanente que mantenga los ojos de los pueblos del mundo sobre las acciones de esta empresa, sabemos que la impunidad depende directamente del desconocimiento, y una de las maneras de construir justicia es con la divulgación de los hechos.

4 Espacios de Presión Directa : Queremos llevar la denuncia a las instancias de poder estatal y corporativo, hacer llegar las voces de las victimas a quienes toman las decisiones desde su escritorio, y hacerles saber que la impunidad y el olvido no salvaran sus responsabilidades.

Retos de la Campaña

1 Detener la exploración en territorios indígenas Uwa en las áreas que ahora controla Repsol, amparada en contratistas o la empresa estatal petrolera colombiana.
2 Detener la ofensiva militar y jurídica en contra de los dirigentes sociales de Arauca, que se han opuesto a las medidas autoritarias estatales, y a la irracional actividad petrolera en la región.
3 Contribuir a la reconstrucción del movimiento social en la región, que ha sufrido los embates de gobierno, el paramilitarismo y los mercenarios del petróleo.
4 Obligar a las empresas petroleras a reparar los daños cometidos en contra de la naturaleza y las comunidades.
5 Contribuir a una discusión abierta sobre la irracionalidad del actual modelo de explotación petrolera protagonizado por las empresas petroleras, desde el cual, se construyan mecanismos por la autonomía y la soberanía de los pueblos, desde los cuales el petróleo no sea motivo de destrucción y muerte.

¿Como vincularse a la campaña ?

Este es un trabajo duro y con riesgos, pero necesitamos del apoyo y la solidaridad de todas las personas y organizaciones solidarias, para comunicarse con las organizaciones sociales de Arauca, se puede escribir a los siguientes correos :

organizacionessosicales@redcolombia.org

Listado de Documentos relacionados

Amnistía Internacional. Colombia un laboratorio de Guerra : represión y violencia en Arauca. Abril 2004 http://web.anmesty.org/

Organizaciones Sociales de Arauca. Foro Social Humanitario. Efectos del plan Colombia y la seguridad Democrática en la región del Arauca y del Oriente. Agosto 2005. www.organizacionessociales.org

Comité Regional por la Defensa de los Derechos Humanos “Joel Sierra”. Informe de Derechos Humanos, Arauca 2003.

Observatorio Social de Empresas Transnacionales Megaproyectos y Derechos Humanos. Transnacionales y Derechos Humanos. En : Más Allá del Embrujo. Tercer año de gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Plataforma Colombiana de Derechos Humanos Democracia y Desarrollo. Bogotá 2005.


Par : rr.ii.



Fuente: Secretaría de Relaciones Internacionales de la CGT