El próximo jueves 11 de mayo los colectivos abajo firmantes a iniciativa de Ecologistas en Acción del Suroeste de Madrid promueven la convocatoria de una concentración ante el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico de Repsol-YPF ubicado en Móstoles. Esta concentración se enmarca tanto dentro de la campaña internacional impulsada desde España «Ripsol 2006. Contrajunta de afectad@s», a la que se han adherido más de 30 organizaciones sindicales, ecologistas y de solidaridad y cuyo objetivos es denunciar a Repsol-YPF, como ejemplo y máximo exponente local de las empresas transnacionales del sector energético, responsables de crímenes ecológicos, sociales y contra la soberanía de los pueblos, como se encuadra dentro de las acciones que más de 20 organizaciones promueven en apoyo y solidaridad con el proceso de nacionalización del petróleo y del gas en Bolivia y en repulsa con la intervención del gobierno español en defensa de los intereses privados de la multinacional Repsol-YPF.
Los cuantiosos beneficios que obtiene Repsol-YPF (el año pasado 3.120 millones de euros) no son el resultado de una excelente gestión empresarial, sino la consecuencia del expolio que lleva a cabo en los países en los que desarrolla sus actividades, que conllevan graves impactos medioambientales, económicos, sociales y culturales.
El mayor mercado internacional de Repsol-YPF es la región latinoamericana, donde tiene depositados el 50% de sus activos. En muchos casos, las reservas de petróleo y gas que Repsol-YPF explota desde México hasta Argentina coinciden con territorios indígenas y parques naturales, provocando las actividades de exploración y extracción graves impactos sobre la salud de las poblaciones y sobre el entorno natural, provocando delitos contra los derechos de los pueblos indígenas y el medio ambiente.
Por poner algunos ejemplos de la forma de actuar habitual de Repsol-YPF, señalemos que en la Amazonía ecuatoriana la multinacional tiene instalaciones en el Parque Nacional Yasuní, donde habitan los huaorani. Las constantes roturas de oleoductos y los derrames de las piscinas de desechos contaminan aguas y tierras, así como la incineración de desechos de la petrolera produce emisiones de componentes nocivos para la salud y el medio ambiente.
En Bolivia Repsol YPF tiene concesiones en 16 territorios indígenas y en 7 áreas protegidas, estando amparado su accionar en una normativa sectorial, la Ley 1689, con estándares por debajo de los establecidos en el ámbito internacional (como el Convenio 169 de la OIT) y leyes sectoriales (como la de Medio Ambiente o la Ley de Hidrocarburos 3058) que permiten que la actividad petrolera vulnere los principios de precaución. Repsol-YPF ingresó al territorio Itika Guasu para realizar operaciones de prospección, exploración y explotación de petróleo, y lo hizo sin consultar e informar a los pueblos guaraníes de la región y ocultando información sobre la dimensión ambiental de las perforaciones y extracciones. Los pobladores de Itika Guasu han señalado que Repsol YPF está “provocando una serie de daños a nuestro medio ambiente, destruyendo nuestros bosques, ahuyentando a los animales silvestres que son fuente de nuestra subsistencia y violentando nuestra forma de vida comunal, es decir, Repsol YPF esta matando nuestra cultura”. De ahí que el anuncio de la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, suponga una buena noticia que abre las posibilidades a un mayor control de la población local de las actividades de Repsol, recuperando de este modo la soberanía perdida.
En definitiva, Repsol-YPF ha contraido una deuda ecológica con todas las poblaciones a las que saquea sus recursos petrolíferos ,al suponer la extracción y consumo de petróleo una de las actividades humanas que mayores impactos y catástrofes ambientales causan : desde derrames como el provocado por el hundimiento del Prestige hasta la generación de gases de efecto invernadero que la combustión de la gasolina genera, pasando por guerras por el control de los limitados yacimientos de petróleo. Por eso el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico de Repsol debía basar sus investigaciones en una apuesta por las energías renovables, que son las únicas que grantizan la sostenibilidad medioambiental.
Convocantes :
ACSUR – Las Segovias, Asamblea Contra la Globalización Capitalista y la Guerra, Ben Magec – Ecologistas en Acción de Canarias, Campaña ¿Quién debe a quién ?, Casapueblos, CGT – Confederal, CGT – Madrid/Castilla la Mancha, Ciudadanos por la República, Comité de apoyo al MST, Comité de Solidaridad con los Pueblos Indígenas de América Latina de Barcelona, Comitè de Solidaritat amb Pobles Indígenes Ecuador Llactacaru, Cristianos de Base, Corriente Roja, Derechos para Tod@s, Ecologistas en Acción – Madrid, Ecologistas en Acción – Suroeste, Ekologistak Martxan, Espacio Alternativo, Grupo Comunista Octubre, Juventud Comunista de Madrid, OCSI, Partido Humanista, Paz Ahora, Paz con Dignidad, Partido Comunista de Madrid, Plataforma Bolivariana, Plataforma de Solidaridad con Bolivia, Plataforma de Solidaridad con Chiapas, Oaxaca y Guatemala, Red de Apoyo Zapatista, RCADE – Centro, RCADE – Moratalaz, RCADE – Retiro, Sodepaz, Xarxa del’Observatori del Deute en la Globalització.