El Sindicato Único de Burgos de la Confederación General del Trabajo (CGT) exige al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el cierre inmediato de la Central Nuclear de Santa María de Garoña y la elaboración de un Plan de abandono progresivo de la energía nuclear en cumplimiento de las promesas electorales del PSOE en la elecciones generales de 2004.
La central nuclear de Garoña es en la actualidad la más vieja del parque nuclear español. Con una potencia de 466 Mw (la mitad que el resto de centrales nucleares españolas) fue conectada a la red eléctrica el 2 de marzo de 1971, e inaugurada por Franco el 22 de septiembre del mismo año. Su antiguo diseño no pudo incluir las mejoras propuestas después de los graves accidentes nucleares de Three Mile Island (28-03-79) y Chernobil (26-04-86).
En 1982 el CSN y Nuclenor reconocieron la existencia de grietas en el reactor, un grave problema que habían mantenido oculto. Con una vida prevista de 25 años (tiene 35 en la actualidad) está sobradamente amortizada por la empresa propietaria Nuclenor (50% Iberdrola y 50% Endesa) que recientemente ha presentado una solicitud de prórroga de una década (de 2009 hasta 2019, lo que la situaría en los 48 años). A pesar de sus fisuras y su lamentable estado de degradación intergranular bajo presión debido a las grandes presiones a la que están sometidas partes fundamentales para su funcionamiento y seguridad, sorprendentemente sus propietarios mantienen que «se encuentra en un excelente estado».
Durante el pasado año Garoña produjo 3.680 Gwh de los 292.920 Gwh totales que se produjeron en el estado español, lo que supone el 1,25% de la producción eléctrica del estado, cuando mediante la energía eólica en el mismo periodo se produjeron 20.616 Ghw (7% del total). Para completar estos datos indicar que la provincia de Burgos tiene con sus 31 centrales eólicas una potencia instalada de 646 Mw, y que los más de 2.000 Mw eólicos de Castilla León superan desde hace tiempo la producción de energía nuclear de Santa Maria de Garoña.
Abandonar la energía nuclear en el Estado español, de forma progresiva pero urgente, es posible desde el punto de vista energético y económico, además de deseable desde el punto de vista de la seguridad y de la protección del medioambiente y la salud. Se trata sobre todo de una cuestión de voluntad política.
El PSOE y su Secretario General, José Luis Rodríguez Zapatero, ganaron las elecciones generales del 14 de marzo de 2004 gracias -entre otros elementos— a una serie de promesas como la de cerrar las centrales nucleares de forma progresiva y sustituir su aportación energética por «energías más limpias, más seguras y menos costosas», como reza su programa electoral a las Elecciones Generales 2004 y se lee también en el Acuerdo Programático PSOE-Los Verdes.
Por esto desde la Confederación General del Trabajo reclamamos al Presidente Zapatero y al Partido Socialista que no defrauden a la ciudadanía y cumplan su promesa de cerrar las centrales nucleares, dando un fuerte impulso al cambio de modelo energético con la decidida promoción de la eficiencia, la suficiencia y las energías renovables.
Fuente: CGT Burgos