Ayer hablé con Claudia ; me contó que la casa del Príncipe ha costado mil millones de las antiguas monedas. Estaba triste. Tiene dos hijas preciosas y vive de alquiler ; sabe que no podrá tener nunca una casa propia. Por eso quiero contarles algunas cosas que no aparecerán narradas en las miles de páginas de prensa y cientos de horas televisivas que “informarán” al detalle sobre la Boda Real.
Diez mil agentes velarán por la seguridad ; mientras ese mismo día, miles de mujeres que han denunciado que las muelen a palos, estarán desprotegidas. Con el dinero destinado a obras para tal evento, se podrían construir 500 aulas escolares en Guatemala. Con lo que van a comer tan honorables comensales se podría alimentar a un pueblo etíope de cien habitantes durante una década. Con lo derrochado en flores se podrían repartir en Sudamérica 55.000 juguetes entre los niños que nunca han tenido uno. Con el gasto de alojamiento de los invitados se podría construir un campamento para dar refugio a 20.000 personas. La lista de gastos es interminable. Por eso no me extraña que a Claudia se le humedezcan los ojos al mencionar los miles de niños que podrían salvar su vida si ese dinero se dedicase a medicinas para el Tercer Mundo. Por eso no me extraña que Claudia me pida con la voz rota, que escriba algo sobre este tema.
El escenario ya está preparado, también el guión y los actores. Ya puede dar comienzo la función.
Xabier Susperregi Gutierrez
Oiartzun- Guipúzcoa