El pasado jueves los diversos medios de comunicación informaban muy ampliamente sobre la sanción que la Comisión Europea ha impuesto a varios grandes bancos internacionales por participar en acuerdos ilegales para manipular tipos de interés de referencia, como Euribor, Libor o Tibor (japonés).

En esa noticia, que no solamente ha causado gran impacto en nuestro sector, sino también en toda la sociedad, toda vez que esas prácticas fraudulentas finalmente repercuten en los clientes, que han visto afectados sus contratos bancarios muy negativamente, también se citan los nombres de los bancos sancionados, y entre ellos aparece Citigroup.

 

Lamentablemente, la implicación de Citigroup en este caso no ha resultado ninguna sorpresa. Ya en el verano de 2004 se vio involucrado en otro escándalo por su irregular actuación en el mercado de bonos, llegando a ser investigado por las autoridades de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia por manipulación del mercado. Aunque Citigroup alegó que todo se debía a un error en su “innovadora plataforma informática”, lo cierto es que la prensa (Financial Times) llegó a informar de la existencia de un “…..

Lamentablemente, la implicación de Citigroup en este caso no ha resultado ninguna sorpresa. Ya en el verano de 2004 se vio involucrado en otro escándalo por su irregular actuación en el mercado de bonos, llegando a ser investigado por las autoridades de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia por manipulación del mercado. Aunque Citigroup alegó que todo se debía a un error en su “innovadora plataforma informática”, lo cierto es que la prensa (Financial Times) llegó a informar de la existencia de un “….. correo interno que explicaba al detalle cómo se podía desestabilizar el mercado y obtener de esta situación una -gran rentabilidad-……. y exponía de forma resumida una estrategia para reorganizar el mercado de la eurozona -donde los márgenes comerciales se han reducido a causa de la transparencia y la fuerte competencia-“.

Además, en ese mismo tiempo, los servicios bancarios de Japón también procedieron a la revocación de la licencia de Citigroup por su “…. escasa diligencia para prevenir operaciones de lavado de dinero, información insuficiente sobre los clientes y prácticas mercantiles impropias” (Diario Expansión).

Por tanto, vistos los antecedentes, el caso de Citigroup ahora es difícilmente calificable de accidental.

Pero a diferencia esos casos citados, donde Citigroup actuó individualmente, ahora aparece formando parte de una trama organizada, que se pone de acuerdo para manipular las condiciones financieras de los mercados. Lo que se puede calificar como un auténtico cártel bancario. Se asocian con otros bancos que son tan manipuladores como ellos, lo que confiere al caso una gravedad mucho mayor.

Para darnos una mejor idea de lo que eso supone, hemos de decir que la mayoría de las legislaciones penales de los estados modernos, entre ellas la de España, incluye ese comportamiento como un delito de alteración de precios. Por tanto nos encontramos ante un comportamiento inaceptable socialmente, y que debería ser castigado con severidad ejemplar, para que no vuelva a repetirse.

Pero en su lugar, parece que lo que finalmente ha prevalecido es el poder e influencia de estas entidades, que se han lucrado inmensamente con su ilegal comportamiento, perjudicando durante mucho tiempo a millones de clientes, y se van a librar de mayor responsabilidad pagando una pequeña multa (montante total de 1.710 MM).

Una operación muy rentable

Así también lo considera el mordaz dibujante Alfons López en su viñeta de la web del diario Público, de fecha 07.12.2013, que aquí reproducimos.

Otro aspecto a destacar es la ridícula posición en la que han quedado los departamentos de auditoría interna y compliance de estas entidades, servicios internos cuya función es vigilar, prevenir, y actuar para que ningún departamento o empleado pueda actuar fraudulentamente. Y en este caso, que constituye un fraude gigantesco y urdido incluso con otras empresas de su mismo sector, han quedado en total evidencia.

Lo que resulta altamente sospechoso. Para entender cómo funcionan esos servicios internos, basta ver cómo actúan en Citibank, donde hace muy poco tiempo, en los despidos habidos en Madrid en el departamento de Tecnología, dos de esos despidos han sido al acusárseles (infundadamente) de no haber informado hace cuatro años de la complicidad existente entre un proveedor (con facturas de importes modestos) y otros empleados del mismo departamento.

Es decir, ven fantasmas en cuestiones muy antiguas y de menor relevancia, y por el contrario, no ven nada en la manipulación de tipos de interés, algo gigantesco y que estaba ante sus propias narices.

Para acabar, en toda esta historia también hemos de referirnos a la actuación de Barclays, otra de las entidades que ha estado implicada, pero que finalmente se ha visto libre de sanción por acogerse al programa de clemencia que la CE ofrece a las compañías que denuncian una práctica anticompetitiva. Esto es, después de cometer la ilegalidad ha pasado a interpretar el papel de «chivato».

Tras el escándalo, esta entidad está intentando cambiar su deteriorada imagen, procediendo a una profunda renovación de su cúpula directiva, tanto en su Casa Matriz como aquí en España.

Y en ese proceso de cambios, para su plantilla en España ha contratado a D. Sergio de Horna, expresidente de CitibankEspaña, que entre otros cometidos va a desempeñar el cargo de Country Head of Compliance (el equivalente a Director de Etica).

Contratación que nos parece muy “lógica”, pues este directivo adquirió en Citibank una tremenda experiencia en temas de corrupción. En su trayectoria en esta casa, el Sr. De Horna “consiguió” que CCOO y UGT le firmasen diversos acuerdos para despedir a cientos de trabajadores y recortar derechos laborales, eso sí, a cambio de altísimas sumas de dinero, contratación de familiares y afines, o viajes y prebendas de lujo para sus dirigentes sindicales. De ello ya dejaron constancia en su día distintos medios de comunicación (Interviú, Público, El Jueves, etc.), y el propio Sr. De Horna tuvo que reconocer esos hechos como ciertos ante los Tribunales de Justicia. Ver para creer.

Fraudes y escándalos continuos, en los que muchas entidades bancarias están teniendo un comportamiento antisocial y vergonzoso, entidades que luego proclaman que su primer objetivo es la “excelencia” hacia la clientela, y que su obsesión es el comportamiento ético.

12 de Diciembre de 2013

CGT-Citigroup

 


Fuente: CGT-Citigroup