Montaldo reconstruye el escandaloso proceso que condenó a los dos anarquistas italianos con el pulso febril que identificó al cine de denuncia de su país en la década del 70.
Nacionalidad : Italia ; Año : 1971 ; Director : Giuliano Montaldo ; Guión : Ottavio Jemma, Giuliano Montaldo, Fabrizio Onofri ; Música : Ennio Morricone ; Canción : «La balada de Sacco y Vanzetti» : Joan Báez ; Montaje : Nino Baragli ; Duración : 121 minutos ; Intérpretes : Gian Maria Volonté, Riccardo Cucciola, Cyril Cusack.
El 8 de Mayo de 1920 los obreros italianos Nicola Sacco (Ricardo Cucciola) y Bariolomeo Vanzetti (Gian Maria Volonté) son detenidos y acusados de haber matado a un hombre durante un atraco en Massachusetts. A pesar de su inocencia son condenados a muerte por anarquistas y a causa de la xenofobia y miedo al bolchevismo característicos de la época, y ejecutados el 23 de agosto de 1927 a pesar de las manifestaciones asu favor organizadas en medio mundo.
Mezcla de calvario y de epopeya, el realizador relata en «Sacco y Vanzetti» la forma en que dos modestos inmigrantes italianos -un zapatero, Nicola Sacco, y un vendedor de pescado, Bartolomeo Vanzetti- pusieron al desnudo el cinismo del sistema judicial en los Estados Unidos y se transformaron en símbolos de resistencia para las víctimas de las arbitrariedades del mundo entero.
«Sacco y Vanzetti» obtuvo en el Festival de Cannes de 1971 el premio como mejor actor para Ricardo Cucciolla y el Sindicato Nacional de Periodistas Cinematográficos Italianos galardonó un año después a Rosanna Fratello como mejor actriz. Es recordada, mucho más allá de su desgarradora temática, de su notable dirección y de sus impecables interpretaciones, por ese fondo desgarrador y melancólico que parte de la voz de Joan Baez interpretando su siempre recordada «Balada de Sacco y Vanzetti».
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Fuente: Información Alternativa Extremadura
