Ciemat. Un problema radiactivo

Ciemat. Greenpeace pidió ayer la parada del Pimic, el Plan Integral para la Mejora de las Instalaciones del centro, porque los niveles de radiación anunciados son inferiores a los reales

la representación sindical de CGT de La China ya pidió una caracterización radiológica del Ciemat al conocerse en 2004 la enfermedad de un trabajador, con dolencias relacionadas con la exposición a radiaciones ionizantes.

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    Ciemat. Un problema radiactivo

    Ciemat. Greenpeace pidió ayer la parada del Pimic, el Plan Integral para la Mejora de las Instalaciones del centro, porque los niveles de radiación anunciados son inferiores a los reales

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    Continúa la polémica alrededor del Ciemat. Tras el descubrimiento la pasada semana de trazas de Plutonio-239, Americio-241 y Radio-226 en la zona deportiva del centro, ayer Greenpeace solicitó suspensión cautelar del Pimic, el Plan Integral para la Mejora de las Instalaciones del propio Ciemat.

    Según Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía nuclear de la plataforma ecologista, « el Pimic es un desastre », y existen datos suficientes como para sospechar que « el Ciemat, que no se puede olvidar que fue la antigua Junta de Energía Nuclear, está falseando los inventarios radiológicos ».

    « Han estado haciendo todo tipo de experimentos con reactores, con prototipos piloto, con plantas de reprocesamiento », comentó ayer Bravo, « y todo siguiendo un control pésimo, con un montón de zonas afectadas, incluidos varios cipreses del propio Ciemat que han tenido que ser talados y tratados como material radioactivo por la gran contaminación que padecían ».

    La intención de Greenpeace es que se efectúe una investigación « rigurosa » del inventario radiológico de las instalaciones de Ciemat, y que a partir de ahí se elaboren unas medidas de seguridad que protejan a los trabajadores, a la población y al medio ambiente, ya que, según Bravo, « viven millones de personas en el entorno que se pueden ver afectadas porque algunos prefieren mantener al personal desinformado mientras que quizá incluso sea necesario realizar un Plan de Emergencia, por catastrófico que parezca ».

    Si tal y como manifiestan los ecologistas, los inventarios radiológicos desarrollados por el Ciemat llegan a estar dos órdenes de magnitud por debajo de los reales, las medidas de seguridad que se han llevado a cabo hasta el momento serían insuficientes, al haberse realizado a la baja.

    Otro aspecto destacado por Greenpeace es le peligro que supone haberse encontrado trazas de Plutonio- 239, el utilizado para armamento nuclear. Al haberse encontrado en la zona deportiva, a pocos metros del campo de fútbol y junto a los columpios, el tobogán y el balancín donde juegan los niños de los trabajadores, muchos empleados han mostrado su preocupación.

    Durante una acalorada reunión celebrada ayer por la CGT, coordinadora sindical de los trabajadores del Ciemat, un padre mostró su preocupación al tener un hijo que padece leucemia y que había jugado en la zona donde se encontró el plutonio. « La gente debe saber que puede pasar », aseguraba Bravo y cuando se habla del plutonio, la cosa pasa a mayores. Un gramo de este material, que no es de origen natural, sino que surge de las reacciones nucleares, pude causas cáncer de pulmón a un millón de personas. Es más, una millonésima de gramo, un trozo más pequeño que una mota de polvo inhalada por una persona, también le causaría cáncer de pulmón, ya que esa minúscula cantidad posee un potencial radioactivo impresionante ».

    Greenpeace también aprovechó para exponer sus propias teorías sobre la procedencia del Plutonio-239. Dado que el único precedente de Plutonio-239 encontrado en terreno nacional se remonta a 1966 en Palomares, cuando un avión estadounidense perdió accidentalmente cuatro bombas atómicas, la plataforma ecologista ha relacionado ambos hechos. Según Greenpeace parte del plutonio de las bombas fue llevado a Madrid dentro del Proyecto Indalo, con el que se intentaba separar el grisáceo metal de la tierra en la que cayó.Al finalizar este proyecto, tanto el plutonio como las tierras habrían ido a parar a un lugar indeterminado dentro de la institución ubicada en Ciudad Universitaria.

    Otra teoría relaciona el plutonio con el accidente sufrido en 1971 por el Ciemat, entonces Junta de Energía Nuclear. Tras padecer un accidente en la planta de reelaboración de combustible nuclear gastado, parte del material fue enterrado en el propio recinto.Otra parte pasó al alcantarillado, llegando y contaminando el río Manzanares, el Jarama y el Tajo. Todo ello tras pasar por la depuradora La China. Paradójicamente, esta depuradora ha denunciado recientemente el vertido por parte del Ciemat de agua radioactiva en la red de alcantarillado municipal. Este agua contaminada provendría de la piscina de refrigeración del antiguo reactor nuclear experimental JEN-1. Si las acusaciones por parte de la depuradora se confirman, este agua podría haber sido utilizada posteriormente para regar jardines, calles o parques de Madrid.Asimismo, la representación sindical de CGT de La China ya pidió una caracterización radiológica del Ciemat al conocerse en 2004 la enfermedad de un trabajador, con dolencias relacionadas con la exposición a radiaciones ionizantes.

    M2 intentó ayer ponerse en contacto con el Ciemat, pero no obtuvo respuesta. No obstante, al ser preguntados el pasado viernes acerca de los riesgos de las trazas de plutonio, americio y radio encontradas en sus instalaciones, tanto Carlos Sancho, jefe del Servicio de Protección Radiológica del Ciemat, como José Luis Díaz, director de Seguridad y del Pimic, afirmaron que en ningún momento ha habido riesgo de contaminación, ni para los estudiantes de Ciudad Universitaria, ni para la población cercana, ni para los trabajadores del interior del Ciemat.


    Fuente: LUIGI BENEDICTO BORGES/El Mundo