Artículo publicado en RyN nº 380 de julio-agosto.

El pasado 8 de junio, organizaciones de México y del mundo nos movilizamos en 72 geografías distintas del planeta para denunciar los ataques del grupo paramilitar ORCAO sucedidas el 22 de mayo contra comunidades bases de apoyo zapatistas. En este ataque, que se prolongó durante cinco días, resultó herido de bala el compañero Jorge López Sántiz, quien presenta graves secuelas debido a que su intestino quedó muy afectado. Las movilizaciones fueron la respuesta organizada de miles de personas que vemos con alarma cómo crece la violencia contra las comunidades zapatistas y contra los pueblos de Chiapas y de México. Nuestro llamado de alto a la guerra llegó a muchos oídos y corazones, pero no al Estado mexicano y su clase política.
Del 19 al 22 de junio, este grupo paramilitar continuó con el asedio a las bases de apoyo zapatistas. Con la anuencia o inacción de los tres niveles de Gobierno se ha buscado escalar la guerra atacando con armas de fuego de manera continua y coordinada en tres poblados zapatistas: Emiliano Zapata, San Isidro y Moisés y Gandhi ubicados en el municipio de Ocosingo, Chiapas.
El saldo, más de 800 detonaciones de armas de fuego de alto y bajo calibre dirigidas a las casas, escuelas y clínicas autónomas, además de la quema de las parcelas en las que trabajan las familias bases de apoyo zapatistas.
Si bien estas agresiones forman parte de una estrategia de guerra paramilitar contra el movimiento zapatista que data de 1994, ahora se enmarcan en un contexto de creciente violencia fomentado por la crisis económica en la que los pueblos no zapatistas viven sin más recursos, dependientes y subordinados a las prebendas de programas sociales como Sembrando Vida. Pueblos no zapatistas se ven en la necesidad de intercambiar dinero por hectáreas de tierra, lo que ha llevado a organizaciones paramilitares como la ORCAO a realizar más de 100 ataques desde 2019 hasta la fecha de hoy con el fin de despojar territorios.
En su conferencia matutina del 23 de junio, el titular del ejecutivo federal, acompañado de la secretaría de gobernación, del secretario de la defensa nacional y del gobernador de Chiapas, minimizó los ataques contra las comunidades zapatistas y la grave y ampliamente documentada situación que se vive en el Estado de Chiapas. Además, lanzó descalificaciones contra organizaciones y personas defensoras del territorio, de los derechos humanos, y organizaciones que documentan y denuncian la violencia. Esta actitud no sólo nos parece alarmante, nos preocupa que pueda tratarse del preámbulo de un ataque físico y/o mediático todavía mayor. Minimizar la violencia incentiva a los grupos paramilitares al cobijarlos con el manto de impunidad. En nuestra memoria quedaron bien grabadas las palabras que se dirigieron contra el compañero Samir Flores Soberanes previo a su asesinato, crimen que, a día de hoy, permanece impune.
Frente a esta situación, las organizaciones que firmamos llamamos a:
1. Denunciar las violencias contra las comunidades zapatistas, contra los pueblos de Chiapas y de México y hacer frente al negacionismo con que se brinda impunidad a los grupos paramilitares.
2. Convocar a las personas de buen corazón de todas las geografías a presentar reclamos por escrito ante las representaciones diplomáticas mexicanas.
3. Acompañar, en la medida de las posibilidades de cada colectivo y persona, las acciones que se irán anunciando en los próximos días, así como organizar las propias.
Responsabilizamos a los titulares del ejecutivo federal y estatal por las agresiones que puedan sufrir las comunidades zapatistas, las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, periodistas y organizaciones solidarias acompañantes.

Congreso Nacional Indígena

Ante los graves hechos denunciados que se estaban produciendo en Chiapas, la CGT escribió dos escritos a la Embajada de Madrid que han sido contestados por el embajador de la siguiente manera:
Con relación a sus diversas cartas en las que, además de denunciar los ataques realizados por la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO) en contra de la comunidad de Moisés y Gandhi y otras bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), solicita que las autoridades estatales y federales garanticen la paz y la seguridad de dichas poblaciones y, además, expresa su preocupación por el estado de salud del señor Gilberto López Sántiz, me permito señalar que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México trasmitió, incluso con carácter de extra urgente, a las autoridades competentes en el Estado de Chiapas, México, todas sus misivas enviadas a esta Embajada durante el mes de mayo y junio del año en curso.
En ese sentido, «la Fiscalía General del Estado de Chiapas informó que realizó solicitudes al Director de Seguridad Pública Municipal de Ocosingo y a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas, con copia a la Policía Estatal Preventiva del Sector XVII de Ocosingo, con el objetivo fue exigir la implementación de las correspondientes medidas precautorias y cautelares para los habitantes de la comunidad Moisés Gandhi, con la finalidad de salvaguardar la seguridad, integridad física y hasta la vida misma del ciudadano Gilberto López Sántiz y de los habitantes de dichas comunidades».
Por otra parte, esta Representación también ha leído con atención su nota y pretensiones publicadas en su página de Internet
(https://cgtalacant.org/2023/06/28/carta-de-cgt-al-embajador-de-mexico-en-espana-contra-los-ataques-a-las-comunidades-zapatistas/) el día 28 del presente mes, mismas que se han compartido a la Cancillería mexicana para los efectos correspondientes.
Finalmente, le informo que se está dando un seguimiento puntual al tema en cuestión y que, el desarrollo de las acciones que realicen las autoridades competentes, se hará oportunamente de su conocimiento.
Atentamente: Quirino Ordaz Coppel

La CGT ve en estas palabras un mero trámite administrativo, cuando día tras día los compañeros y compañeras de los pueblos de Chiapas están sufriendo ataques con la complicidad del Gobierno mexicano que mira hacia otro lado en unos momentos complicados sin dar ayuda y cobertura a las diferentes comunidades atacadas. Esperemos que tomen las medidas oportunas para que este nuevo enfrentamiento no derive en una nueva guerra.

Secretaría de Relaciones Internacionales

 

 


Fuente: Rojo y Negro